La UE reforzará de inmediato los controles en sus fronteras exteriores
Los gobiernos europeos se comprometen a intercambiar más información
La Unión Europea acordó ayer nuevas medidas de seguridad para tratar de tapar los agujeros desvelados por los atentados terroristas del viernes negro en París. Los controles de identidad reforzados dejarán de ser exclusivos para los ciudadanos de terceros países que quieren entrar en la Unión. Los países de la zona Schengen aplicarán “inmediatamente controles sistemáticos y coordinados” en sus fronteras exteriores, “también a las personas que gozan de libertad de circulación”, afirman las conclusiones del consejo extraordinario de ministros de Justicia e Interior europeos, convocado a instancias de Francia. “Es un cambio radical”, celebró su titular de Interior, Bernard Cazeneuve.
La Comisión Europea presentará “antes de final de año” una propuesta para reformar el reglamento Schengen y hacer obligatoria esta nueva práctica. Pero los gobiernos, presionados por Francia e inquietos por la amenaza terrorista, no esperarán a que la reforma entre en vigor para aumentar los controles; las normas actuales ya permiten hacerlos de forma no sistemática (en determinadas situaciones, rutas, a determinados perfiles de riesgo...) y es lo que ayer acordaron hacer sin más dilación los gobiernos.
Tras el ataque terrorista contra la revista Charlie Hebdo ya se acordó una medida similar pero su aplicación ha sido deficiente. Los atentados de la semana pasada en París, aseguran diversas fuentes, han cambiado la actitud de los gobiernos al respecto y hay un fuerte consenso para aplicarla. Si hasta ahora lo habitual con los viajeros europeos es sólo verificar la validez del pasaporte o DNI y la identidad de la persona, en adelante la norma será comprobar qué información hay sobre cada uno de ellos en las bases de datos de la zona Schengen (SIS II), Europol... “Se tardará más en entrar, pero serán unos segundos más, no minutos”, explican fuentes comunitarias. Los ministros enfatizaron que la norma debe aplicarse sin excepciones a los refugiados que tratan de entrar en Europa, algo que actualmente no ocurre ya que el volumen de llegadas ha desbordado a los países de entrada.
Reforzar los controles en la frontera exterior de la zona Schengen será la única manera de garantizar que el espacio europeo libre de fronteras interiores cumpla más años que los 30 que acaba de celebrar. La crisis de refugiados y ahora la amenaza terrorista ponen en duda como nunca antes su supervivencia. El Gobierno francés, por su parte, ha decidido mantener los controles en todas sus fronteras “mientras dure la amenaza terrorista”. Con todo, Cazeneuve admitió que la vuelta a las fronteras interiores no sería la panacea: “También antes de Schengen había atentados terroristas; el riesgo cero no existe”.
La investigación de los atentados de París ha revelado importantes fallos de seguridad en la Unión. Al menos dos de sus presuntos autores, Abdelhamid Abaaoud y Bilal Hadfi, volvieron de Siria sin ser detectados por la policía. Las autoridades belgas habían observado señales de radicalización en los hermanos Ibrahim y Salah Abdeslam pero no habían notificado sus temores al país vecino; la policía francesa dejó pasar a uno de ellos de vuelta a Bélgica cuando, a la mañana siguiente de los atentados, paró el coche en que viajaba y le pidió los documentos de identidad. Horas después se supo que había alquilado uno de los coches usados en los ataques terroristas de París.
Hacer controles de identidad sin tener toda la información existente en términos de órdenes de busca y captura o alertas por radicalización no servirá de mucho. Los gobiernos lo saben pero arrastran los pies a la hora de cumplir las promesas hechas en Bruselas de compartir sus ficheros policiales o información de sus servicios de inteligencia. El temor a poner en peligro fuentes ha podido más que los llamamientos políticos a dar el paso. “Intercambiar inteligencia es sensible porque nadie sabe quién va a ser el último destinatario”, admitió el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que recalcó que España está, no
Los controles de identidad reforzados ya no serán exclusivos para los ciudadanos de terceros países La nueva norma deberá aplicarse sin excepciones a los refugiados que tratan de entrar en Europa
obstante, “entre los cinco estados más avanzados” en este terreno. Bruselas acaricia la idea de crear una CIA europea pero los gobiernos alemán y francés la rechazan totalmente. Crear algo de la nada llevará tiempo y “Francia no quiere reflexionar sobre ideas de futuro sino reaccionar ya”, recalcó ayer su ministro del Interior, partidario de poner en común las bases de datos existentes.
Los ministros europeos redoblaron la presión sobre la Eurocámara para aprobar, antes de finales de año, la creación de un registro europeo de pasajeros aéreos (PNR en la jerga comunitaria) que permita a la UE compartir información sobre vuelos intracomunitarios y a países terceros y almacenar los datos durante un periodo “suficientemente largo de tiempo”, un aspecto en que no se ponen de acuerdo con el Parlamento Europeo, la institución que hace dos años tumbó la primera propuesta. “Ningún ciudadano entendería que algunos eurodiputados sigan obstaculizando esta herramienta indispensable” en la lucha antiterrorista y en especial para detectar el retorno de yihadistas, recalcó Cazeneuve. La paradoja es que la UE sí comparte esta información con Estados Unidos.