Exportaciones con chispa
Zeta Espacial, fabricante de PetaZetas, factura 36 millones y vende el 95% a 70 países
Lleva más de tres décadas siendo una empresa con chispa. Zeta Espacial, fundada por el ingeniero químico Ramón Escolá, creó el mítico caramelo explosivo Petazetas en 1979 y desde entonces ha conseguido hacer sonreír a millones de niños, y no tan niños, con este caramelo carbonatado que se consume en 70 países.
Su descubrimiento fue un reto científico. Escolà estuvo más de un año realizando pruebas en un pequeño reactor. “Un día vi cómo el caramelo salió gasificado y disparado en mil pedazos. Eran trocitos de caramelo duro gasificados a muy alta presión y con burbujas microscópicas de CO2 en su interior. Explotaban con el contacto con la humedad”. Al tocar la lengua, la boca se convierte en una auténtica fiesta. “Conseguimos algo tan innovador que sólo en los primeros dos meses de vida, vendimos 24 millones de unidades”, recuerda. Pero después de la subida, llegó la gran bajada. “Cuando los niños se acostumbraron a él, pedían que el caramelo diera algo más. Y no lo teníamos. Así que empezamos a perder ventas y no podíamos ni pagar los sueldos. Fuimos a una feria de alimentación a Alemania y como mi mujer, Dotty, era holandesa y hablaba varios idiomas, conseguimos contactos y empezamos a vender a fuera”.
Esa carrera internacional se ha consolidado desde que en 2002 la firma de Rubí abrió dos filiales en el continente americano. En Toluca (México) se creó Zeta Espacial Industrial, con una planta de fabricación y envasado de 7.000 m2. Desde la fábrica se atiende al mercado mexicano y se distribuye a gran parte del continente. “En cinco horas podemos distribuir a todo Estados Unidos, clave para cumplir con sus exigentes normas de comercio”, apunta Escolà. En Atlanta, tienen la filial Pop Rocks Inc, que comercializa en EE.UU., donde su marca “tiene un reconocimiento altísimo, se la sienten muy suya”.
Zeta Espacial, dirigida por Dotty Escolá, cerrará el 2015 con una facturación de 36 millones, similar al año pasado, y exporta el 95% de sus ventas. Con una plantilla de cerca de 200 trabajadores –la mayoría mujeres-, ofrece más de un centenar de referencias del caramelo explosivo: sabores, con chicle, sin azúcar o combinado con chocolate o piruleta.
La división de Peta Zetas a granel es la que da más beneficios, puesto que el caramelo se ha convertido en un ingrediente innovador de la alta cocina –lo usan Albert Adrià, Oriol Balaguer, Enric Rovira o Jordi Roca con un helado en Rocambolesc– o, incluso, también se usa para atraer los bancos de peces en Canadá.
La empresa de la familia Escolà, creada en 1979, tiene sede en Rubí y otra planta en México