La Atapuerca del mioceno
Los yacimientos de Can Mata se consolidan entre los más valiosos de Eurasia
Con 70.000 fósiles de macrovertebrados descubiertos en los últimos trece años, los yacimientos del Abocador de Can Mata se han convertido en los más valiosos de Eurasia para el estudio del mioceno. Esta época, que se inicia hace 23 millones de años y termina hace 5, es clave para comprender el origen de las especies que viven actualmente en la Tierra.
“Can Mata tiene para el mioceno una importancia comparable a la de Atapuerca para el pleistoceno”, la época que se inicia hace 2,6 millones de años y termina hace 10.000, declaró ayer Salvador Moyà, investigador Icrea y director del Institut Català de Paleontologia (ICP). “Lo que da tanto valor a Atapuerca es la concentración de un gran número de yacimientos en un mismo lugar”, explicó Moyà. De modo similar, en Can Mata se han identificado 250 yacimientos. En diecinueve de ellos, se han encontrado más de 300 restos de primates que han ayudado a comprender mejor la evolución del linaje humano.
Una prueba de la trascendencia científica de Can Mata es que los paleontólogos que trabajan allí reciben financiación de la National Science Foundation de EE.UU., además de contar con fondos de la Generalitat y el Gobierno español. Colaboran investigadores otros países –por ejemplo, de las universidades Stony Brook de Nueva York, de Harvard, de Florencia o de Kioto–. Y han firmado 57 publicaciones en revistas científicas internacionales desde que se iniciaron las obras del vertedero en el 2002.
Los descubrimientos de Can Mata han sido posibles precisamente gracias a las obras del vertedero. En virtud de un convenio iniciado en el 2002 y concluido en el 2014, las obras de ampliación del vertedero se han hecho siempre en presencia de paleontólogos del ICP. En los casos en que afloran fósiles, las obras se detienen y se inicia una campaña de excavación urgente para recuperar el tesoro paleontológico, de modo que el trabajo del vertedero pueda reanudarse lo antes posible.
El convenio del 2002 fue fruto de un acuerdo entre el ICP y la empresa Cespa, que entonces explotaba el vertedero. En estos momentos, el ICP está negociando la renovación del convenio con Ferrovial, que ha tomado el relevo de Cespa. “Durante los últimos
Los paleontólogos están pendientes de renovar un convenio con Ferrovial para continuar los trabajos
doce años la investigación científica ha sido compatible con la explotación del vertedero. No hay ningún motivo para pensar que no podamos seguir compatibilizando las dos actividades en el futuro”, declaró ayer Salvador Moyà.
Desde el 2002, se han estudiado en Can Mata yacimientos que abarcan desde 12,5 a 11,6 millones de años de antigüedad. Dado que está previsto ampliar el vertedero hacia sedimentos más recientes, si se renueva el convenio, el periodo estudiado se ampliará “posiblemente hasta 10 millones de años”, señala Moyà. Los fósiles que aparezcan allí aportarán previsiblemente más datos para comprender mejor el origen del linaje humano.