Mas se cita con el Cercle d’Economia para tranquilizar a los empresarios
El president advierte a la CUP que el bloqueo de la investidura favorece al Estado
EDUARDO MAGALLÓN JOSEP GISBERT
Artur Mas se reunió el viernes de forma discreta con la cúpula del Cercle d’Economia, en el Palau de la Generalitat, para intentar tranquilizarla después de la fuerte crítica que lanzó el lobby empresarial la semana pasada ante la declaración de inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente aprobada por el pleno del Parlament con los votos de Junts pel Sí y la CUP. Al encuentro asistió Anton Costas (presidente del Cercle d’Economia), junto con los vicepresidentes Josep Oliu (presidente de Banc Sabadell) y Artur Carulla (propietario del grupo Agrolimen). Los empresarios aprovecharon la reunión para dejar constancia de los temores por la “ruptura de la legalidad” que entendían que se expresa en la declaración y pidieron un Govern con un apoyo amplio.
La reunión se convocó a iniciativa del presidente de la Generalitat después de que Anton Costas le telefoneara para avanzarle el contenido del comunicado crítico antes de publicarlo. Artur Mas intentó tranquilizar a los empresarios pidiéndoles que valoraran “lo que no figuraba en la declaración” de ruptura con España, y puso como ejemplo que en ella no se habla de la salida del euro ni de la Unión Europea ni de aprobar una declaración unilateral de independencia, según fuentes del Cercle d’Economia. En este sentido, el presidente de la Generalitat les pidió que valoraran especialmente el contenido del último párrafo de la declaración, en el que se especifica la voluntad de llevar a cabo el proceso de separación de forma negociada.
En la conversación, calificada de “larga, amable y franca” según las mismas fuentes del Cercle d’Economia, Artur Mas recordó, por otro lado, que el modelo de presidencia de la Generalitat con tres grandes áreas en forma de comisiones delegadas era el mismo que ya había puesto en práctica Pasqual Maragall durante la época del tripartito. Y defendió que no era partidario de repetir las elecciones, aunque reconoció que si la situación no se desbloqueaba, sobre la base de que él era el único candidato de Junts pel Sí a presidente, no quedaría más remedio que hacerlo.
Veinticuatro horas después de este encuentro, Artur Mas efectuó ayer un renovado llamamiento a la CUP para que haga posible un acuerdo sobre la investidura “de una vez por todas”, con la advertencia de que el único beneficiado por el bloqueo de la situación es el Estado español. “Para llegar a acuerdos entre desiguales nos hemos movido, pero para que haya un acuerdo de una vez por todas es necesario que se mueva todo el mundo y no sólo Junts pel Sí, porque si unos se mueven y otros se quedan quietos, pasa como nos pasa con el Estado español”, remarcó el lí- der de CDC en el acto de clausura de la convención municipal del partido celebrada desde el viernes en Seva (Osona).
El mensaje iba dirigido al debate nacional que la CUP lleva a cabo hoy en Manresa (Bages) para analizar el estado de la negociación con Junts pel Sí y tenía la clara voluntad de influir en su desarrollo. “Está resuelto el plebiscito y la hoja de ruta, pero no se ha conseguido resolver que haya un Govern fuerte y una mayoría estable en el Parlament”, recordó el presidente de la Generalitat en funciones, que precisó que “mantener el bloqueo ya no es importante por un tema personal o de partidos” y que “es necesario deshacer el nudo y constituir un Govern definitivo, porque si no lo hacemos el adversario nos ve débiles y nos quiere humillar”.
Barcelona El líder de CDC reclama a la izquierda anticapitalista que se mueva hacia el acuerdo “de una vez por todas”
“Mostramos debilidad y los que nos quieren pasar por encima pueden tener la impresión de que pueden conseguirlo”, remachó en velada referencia a la “humillación” que se está produciendo estos días en relación al pago del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) por parte del Gobierno español y que él mismo ha calificado de “vergonzante”. El discurso de Artur Mas se vio arropado por el del coordinador general de CDC, Josep Rull, que también presionó a la CUP, a la que reclamó “responsabilidad histórica y generosidad para que el único vencedor sea el ideal del pueblo de Catalunya”, porque “si no decidimos aquí deciden en Madrid y siempre lo hacen en contra de lo que quieren los catalanes”.
Y, en sintonía con todo ello, el líder de CDC situó la cita electoral del 20-D como una ratificación del aval que el 27-S recibieron las formaciones soberanistas y pidió a los electores que esta vez depositen su confianza en Democràcia i Llibertat, la coalición en que se ha integrado el partido junto a Demòcrates de Catalunya –los escindidos de UDC– y Reagrupament. “Si nos la hemos jugado, pedimos a los ciudadanos que se la jueguen con nosotros”, subrayó, porque “está en juego que el 27-S no quede como una anécdota”.