Plan para prohibir la circulación de coches con 20 años
La medida, que entraría en vigor en el 2018, busca reducir la contaminación
Un 4% del parque móvil del área metropolitana de Barcelona tendría que jubilarse en el 2018 si prospera una propuesta para prohibir la circulación de vehículos con más de 20 años de antigüedad.
El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) quiere jubilar los vehículos contaminantes que tengan más de 20 años de antigüedad. El primer borrador en el que está trabajando marca el 2018 como la fecha en la que se empezará a prohibir la circulación de los coches más antiguos –y por lo tanto, más contaminantes– en Barcelona y su área metropolitana. Los primeros en ser vetados serán los que tienen la calificación Euro 1, que corresponde a los vehículos comprados antes de 1996. Según las estimaciones del AMB, un 4% del parque móvil metropolitano se vería afectado, aunque hoy en día no hay ningún estudio que determine la cantidad exacta de vehículos que superan los 20 años.
Posteriormente se prohibirá la circulación a los Euro 2, fabricados antes del año 2000, y de forma progresiva se irá implantando de manera más restrictiva, centrándose especialmente en los motores diésel. En el caso de los Euro 2, su entrada en vigor se plantea como una segunda fase para el 2019, aunque el calendario es susceptible a variaciones. Cuando se ponga en marcha el plan, a la prohibición permanente de los más contaminantes se sumará la restricción ocasional de otros grupos de vehículos durante los episodios de alta contaminación atmosférica, siguiendo el ejemplo de Madrid y otras ciudades europeas.
El objetivo es reducir las emisiones contaminantes derivadas de los coches y camiones más viejos hasta un 50% en el año 2020. “Más del 25% de la contaminación at- mosférica la causa el transporte privado, es el ámbito en el que tenemos que actuar con mayor urgencia”, remarca el vicepresidente de transporte del AMB, Antoni Poveda, que hace especial hincapié en los vehículos diésel. “Emiten una serie de partículas terribles pa- ra la salud”, dice Poveda, quien recuerda que la mayoría de visitas a las urgencias hospitalarias durante los meses de invierno son por problemas respiratorios.
El conjunto de medidas, entre las que destaca la prohibición de vehículos con más de 20 años a partir del 2018, será presentado esta misma semana a los miembros del Consejo de Municipios para la Lucha contra la Contaminación Atmosférica, creado el pasado diciembre y formado por las 36 ciudades del área metropolitana. El grupo de trabajo que discuta el do- cumento acabará de definir qué tipo de vehículos y en qué momento tienen que ser prohibidos en el área metropolitana, desde Castelldefels hasta Montgat y de Barcelona a Castellbisbal. Antoni Poveda
parece dispuesto a liderar la lucha contra el vehículo privado aunque es consciente de que se encontrará con muchos enemigos por el camino. De momento, el Ayuntamiento de Barcelona se presenta como un fuerte aliado. Mercedes Vidal, concejal de Movilidad y presidenta de TMB, se comprometió ayer a trabajar en la misma línea.
El papel de la capital catalana es fundamental, ya que el borrador que delimita las zonas de bajas emisiones elaborado por el área metropolitana indica que las restricciones de circulación podrían ser más elevadas en el perímetro delimitado por la ronda de Dalt y Litoral, lo que se conocerá como zona de bajas emisiones urbana. Ante episodios de alta contaminación atmosférica, en Barcelona y su entorno más inmediato podría llegar a prohibirse también a los vehículos Euro 3, aquellos que ahora tienen entre 11 y 16 años. A medida que se vayan implantando restric- ciones, los diésel serán los que sufrirán más limitaciones. También se plantean prohibiciones de circulación en lugares concretos que se definirán como zonas urbanas de atmósfera protegida (ZUAP) y que se situarán alrededor de puntos especialmente sensibles como pueden ser escuelas u hospitales tanto en la capital como en el resto de municipios.
El plan de restricción de vehículos contaminantes fue anunciado ayer por el AMB coincidiendo con la presentación de los datos de transporte público metropolitano durante el 2015. El transporte público gestionado por el AMB ha contado con cerca de 656 millones de pasajeros y se mantiene la tendencia al alza iniciada en el tercer cuatrimestre del 2013. Desde entonces no ha parado de aumentar el número de usuarios. En paralelo, también lo ha hecho el coche. Mientras el transporte público creció en el 2015 un 2,5%, el uso del vehículo privado en el área metropolitana lo hizo un 5,6%. En las principales vías de acceso a Barcelona (C-31, C-32, B-23 y las rondas), el incremento fue de un 4,7%.
Poveda reconoce que es difícil luchar contra las costumbres y “la bajada del precio de la gasolina hace más atractivo para muchos el vehículo privado”. Por eso marca como asignatura pendiente la mejora de la velocidad comercial de los autobuses para poder competir con el coche. “La mayoría de entradas a Barcelona aún no tienen carril bus VAO y ese tema se debe resolver con urgencia porque está penalizando al transporte público, sobre todo en hora punta”, reconoció el vicepresidente de movilidad del AMB. En la misma línea se pronunció Vidal, que llamó a “tomar medidas valientes y dar más espacio en superficie al transporte público” con estrategias en clave metropolitana para que los carriles bus no finalicen allí donde acaba el término municipal de cada ciudad.
En el plan para reducir las emisiones derivadas del transporte un 50%, que es en el marco en el que se sitúa la iniciativa de prohibir la circulación a los vehículos más contaminantes, el Área Metropolitana también pondrá de su parte para hacer la flota de transporte público más sostenible. De aquí a cuatro años esperan haber eliminado los vehículos diésel más viejos y desde
LAS PROHIBICIONES Las restricciones serían más elevadas en el perímetro delimitado por las dos rondas
LAS CIFRAS El transporte público creció en el 2015 un 2,5% y el uso del vehículo privado, un 5,6%
este mismo año todos los autobuses que se compren en TMB y las diferentes empresas que prestan servicio a las líneas interurbanas del área metropolitana serán híbridos, eléctricos o de gas natural. También se tenderá hacia un parque móvil sin diésel en los vehículos propios del AMB y de sus ayuntamientos, a los que se ayudará en la financiación de vehículos de bajas emisiones, preferiblemente eléctricos. En cuanto a los taxis, se continuará promoviendo la compra de coches no contaminantes. El objetivo del AMB es que en el 2020 menos del 50% de los taxis sean diésel y en el 2025 la cifra sea inferior al 33%.