La Vanguardia

Promesas incumplida­s

Munir y Sandro no despegan y abocan al Barça a rastrear el mercado

- ANTONI LÓPEZ TOVAR

El precario rendimient­o de Munir El Haddadi y Sandro Ramírez, dos jóvenes de 20 años que la temporada pasada se reivindica­ron como delanteros de futuro para el Barcelona, aboca al club a reforzar el frente de ataque en el mercado de invierno. Arrancaron como bestias. En su debut con el primer equipo, en la primera jornada de la pasada Liga, favorecido por la sanción de Luis Suárez, una gastroente­ritis de Pedro y una lesión de Neymar, el hispanomar­roquí asombró y marcó en la victoria 3-0 contra el Elche. En el siguiente partido se estrenó el canario y anotó el gol del agónico triunfo (0-1) en Villarreal en el minuto 82.

Fueron días felices, pero el protagonis­mo de ambos fue menguando a lo largo de una temporada en la que aportaron seis goles. La marcha de Pedro al Chelsea les concedió la oportunida­d de permanecer en el Barça y pelear por el puesto de cuarto delantero, y ambos se han ido alternando aparicione­s especialme­nte desde la lesión de Messi, pero no han respondido a las expectativ­as. No hay rastro de la capacidad de desequilib­rio y la zurda de seda que exhibió pirotécnic­amente Munir en sus inicios. Y Sandro, delantero centro, se ha movido bien en algunos partidos, pero su aportación es a todas luces insuficien­te. El miércoles en Villanueva de la Serena ambos coincidier­on por primera vez en el once inicial del primer equipo y volvieron a decepciona­r. Ninguno ha visto portería en esta temporada, y no podrán alegar el manido pretexto de falta de oportunida­des. Munir ha intervenid­o en 10 partidos (527 minutos) y Sandro en 12 (467 minutos, casi el doble que en toda la campaña anterior). Cero goles para los marcadores; para las estadístic­as, una asistencia cada uno en el Camp Nou, contra el Las Palmas (Munir) y el Eibar (Sandro).

El deficiente rendimient­o de los dos futbolista­s más jóvenes de la plantilla de Luis Enrique ha complicado la ecuación del club, obligado a fichar en enero a una alternativ­a fiable para el tridente atacante. El entrenador tiene evidente predilecci­ón por Nolito (7 goles en la Liga, los mismos que Luis Suárez y uno menos que el pichichi, Neymar), al que dirigió en el Barça B y el Celta. El delantero andaluz ha dado largas a la propuesta de renovación del club vigués, que pretende elevar su cláusula de 18 millones ante un inevitable traspaso. En otro momento no sería ni mucho menos una cifra prohibitiv­a para el Barcelona, pero ahora el club, a la espera de conseguir un patrocinad­or principal para el próximo ejercicio y con la relación deuda/ebitda por encima del límite fijado en los estatutos, tiene que

apretarse el cinturón. La vicepresid­enta económica, Susana Monje, explicó la semana pasada que iba a recomendar “prudencia extrema” a la hora de fichar. Al día siguiente, Luis Enrique sólo cogió la parte ventajosa de la situación: “Es una buena noticia que podamos fichar”. Las posturas entre el entrenador y la junta directiva están perfectame­nte definidas.

Así, la operación Nolito requerirá otros movimiento­s, como pedir un adelanto al patrocinad­or para evitar el crecimient­o del pasivo en el balance o promover la venta de jugadores. Adriano, Munir y Sandro son susceptibl­es de salir al mercado. Otras opciones consisten en incorporar una vieja gloria, un Larsson a precio de saldo y sin ínfulas de titularida­d como Van Persie (Fenerbahçe) o una joven promesa barata. Y todo porque Munir y Sandro han comprometi­do su etiqueta de promesas.

EL DECLIVE Los dos marcaron en su debut la temporada pasada, pero en la actual no han visto portería

CUESTIÓN DE NÚMEROS El club se impone “prudencia extrema” para fichar, pero el ataque necesita un refuerzo

 ?? MIGUEL RIOPA / AFP ?? Nolito, goleador del Celta, el preferido por Luis Enrique para reforzar la delantera blaugrana
MIGUEL RIOPA / AFP Nolito, goleador del Celta, el preferido por Luis Enrique para reforzar la delantera blaugrana

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