La OIT pide que el salario mínimo en España suba un 10% en tres años
Pese a la creación de empleo, crecen los trabajadores bajo el umbral de la pobreza
Balance agridulce de la situación del mercado laboral español. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó ayer el volumen actual de creación de empleo, pero llamó la atención sobre el agravamiento de los indicadores de desigualdad y el descenso de la calidad de trabajo que se está creando. Y entre las medidas para contrarrestar estos equilibrios, el director del departamento de investigaciones de la OIT, Raymond Torres, señaló la conveniencia de que en España el salario mínimo interprofesional (SMI) se incremente un 10% en los próximos tres años.
“Ha de ser una subida gradual y, si es posible, anunciada con antelación para que las empresas puedan ajustarse”, aseguró. En su opinión, un incremento del salario mínimo en estas proporciones –que supondría pasar de los actuales 655 euros a 720– no implica una pérdida de competitividad ni afectaría a la creación de empleo. Entre los países de la UE-15, el SMI de España sólo supera el establecido en Portugal y Grecia, y está muy lejos del de Francia, Alemania o Irlanda.
Según las últimas previsiones de la OIT, publicadas ayer, la tasa del paro bajará este año del 20% – 19,5%, en el 2016 y 19,3%, en el 2017–. A pesar de estas estimaciones sobre la evolución del desempleo, más optimistas para el 2016 que, por ejemplo, las del Gobierno (19,7%) o la OCDE (19,8%), los responsables de la organización internacional reconocieron que, a este ritmo, será necesario un década para que España vuelva al nivel previo a la crisis económica.
“Hay una recuperación económica, pero sin recuperación social: la recuperación del empleo es demasiado débil, los nuevos empleos son menos estables y están peor remunerados”, resumió el director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto. Bajo este marco, el órgano de la ONU puso el acento en el incremento de la temporalidad, las altas cotas del desempleo juvenil y, en especial, en el incremento de los trabajadores golpeados por la pobreza relativa. Torres recordó que en España un 12,5% de los ocupados está por debajo del umbral de la pobreza (sus ingresos son inferiores al 60% de la renta mediana del país), frente al 10,9% del 2011. De media en la Unión Europea, la pobreza laboral afecta al 9,5% de los trabajadores.
Por todo ello, los representantes de la OIT pidieron un paquete de actuaciones que incluye la “reorientación” de la política laboral o modificaciones en el sistema tributario y bancario que facilite el crecimiento de las pequeñas empresas. Asimismo, criticaron con dureza la incapacidad de los servicios públicos de empleo para atender a los parados de larga duración o a los jóvenes que
El organismo internacional prevé que el desempleo cierre el año por debajo de la barrera del 20%
se podrían beneficiar del programa comunitario de garantía juvenil. “El plan es un fracaso, no hay recursos para orientación”, denunció el responsable de investigaciones del organismo radicado en Ginebra.
Preguntado por las últimas reformas de la legislación laboral, Torres se mostró partidario de priorizar la evaluación de las modificaciones realizadas y de reforzar la inspección para, con la normativa actual en la mano, poner coto a los abusos que se están produciendo. En todo caso, advirtió que “la economía española no puede desenvolverse con esas tasas de temporalidad.