La Vanguardia

Con derecho al dulce

Abren nuevas pastelería­s adaptadas a distintos hábitos alimentari­os, intoleranc­ias o alergias

- CRISTINA JOLONCH Barcelona

El azúcar en exceso es perjudicia­l. La alarma está activada y hace tiempo que los pasteleros están por la labor. A pesar de la imparable fiebre de las vistosas tartas fondant y los empalagoso­s cupcakes, hay una tendencia a reducir la cantidad de azúcar y aligerar las elaboracio­nes. Lo mismo ocurre en el restaurant­e y mucho más en aquellos en los que la propuesta más golosa ha de esperar su turno al final de un larguísimo menú degustació­n y seducir a un comensal que llega exhausto a los postres.

Ahora la asignatura pendiente de la pastelería es abrir las puertas a quienes tienen hábitos alimentari­os distintos, como vegetarian­os, crudivegan­os o quienes practican la paleodieta o la macrobióti­ca, así como a aquellas personas que han de adaptar su alimentaci­ón a determinad­as alergias o intoleranc­ias.

Hace un par de meses que la argentina Daniela Calcagno y su pareja, el barcelonés Albert Martínez, levantaron la persiana de su nueva tienda en Gràcia y la noticia ya ha corrido por las redes sociales entre quienes están acostumbra­dos a buscar una oferta que se adapte a sus hábitos de alimentaci­ón. “Somos tan pocos los que ela-

boramos este tipo de alimentos, que enseguida se corre la voz entre los interesado­s”, explica Albert. La Besnéta, un nombre que rinde homenaje a las nuevas generacion­es que recuperan el legado de sus antepasado­s, basa sus elaboracio­nes en el recetario de la bisabuela de Daniela. “Aunque con menos azúcar y adaptados a los gustos de aquí y, por conciencia, veganos. Todos los que trabajamos en la tienda lo somos, y en el futuro queremos incorporar elaboracio­nes para otros hábitos alimentari­os, como los crudivegan­os”. Albert, quien dejó su trabajo como asesor de material de surf y skate para abrir el negocio con Daniela, explica que estaban cansados de escuchar a los amigos que deberían vender esos pasteles tan buenos que hacían en casa y acabaron por dar el paso.

Desde Mallorca, donde vive, celebra esta nueva apertura Toni Rodríguez, el creador de los obradores Lujuria Vegana, que suministra­n a tiendas y restaurant­es catalanes. “Hace doce años, cuando me hice vegano, era mucho más difícil encontrar productos buenos; hoy todo resulta más fácil”. Dejó su trabajo como informátic­o para apostar por esa oferta, que le parecía del todo insuficien­te. “Me hice vegano con 17 años por amor a los animales; mi perro era como mi hermano, quiero a mis gatos y creo que los animales nunca traicionan, como pueden llegar a hacerlo las personas. Empecé a fregar platos en restaurant­es para pagarme unos cursos de cocina vegana en Londres y a los 19 monté en casa el primer obrador. Luego me asocié con la activista por los derechos de los animales Rosa Avellaneda y el negocio ha prosperado”. Venden a muchas tiendas, restaurant­es y supermerca­dos, y se plantean abrir tienda propia. Cerraron nueve meses para mejorar los obradores de los que en breve volverán a salir exquisitec­es como el pastel de zanahoria, que muchos clientes ya echan de menos.

La necesidad fue el motor para que naciera Lujuria Vegana y lo ha sido también para abrir Pasticelia (París, 165), la primera pastelería de Barcelona para celiacos, que acaban de inaugurar Cristina Casadejú y Cristina Castrillo, ambas economista­s. Dos de los tres hijos de la primera son celíacos y hacía tiempo que le rondaba la idea de montar un negocio que pudiera ofrecer lo que a ella le costaba tanto encontrar. “La empresa en la que trabajaba empezó a ir mal y pensé que era el momento. Le propuse a Cristina participar y nos pusimos en marcha. El local era espacioso y lo que iba a ser una pequeña tiendecita de pasteles ha acabado siendo una pastelería con

INFORMACIÓ­N Algunas tiendas, como Pasticelia, quieren combinar la venta con el asesoramie­nto

un obrador en el que no entra el gluten”. Además tienen cafetería, donde venden diversos productos aptos para los intolerant­es al gluten. “Esto no es sólo una pastelería. Queremos ofrecer apoyo a las personas a las que acaban de diagnostic­ar. Porque cuando te enfrentas a una intoleranc­ia al principio te sientes muy desorienta­do”. Para poner en marcha el negocio, recurriero­n a sacar tickets participat­ivos, y no tardaron en conseguir gente interesada en invertir en el proyecto (“En cuatro días conseguimo­s los 7.500 euros que necesitába­mos”). No elaboran pan, porque les gusta el que compran a Delícies Sense Gluten, en Vic, donde trabajan sólo para celíacos. Algunos bares y restaurant­es han empezado a encargarle­s desayunos para sus clientes celiacos. La venezolana Vanesa Sulbarán y David Villa, que se ocupan del obrador, se esfuerzan en preparar sabrosos dulces para quienes no pueden tomar gluten. Cuenta Cristina Castrillo que se plantean dar ursos y talleres porque creen que falta informació­n. “Te encuentras desde las personas que no salen a comer fuera porque padecen una intoleranc­ia hasta las que son intolerant­es o alérgicas y creen que si sólo toman un poquito de aquello que les está prohibido no pasa nada”. Han empezado con el gluten, pero ampliarán la oferta a pasteles sin huevo, sin leche o sin frutos secos. “Ahora está de moda reducir la presencia de gluten, pero no podemos olvidar la diferencia entre una tendencia y una intoleranc­ia. Hay que ser muy riguroso, no puede ser que en un restaurant­e te pregunten si eres muy celiaco o poco”.

Las hermanas Yolanda y Manuela García Sánchez y su socio David Fito llevan diez años ofreciendo pasteles aptos para intolerant­es a la lactosa, diabéticos o celiacos en Milola (Bonaire, 15. Mataró). Manuela vivió en Londres y por un problema óseo le aconsejaro­n retirar el gluten de su dieta. Además de la tienda de Mataró, tienen un obrador en Sant Pol de Mar desde el que suministra­n a diferentes pastelería­s y tiendas y se dedican a la venta a particular­es on line. “Lo llevamos todo envasado y damos instruccio­nes de cómo manipularl­o a quienes han de venderlo.

Algunas panaderías, como Turris o pastelería­s como Enrich, han incorporad­o a su propuesta una línea de productos envasados para celíacos. Poco a poco se va ampliando la oferta para aquellas personas que por una u otra razón, tienen hábitos alimentari­os que no coinciden con los de la mayoría de consumidor­es. Aun así, queda mucho por hacer. Hace varias semanas se celebró una manifestac­ión en la madrileña plaza de Colón que recorrió la Castellana hasta el Ministerio de Sanidad: el objetivo no era otro que exigir al Gobierno una ayuda para las personas celiacas (los productos sin gluten son mucho más caros que los convencion­ales). Como signo de protesta, plantaron cuatrocien­tas barras de pan duro.

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La barcelones­a Pasticelia (París, 165) y Milola (Bonaires, 15, en Mataró) tienen tienda y cafetería para la degustació­n de pasteles para celiacos, en el primer caso y en el segundo también para diabéticos e intolerant­es a la...
ÀLEX GARCIA Comprar y degustar. La barcelones­a Pasticelia (París, 165) y Milola (Bonaires, 15, en Mataró) tienen tienda y cafetería para la degustació­n de pasteles para celiacos, en el primer caso y en el segundo también para diabéticos e intolerant­es a la...
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PEDRO CATENA
 ?? ÀLEX GARCIA ?? Pastelería vegana. Albert Martínez y la argentina Daniela Calcagno han abierto la pastelería vegana LaBesnéta, con recetas de los pasteles de la bisabuela de ella
ÀLEX GARCIA Pastelería vegana. Albert Martínez y la argentina Daniela Calcagno han abierto la pastelería vegana LaBesnéta, con recetas de los pasteles de la bisabuela de ella

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