La UE obliga a distinguir los productos de las colonias israelíes
Fuerte protesta de Netanyahu, que acusa a Bruselas de hipocresía
A partir de ahora los productos agrícolas y cosméticos que la UE importa desde los asentamientos israelíes en Cisjordania, Jerusalén Este y los altos del Golán deberán especificar claramente en la etiqueta cuál es su procedencia. El Made in Israel ya no será suficiente para determinar su denominación de origen. Según la Comisión Europea, el consumidor debe saber que provienen de los territorios ocupados desde 1967, porque la información puede influirle a la hora de la compra.
Bruselas no ha tomado esta decisión de repente. Los estados miembros piden que se aclare cómo hay que etiquetar los productos de las colonias israelíes, pero año tras año, el Ejecutivo comunitario ha aplazado la cuestión ante la oposición frontal de Israel. El primer ministro Netanyahu considera que la UE debería avergonzarse de una decisión que a su juicio es “hipócrita y de doble rasero”, ya que no se aplica a los productos que llegan a la UE desde otros territorios ocupados, como el norte de Chipre y el Sahara Occidental.
El comisario del euro, Valdis Dombrovskis, quitó hierro a la polémica, alegando que se trata de “un asunto técnico”, ya que en realidad clarifican unas reglas que ya están en vigor. “No es para nada un boicot y tampoco sanciones que afecten a Israel”.
Las autoridades israelíes convocaron al embajador de la UE, Lars Faaborg-Anders, para hacerle llegar sus quejas. La medida puede afectar a las relaciones bilaterales. El papel de la Alta Representante, Federica Mogherini, podría quedar limitado en unas futuras negociaciones de paz con los palestinos.
Hasta el momento, tan sólo el Reino Unido, Bélgica y Dinamarca especifican cuáles de los productos importados desde Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golán provienen de asentamientos israelíes. El resto ha preferido esperar a que el Ejecutivo comunitario se pronunciara al respecto.
La UE es el primer socio comercial de Israel y el comercio entre ambos está valorado en 30.000 millones de euros. Bruselas desconoce con exactitud cuál es el porcentaje de los bienes que provienen de las colonias judías –sobre todo cosméticos y productos agrarios–, aunque según las estimaciones de varias organizaciones, representan menos del 1% del total de las importaciones.
Más allá de las implicaciones políticas, la decisión tiene consecuencias económicas. Desde el 2005, está en vigor el Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel, según el cual, los artículos del país que entran en el mercado comunitario se benefician de descuentos arancelarios. No ocurre lo mismo con los productos fabricados en los asentamientos ocupados desde 1967, ya que la comunidad internacional no los reconoce como territorio israelí.
El movimiento israelí Paz Ahora celebró la decisión, ya que se trata “de una manera de oponerse a la ocupación” y es que la organización siempre ha considerado que “las empresas de los asentamientos son el mayor obstáculo para una solución de dos estados”. Además, considera que las nuevas directrices de etiquetado “ayudarán a contrarrestar los intentos de boicotear a Israel”.
Los asentamientos en los territorios palestinos producen cosméticos y productos agrarios