La vuelta de las obras a la ronda del Mig coincide con una campaña antirruido
Quienes acudan hoy a la Travessera de Dalt, en un tramo de unos 700 metros entre la plaza Lesseps y la calle Escorial, se encontrarán con una sorpresa: han vuelto las obras. Durante los próximos meses, las restricciones de tráfico, las vías alternativas y las dificultades de movilidad en la zona serán de nuevo habituales en este tramo y en su área de influencia.
El Ayuntamiento, que días atrás ya había alertado a comerciantes y vecinos, explica que se trata de la última fase de los trabajos para acabar la reforma de la ronda del Mig. Está previsto que las obras, con un coste de casi nueve millones de euros, duren unos 18 meses. La reforma permitirá reducir la calzada y ganar espacio para los viandantes. Las próximas actuaciones serán la retirada temporal de los árboles de las aceras, aunque cuando todo acabe las calles ganarán en arbolado y se pasará de los actuales 120 ejemplares a más de 200. La mediana que ahora divide los dos sentidos de la marcha desaparecerá y en su lugar habrá otra ajardinada. También desaparecerá, pero definitivamente en este caso, el carril destinado a aparcamiento. Las aceras podrán ser así más anchas y tendrán más de cinco metros, y no tres, como ahora. La reforma ya comenzó ayer, cuando se redujo la circulación a dos carriles por sentido y, en algún momento, a uno solo. Pero a partir de hoy, y sobre todo en diciembre, la circulación se resentirá mucho más. El Ayuntamiento asegura que los pasos de viandantes se desplazarán a medida que avancen los trabajos y únicamente se anulará uno, el que está entre las calles Sors y Escorial.
Estas obras coinciden con el inicio de una campaña institucional contra las molestias del tráfico, que reclama menos humos y menos ruidos en la ciudad. Barcelona es una de las urbes con más densidad de circulación de vehículos, y todos los estudios muestran que el sector de la movilidad es uno de los principales causantes de los problemas en la calidad del aire que respiran los barceloneses y el exceso de ruido que sufren. Así lo reconoce, por ejemplo, un informe de la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà. El Ayuntamiento ha creado recientemente una mesa de expertos que estudian medidas contra la contaminación. Este comité de sabios ha puesto en marcha una campaña que invita a los conductores a someterse a controles voluntarios, no punitivos, de las emisiones de sus vehículos. Se trata de fomentar buenas prácticas y de concienciar a la ciudadanía de los problemas que comportan los coches que emiten más gases de los permitidos o de las motocicletas que circulan con tubos de escape no homologados.