Bula para Zidane
Nadie critica al francés por los mismos errores que condenaron a Benítez
A Rafa Benítez le hubieran crucificado por lo que hizo Zinedine Zidane ante el Betis. Ese fue uno de los comentarios en la expedición oficial de regreso a Madrid tras enterrar en el Villamarín parte de las ya menguadas opciones de los blancos al título de Liga. Sin embargo, Zidane no tiene de qué preocuparse, por ahora. Florentino Pérez comentó en su círculo de confianza que el resultado fue sobre todo un accidente, pero que el equipo tuvo buena pinta y hay que seguir trabajando en esta línea. Justo lo que mantuvo Zidane en rueda de prensa.
Opine lo que opine el presidente, al que ya no le queda otro recurso que sostener a Zidane como único paraguas hasta el final de la temporada, a nadie se le escapa en el club que el empate fue todo un bajonazo, seguramente definitivo, a la ilusión que se respiraba en el madridismo desde la asunción de poderes del francés.
El equipo reprodujo punto por punto todos los errores que llevaron al cese de Rafa Benítez: poco compromiso de los jugadores en el arranque, un fútbol plano y falto de recursos ofensivos y una clara fuera de forma de jugadores supuestamente decisivos o llamados a desequilibrar, como Cristiano y James. Si a todo eso se le suma una alineación política de Zidane (la titularidad de Danilo en detrimento de Carvajal y la de James en lugar de Jesé) y su tardía reacción para leer el partido, todo eso da un cóctel muy aproximado al que ya se vivió en El Madrigal o en Mestalla, cuando al Madrid lo manejaba “el tío gordo ese”, en definición no muy amigable de Florentino Pérez al que fuera su apuesta a principios de la actual temporada.
El empate también dejó en el Madrid otros daños colaterales. Reflejó, por ejemplo, la descoordinación institucional en el club. Cinco minutos después de que Emilio Butragueño dijera para las cámaras de televisión que Carvajal no había sido titular “porque había tenido unas décimas”, Zidane le desmintió en rueda de prensa al asegurar que el cantera- no no había jugado “simplemente por decisión técnica”.
La zona mixta del Villamarín también dejó para el recuerdo un James Rodríguez avinagrado por su situación personal y que no dudó en meterle pullas a Benítez: “Yo me entreno cada día. Siempre. Sólo que ahora nos entrena- mos más y eso ayuda mucho. El cambio fue bueno y todos vamos bien con él”. Preguntado si no rinde en esta temporada como en la pasada porque sale mucho de noche, el centrocampista colombiano explotó: “Que digan esas cosas a uno le pone mal. Creo que todos saben que soy un gran pro- fesional. Todo eso que se dice es mentira. Que digan que no me cuido y estoy gordo jode mucho porque yo le debo mucho al fútbol y siempre intento estar bien”.
Pero si el partido de Sevilla dejó un damnificado en el Madrid ese fue Cristiano, irreconocible en una temporada en la que ha perdido gran parte de su efectividad, pero ha conservado sus malos modos para con el rival. Hasta en cinco ocasiones ha agredido al jugador que le marcaba, sin recibir sanción en ningún caso. El último fue el lateral bético Molinero, quien le hizo muchas patadas todo el partido y sólo vio la amarilla por la enésima zancadilla sobre el portugués, ya en el minuto 68, justo dos minutos antes del empate de los blancos, con previo fuera de juego de James.
Además, por primera vez desde que está en el Madrid la estadística no respalda a Cristiano. De los tres de la delantera es quien tiene peor porcentaje de eficacia en los remates: un 12% de acierto por el 27% de Bale y el 29% de Benzema, el jugador más en forma y también por primera vez desde que comparte vestuario con el portugués el líder en la tabla goleadora. El francés lleva 17 goles en 16 partidos mientras que el portugués suma uno menos, 16, en 21 partidos. Fuentes del club comentaban también que al portugués le iría bien un descanso. Pero el problema es el de siempre: ¿quién le pone el cascabel al gato?”.
¿SENTAR A CRISTIANO?
En el club creen que a Cristiano le iría bien un descanso, pero ¿quién se atreve a sentarle?