El tridente del Barça golea a la Real (4-0)
Un Barça con el dosificador se impone con 4 goles del tridente
A medio gas, con el punto justo de exigencia. No quiso acelerar a fondo el Barcelona y sin embargo concluyó su particular semana fantástica con otra goleada y otra exhibición de superioridad y consistencia con la que refuerza el liderato no sólo numéricamente, sino también moralmente. Los adversarios ven en el de Luis Enrique un equipo sin fisuras y con una ofensiva demoledora. Neymar (2) y Luis Suárez firmaron tres goles de idéntica factura (activación de un lateral y centro al área para el remate del delantero) y buscaron a Messi para que presentara el finiquito a una Real Sociedad en busca de identidad que se vio condenada desde el primer instante a la decimonovena derrota seguida en el Camp Nou.
Luis Enrique apenas se dejó nada en el armario. Respecto al once teóricamente ideal únicamente apartó a Alba para introducir a Mathieu en el lateral izquierdo. El planteamiento demuestra la importancia que concedió a este partido el técnico blaugrana. Se trataba de consolidar la dinámica de resultados y buenas sensaciones frente a la relativa incógnita que representaba la Real de Eusebio Sacristán, un conjunto al que le faltan muchos entrenamientos y otras tantas sesiones de pizarra para familiarizarse con los mecanismos de patente barcelonista. A expensas del escenario y del momento, los donostiarras apostaron por la presión alta, la defensa adelantada y por jugadores de técnica, un sistema escasamente experimentado en Anoeta. Fue lo más parecido a un suicidio, porque no resulta exagerado afirmar que en el minuto 13, cuando Iniesta estrelló un testarazo en el poste, el Barça podía estar ganando 4-0. Rulli había desbaratado dos claras oportunidades tirándose a los pies de Luis Suárez y Neymar y el colegiado había invalidado de manera incorrecta una penetración de Rakitic, que iba a plantarse en solitario ante el portero argentino.
El Barça captó rápidamente que no iba a necesitar la totalidad de su nivel para mantener la jerarquía e imponerse a base de tocar en el centro del campo y romper con envíos largos la expuesta línea defensiva rival. Pudo haber más frenesí en las tiendas con motivo del advenedizo Black Friday que en el juego de un Barcelona que leyó la goleada por anticipado y no quiso desperdiciar energías. Con excepciones como la del hipermotivado Alves, que se ofreció continuamente para recibir la pelota larga y ofreció las asistencias para los dos primeros goles. El brasileño centró raso al corazón
del área para que Neymar transformara el primero y sirvió alto al segundo palo para que Luis Suárez colocara el segundo antes del descanso con una acrobática volea en carrera.
El Barça hizo lo que le vino en gana hasta el punto de que transformó el partido en materia de lucimiento más que en una disputa por una victoria que ya estaba afianzada. De la misma manera que Piqué buscó descaradamente marcar contra el Real Madrid y el Roma, en la reanudación el mágico Neymar y el obstinado Luis Suárez quisieron fabricar una diana para el tercer socio de un tridente que acumula 125 goles este año, tantos como el Bayern al completo y más que cualquier otro equipo de Europa, incluido el Madrid (110). Mientras la Real se iba cargando peligrosamente de amonestaciones, buscaban a Messi como si no hubiera otro jugador sobre el campo. Pero antes Iniesta activó a Mathieu por la banda izquierda, como anteriormente había hecho con Alves por el lado opuesto, y el francés sirvió al interior del área para que Neymar rematara el tercero a placer. Y Messi sin marcar… Una volea del argentino rozó el palo de Rulli, un libre directo lamió la escuadra, una mano increíble del portero evitó el gol del crack en una jugada confusa. Messi terminó con un chut al larguero en un contragolpe a falta de 3 minutos. Pero el tridente persistió y, finalmente, fabricó la jugada para el gol del rey, la tarde que Alves salió merecidamente ovacionado del estadio.
DEVASTADORES Messi, Neymar y Suárez suman este año tantos goles como el Bayern (125) y más que cualquier otro SEMANA FANTÁSTICA El Barcelona hizo lo que le vino en gana y transformó el partido en materia de lucimiento