Si no fuera por el sexo...

Esta semana, salvo descuentos o promociones de última hora, he tenido tres encuentros sexuales muy satisfactorios. En tiempos normales, los suscriptores de La Vanguardia habrían bloqueado la centralita:

–¡Con la que está cayendo y ustedes permiten que se publique esto! ¡Y sin contrastar las fuentes!

Si yo les cuento mi vida y abuso de indulgencia es por su bienestar. El lector se merece un domingo feliz y en buena compañía. Habiendo tenido tres encuentros sexuales muy satisfactorios esta semana, el lector dispone, a su vez, de margen para burlas, remontadas o comentarios: –¡Yo llevo siete y no lo explico! O bien, y de ahí la utilidad y estímulo de estas líneas: –Tenemos el domingo por delante... Lo que ya no tienen por delante es una semana apoteósica como esta. Siete días que cambiaron nuestra civilización. Siete días de revolución, esperpentos y audacias.

Barcelona degrada la Navidad (yo no escribo “cambio de paradigma” ni que me corten las manos).

Apoteósico: Barcelona degrada la Navidad, velas a santos, ‘black friday’, el único sensato se arrodilla...

–¿Cuándo pasaréis a recogerme? –Abuela, este año la vamos a dejar en la residencia para que celebre el solsticio de invierno con las colegas. –¿El quéeee? Ay, las abuelas y los abuelos. Siempre quejándose y cruzando en rojo. Les quitas la Navidad y no se alegran. –¿Y el día de Reyes? –El día de Reyes ya se nos ocurrirá otra cosa. Usted no sufra, seguro que en la residencia les montan un taller de zambombas sostenibles.

–¡A mí no me enterréis en una caja de cartón, que os veo venir!

¿Y lo de los farmacéuticos? La Generalitat les da una alternativa democrática –poner una vela al santo que más les guste– y erre que erre: –¡Queremos cobrar los atrasos! ¿Y para qué quieren dinero si ya tenemos el black friday ,el magical friday ,el superblack friday y el ciberlunes? Los farmacéuticos lo que deberían hacer es reinventarse, ser más imaginativos, montar happy hours y no pensar tanto en la pasta.

–Conseller Mas-Colell, per l’amor de Deu, aixequi’s!

Esa es otra. Ahora el único sensato se nos pone de rodillas. De rodillas torea el Fandi y maldita la gracia. Y no les cuento de rodillas lo que hace mi prima, la de Valladolid, que salió algo fresca. O el bisabuelo Leoncio: se arrodillaba el Viernes Santo y reaparecía taja el Domingo de Resurrección.

Y hoy, el mundo libre pendiente de la asamblea de la CUP. Más de 1.500 cuperos empoderados y en Manresa, tierra de guapas, vinos Roqueta y Plácido, película de cuando la Navidad era la Navidad y la gente bien sentaba a un pobre en la mesa.

¡Qué semanita! ¡Qué forma de cambiar el mundo, la civilización y la Navidad! Señoras, señores, con perdón y humildemente:

–Folleu, folleu, que el món s’acaba!