Iglesias sólo ve un pacto de gobierno del que forme parte Podemos
Descarta la vía portuguesa, un acuerdo externo, y reclama la mitad de las carteras
No será cuestión de sillones, pero lo cierto es que Pablo Iglesias condicionó ayer el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez a que él, como vicepresidente, y algunos de los suyos más un representante de IU como ministros ocupen “al menos la mitad” de un futuro gabinete de coalición.
El secretario general de la formación morada subrayó además la necesidad de que el acuerdo de gobierno que pueda alcanzar se someta a consulta vinculante con los inscritos en Podemos, tal como establecen los estatutos del partido.
En entrevista con la Ser, Iglesias dijo que en su organización “no creen la vía” de un apoyo externo a un Gobierno socialista, a la manera “portuguesa”. El dirigente expuso argumentos cuantitativos y cualitativos para defender el alto precio que en cambio exige a Pedro Sánchez para posibilitar su investidura, cual es gobernar a medias. En primer lugar, apeló a una justa “proporcionalidad” respecto a los resultados del 20-D, donde Podemos obtuvo “trescientos mil votos menos que el PSOE” (341.000 menos, en realidad) e Izquierda Unida recibió “un millón” (923.000).
En segundo lugar, el aspirante a número dos de un Gobierno liderado por Pedo Sánchez volvió a meter el dedo en el ojo del PSOE al afirmar que “la garantía de que haya cambios” en un Ejecutivo conjunto es “que entren a gobernar equipos de personas que introduzcan savia nueva en los aparatos del Estado”. Para Iglesias, la savia nueva está obviamente en Podemos. Pero, por si hubiera dudas, él adujo que “de los partidos que han gobernado hasta ahora hay que fiarse poco”. La formación fundada hace dos años está dispuesta a “hacer política con ellos”, los socialistas, pero no a darles “cheques en blanco”. La confianza debe basarse por lo tanto “en los hechos”.
Sobre el Ministerio de Plurinacionalidad que quiere otorgar al líder de En Comú Podem, Xavier Domènech –en justa traslación de su victoria electoral en Catalunya–, Iglesias dijo que el cometido del departamento sería “concretar insti- tucionalmente” la diversidad de la nación de naciones que su formación ve en España, siempre desde la “fraternidad” entre ellas. Hay que “levantar puentes y crear un nuevo proyecto de ilusión” entre los ciudadanos de los diferentes territorios; buscar “otros encajes” entre dichas naciones, indicó.
En cuanto al referéndum sobre la relación de Catalunya con el Estado, reiteró su consigna de las últimas semanas en el sentido de que Podemos no negocia con líneas rojas aunque defenderá esa consulta “con firmeza”. Y precisó que los que sí pusieron líneas rojas al respecto fueron los miembros del Comité Federal del PSOE (al prohibir una negociación con Podemos si no renuncia a ese referéndum). Si los socialistas tienen una alternativa a la consulta, el partido morado está “dispuesto a escucharla”, aseguró.
Todas las respuestas de Iglesias corroboraron, tanto en la música como en la letra, su claro propósito de reafirmar sus posiciones negociadoras y aumentar la presión al PSOE hasta que el diálogo se inicie, si finalmente es el caso. En este contexto puede entenderse también que el líder podemita aprovechara la entrevista para recordar el condicionante estatutario de que “cual-
La dirección del partido llevaría un eventual acuerdo de gobierno a consulta de las bases
quier tipo de pacto post electoral” sea avalado por la Asamblea Ciudadana que forman los 350.000 registrados en el partido.
Otros cargos de Podemos salieron ayer a urgir a Sánchez a que empiece a negociar ya la coalición sin hacer caso de los críticos y líderes territoriales que se oponen al acuerdo. La diputada del partido de los círculos y vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo, dijo que espera que “las mujeres y hombres afiliados al PSOE” tengan peso suficiente para “mitigar las reticencias de algunos barones socialistas”. Y la jefa de gabinete de Iglesias y asimismo diputada Irene Montero lamentó que la “vieja guardia” del PSOE tengan a Sánchez “un poco atado de pies y manos,” y le dejen “poco margen para que trabaje en un gobierno del cambio”.