Charlatanes que venden humo
En las facultades de Periodismo ¿aún enseñan a titular noticias? Lo pregunto porque veo que muchos diarios on line pasan de explicar brevemente la información, con cuatro palabras, para que el lector decida si le interesa leerla o no. Ahora, en vez de titulares hay juegos de trampas. Yo los primeros titulares trampa los descubrí a finales de los ochenta en la prensa italiana, de papel. Ofrecían grandes expectativas que después descubrías que eran manipulaciones para captar tu atención y hacer que leyeses el texto, aunque esa lectura te decepcionase porque lo que te prometían no aparecía por ningún sitio. Harto de esos trapicheos al cabo de unos años dejé de leer La Repubblica y el Corriere della Sera. En la prensa británica esas piruetas chapuceras no aparecían, al menos en los dos diarios que compraba entonces: The Independent y The Guardian.
Ahora, en internet la tontería se ha multiplicado. Convencidos de que la mayoría de los lectores on line no quieren profundidad ni calidad sino espectacularidad, los titulares parecen concursos televisivos. Por una parte tene- mos las listas inacabables, a las que, si no me equivoco, me referí hace un tiempo. Las últimas que he encontrado hoy: “Dieciséis cosas que todos los mexicanos ya nacemos sabiendo hacer”, “Nueve curiosidades sobre Los odiosos ocho de Quentin Tarantino”, “¿A quién beneficiarían y perjudicarían unas nuevas elecciones?”... ¿A mí me lo preguntáis, que no tengo ni idea de política? ¿No tendríais que ser vosotros los que pusieseis un titular explicando al menos a quiénes beneficiarían esas nuevas elecciones? Demasiadas horas perdidas jugando al trivial.
Otro caso: “¿Por qué las ventanas de los aviones son redondas?”. No lo sé. No me lo preguntéis a mí. ¿Pensáis que soy alumno de una escuela de aeronáutica?
Más. Cuelgan una foto de una vaca con el titular “Esta vaca ha hecho una heroicidad y se ha convertido en trending”. Ni una pista sobre la supuesta heroicidad de la vaca. Me juego un riñón a que, si entrase en la noticia, descubriría que no tiene absolutamente nada de heroicidad. Entonces, ¿por qué no avanzáis trabajo, señores periodistas, y decís de qué proeza se trata? Así sabremos si nos interesa leerlo o no. Otro todavía: “¿Qué triunfa en Japón? ¿Cuál es el juguete que todos los niños japoneses quieren tener?”. Si nos lo preguntáis, es que no se trata de nada interesante.
Este es aún mejor: “Diez cosas que no sabías sobre Rusia”. ¿Cómo puede asegurar el redactor del titular que no sé –ni yo ni ninguno de los lectores– ni una sola de esas diez cosas que supuestamente ignoramos sobre Rusia? Quizás algún lector las sabe, y mucho mejor que quien ha redactado la noticia. Si clicase, comprobaría que seguramente tengo razón, pero no lo haré porque un titular así quita las ganas de seguir leyendo. Debe de ser el nuevo periodismo. Lo único que les interesa es que cliquemos. Matarían a su madre por un clic.
“¿Qué triunfa en Japón? ¿Cuál es el juguete que todos los niños japoneses quieren tener?”