Iceta plantea un nuevo acuerdo político contra el abismo de la ruptura
El PSC avisa que recurrirá a todas las vías legales para oponerse a la secesión
El Partido Socialista enarbola en España la bandera de la reforma federal como respuesta a la cuestión territorial, y en Catalunya, un mes después de las elecciones del 27-S, está decidido a articular una alternativa transversal a cualquier proyecto o deriva que ponga en riesgo la convivencia y abogue por la desobediencia del marco legal y la ruptura unilateral con España. Una “aliança del seny i pel catalanisme” que Miquel Iceta, primer secretario del PSC, presentó ayer en Barcelona con la legitimidad de ser “la primera fuerza de izquierdas del Parlament” y con la mano tendida a los votantes y dirigentes de Ciutadans, Unió, Catalunya Sí que es Pot, e incluso a “una parte significativa de las personas que votaron a Junts pel Sí”, así como sindicatos, entidades sociales, asociaciones culturales y patronales.
En su exposición en un abarrotado auditorio del Col.legi d’Advocats, en el que estaba presente la plana mayor del PSC, amén del líder de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, y los dirigentes de Unió, Benet Maimí y Fèlix Riera, el líder del PSC ha llamado a conformar una nueva “mayoría social” para, desde las bases del catalanismo, se aparquen las “utopías imposibles” y garantice la estabilidad política, social y económica, para encontrar desde el diálogo y el pacto un nuevo encaje de Catalunya en el conjunto de España.
Los únicos que no “podrán sentirse cómodos” en ese nuevo espacio de encuentro, subrayó Iceta, serán los que defienden la “secesión unilateral” y los que rechazan que en la actualidad “existen problemas” entre Catalunya y el resto de España. Para el dirigente socialista la cuestión catalana es el principal problema político al que se enfrenta España en estos momentos. Y eso requiere una respuesta “política” y no jurídica.
Defensor de la reforma federal, a la que el PSC y el PSOE fían buena parte de sus esperanzas electorales el 20-D, admitió la viabilidad de otros planteamientos, como el confederalismo que plantea Unió el derecho a decidir desde el acuerdo con el Estado que defiende Podemos. “Hay otras soluciones posibles a la reforma federal de la Constitución que nosotros planteamos, ¿por qué no podemos compartir estas ideas con otros partidos?”, se preguntó el líder socialista.
Iceta rechazó, en este sentido, cualquier tentación frentista y repitió en diferentes momentos que la cuestión es sumar, acordar un nuevo marco de trabajo político mayoritario y que evite la fragmentación de la sociedad catalana. Para ello Iceta, que citó como referentes a la Mancomunitat y la Generalitat recuperada en la Transición, consideró indispensable volver a las bases del catalanismo político y plantear, entre otras cuestiones, la reivindicación de una mejora del modelo de financiación, el reconocimiento de la “singularidad catalana”, y reforzar las actuales competencias. “Debemos volver al catalanismo no independentista, al catalanismo político de la mejor tradición que tan beneficioso ha sido para Catalunya y para el conjunto de España, sin renuncias sobre los objetivos pero con pragmatismo para alcanza avances factibles y seguros”, dijo.
En su intervención, reprochó a los “profetas del desastre” que en los últimos años hayan estado alimentando el discurso de confrontación y ruptura, dirigiendo a Catalunya hacia un “callejón sin salida” que la puede forzar a cometer algunos errores pretéritos de los que, señaló Iceta, debería haber tomado ya buena nota.
“Cuando los catalanes hemos estados divididos no hemos avanzado, cuando las instituciones catalanas abandonan la legalidad acaban siendo derrotadas y el autogobierno retrocede”, advirtió.
Una vez definido el pacto transversal, Iceta fijó la posición que tiene y tendrá el PSC ante el desafío independentista planteado por Junts pel Sí y la CUP. Concretamente sobre la propuesta resolución que llama a desobedecer la legalidad vigente en su camino hacia la secesión, Iceta avisó que utilizarán todos los mecanismos políticos y jurídicos, entre ellos recurrir al Tribunal Constitucional, para desmontar una propuesta “que no tiene el aval mayoritario de los ciudadanos de Catalunya”.
Asimismo, dijo que si el 20-D surgen de las urnas un nuevo gobierno de España presidido por Pedro Sánchez, el PSOE y el PSC “no negociarán” nada que facilite la secesión de Catalunya, ya que, insistió, los catalanes han expresado en las urnas mayoritariamente “que no quieren separarse del resto de España”.
“En el marco de la Constitución y de la legalidad democrática, los socialistas estamos dispuestos a hablar de todo y con todos hasta la extenuación para encontrar una solución”, aseveró.
Muy duró se mostró Iceta en su análisis de la actuación y la estrategia adoptada por el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, a quien le recordó que “ganar las elecciones habilita para gobernar, no para saltarse la legalidad democrática y llevar a Catalunya al despeñadero”.
El primer secretario del PSC calificó el pacto entre Junts pel Sí y la CUP de “estrambótico” y afirmó que la presente legislatura ha nacido “muerta” ya que un posible gobierno independentista no garantiza estabilidad.
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