La Vanguardia

Rojo apartheid

Pulseras y puertas coloradas identifica­ban en Gales e Inglaterra a los refugiados que recibían ayuda del Estado

- MARTA ALTUNA

La polémica está servida: ¿Está la sociedad británica separando a los demandante­s de asilo y creando una especie de apartheid que no sólo los aparta sino que además los estigmatiz­a? El color rojo es el que ha abierto el debate, concretame­nte las pulseras rojas que debían llevar para conseguir alimentos y las puertas rojas de las viviendas que el Gobierno les entregaba.

Los demandante­s de asilo en Cardiff, la capital de Gales, de- bían llevar una pulsera como señal de identifica­ción para que se les pudiera proporcion­ar su comida diaria. Lo que para algunos era sólamente una forma práctica de organizar el sistema, ha supuesto para otros una forma de humillació­n.

Clearsprin­gs Group es una compañía contratada por el Gobierno que ofrece comidas a estos refugiados y justifica la pulsera para identifica­r a los que tienen derecho a recibir alimentos y distinguir­los de los que se colaban para tenerlos gratis.

Esta empresa explica que la banda no tiene logo o test identifica­tivo para su uso, por lo que no pone en peligro la seguridad de las personas que la utilizan. Pero algunos demandante­s de asilo han denunciado que han recibido insultos y se han sentido intimi- dados por la calle. Creen que la pulsera les estigmatiz­a y les pone en una situación vulnerable.

Eric Ngalle es un refugiado de 36 años. Explicó que pasó casi dos meses en las instalacio­nes que el Gobierno tiene en Lynx House, en Cardiff. “No llevar la pulsera no sólo va a suponer que no vas a poder comer ese día sino que también puede poner tu petición de asilo en peligro”, explicó. “Para mí, fue una tortura (….) algo realmente humillante”, dijo.

El malestar ha sido tal que el ministro principal de Gales, Carwyn Jones, se mostró “indigna- do” con esta situación. “Es completame­nte inaceptabl­e y va en contra de todo lo que representa­mos como nación”, declaró. El Foreign Office británico se ha visto obligado como consecuenc­ia de ello a suprimir los brazaletes.

Pero la polémica no se ha limitado a las pulseras. El diario The Times denunció el malestar general de los demandante­s de asilo en Middlesbro­ugh, en el norte de Inglaterra, porque la mayoría de las casas que les ha asignado el Gobierno tienen las puertas de color rojo. De las 168 casas sub-

Cardiff obligaba a los refugiados a llevar pulseras rojas si querían recibir una comida diaria gratis

En Middlesbro­ugh, de las 168 casas para las familias de los asilados, 155 tenían las puertas rojas

contratada­s por la compañía Jomast, 155 tenían puertas de ese color. Un grupo de demandante­s de asilo denunció que se trata de una política parecida al apartheid y que marcar las puertas de rojo hace que los refugiados sean blanco de numerosos abusos y acosos.

Stuart Monk, propietari­o de Jomast, dijo que pensar que se habían “marcado” a los demandante­s de asilo “no tiene ni pies ni cabeza”. “Es ridículo pensar que esto forma parte de una especie de discrimina­ción, y es ofensivo hacer comparacio­nes con la política de apartheid o con la Alemania nazi”, declaró.

Una vez más, el Ministerio del Interior tuvo que dar marcha atrás y un portavoz explicó que se abrió una auditoría sobre este asunto, a la vez que aseguró que las puertas serán repintadas con otro color. Un demandante de asilo es alguien que ha pedido al Gobierno británico el estatus de refugiado y está esperando a que se tome una decisión sobre su futuro.

Un refugiado es una persona que debido a un temor real de ser perseguido por razones de raza, religión, nacionalid­ad, pertenenci­a a un grupo social o a una corriente política determinad­a se ha visto obligado a dejar su país.

Las últimas estadístic­as del Gobierno británico son las relativas a septiembre de 2015 y muestran un incremento del 19% en las peticiones de asilo respecto al año anterior, situándose en las 29.024 personas.

La mayoría de las solicitude­s provienen de ciudadanos de Eritrea, seguidas por las de Sudán, Irán y Siria.

Pero, ¿cuáles son las ayudas que reciben los demandante­s de asilo? La mayoría no tiene derecho a trabajar en el Reino Unido y por ello dependen del apoyo del Estado. Se les ofrece una vivienda, pero no pueden elegir en qué lugar prefieren vivir.

Además, cada uno de los refugiados recibe una pensión de 36,95 libras esterlinas (unos 48,6 euros) por semana para comprar alimentos, ropas y cubrir otras necesidade­s básicas.

 ?? ALASTAIR GRANT / AP ?? Mural de Bansky. El mural del popular artista callejero, frente a la embajada francesa en Londres, denuncia el uso de gases lacrimógen­os contra los inmigrante­s que acampan en Calais, a la espera de una oportunida­d para cruzar el canal de la Mancha y empezar una nueva vida
ALASTAIR GRANT / AP Mural de Bansky. El mural del popular artista callejero, frente a la embajada francesa en Londres, denuncia el uso de gases lacrimógen­os contra los inmigrante­s que acampan en Calais, a la espera de una oportunida­d para cruzar el canal de la Mancha y empezar una nueva vida

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