Boko Haram utiliza a dos niñas para causar una matanza en Camerún
El horror suicida hirió de nuevo a Camerún. Un triple atentado suicida en Bodo, una pequeña localidad del norte del país, provocó ayer una de las peores matanzas perpetradas por la banda yihadista Boko Haram en territorio camerunés. Al menos 29 personas fueron asesinadas y 62 heridas de diversa consideración cuando entre tres y cuatro atacantes hicieron estallar cargas explosivas en el mercado y la entrada de la población. Según testigos del ataque, al menos dos de las terroristas eran niñas muy jóvenes y escondían los explosivos debajo de la ropa y en sacos de grano.
La mayoría de las víctimas se produjeron a la entrada del mercado, mientras que seis personas resultaron muertas en un control de seguridad a la entrada de la localidad, donde otro atacante hizo estallar su cinturón bomba.
El norte de Camerún ha sufrido ataques similares en las últimas semanas. El 13 de enero, un ataque suicida causó la muerte de al menos trece personas en una mezquita de Kouyape, en el norte, y pocos días después otras cuatro personas murieron en un atentado en la aldea cercana de Nguetchewe. Desde que el 2013 se produjo el primer atentado de Boko Haram en el país, al menos 1.200 cameruneses han sido asesinados por el grupo yihadista.
Ante el aumento de la presión militar de una fuerza multinacional de Nigeria, Níger, Chad y Camerún, el grupo fundamentalista nigeriano ha perdido gran parte del territorio en los últimos meses, pero mantiene su capacidad de matar. De hecho, la banda ha iniciado una ola de atentados suicidas en la región, a menudo realizados por niñas de entre 6 y 11 años, en lugares muy concurridos. Mahamat Ahmat, responsable de seguridad del campo de refugiados de Dar es Salam en Chad, confirma a este diario el giro mortal de Boko Haram, cuyo nombre en lengua hausa se traduce como “la educación occidental es pecado” y que el año pasado juró lealtad al Estado Islámico: “Al principio sus milicianos hacían ataques cortos, para robar todo lo que podían y marcharse rápido. Desde el verano pasado, buscan objetivos débiles como mercados, difíciles de defender por el ejército, y optan por ataques suicidas. Sus autores sobre todo son mujeres y niñas”, explica. Según fuentes militares locales, los yihadistas drogan a las suicidas con tramol, un potente narcótico usado en camellos y caballos, antes de colocarles el cinturón de explosivos y enviarlas a asesinar.
Según las Naciones Unidas, la violencia de Boko Haram, que sólo el año pasado mató a más de 3.500 civiles, ha provocado que más de 2,2 millones de personas huyan de sus casas en Nigeria, Níger, Chad y Camerún.