Las dudas sobre la economía lastran a la banca y golpean duro a las bolsas
El Ibex baja un 1,8% con fuertes descensos entre las entidades financieras
Las dudas sobre el estado real de la economía castigó ayer con dureza a las entidades financieras de todo el mundo, aunque se cebó especialmente con los bancos españoles e italianos, aquejados de problemas específicos y peores perspectivas de beneficios. La banca europea cayó un 3,4%; la española, un 3,9%; y la italiana, un 4,3% en un día en el que. además, el precio del petróleo volvió a contraerse con fuerza –en torno a un 4%, cerca del cierre–, prolongando la volatilidad que ha sido la nota predominante de las últimas semanas.
Si el crecimiento mundial es menor, como apuntan los datos que llegan de China y algunos emergentes, costará más que la demanda global del crudo se acerque a los altísimos niveles actuales de producción, lo que redundará en un auge más lento de los precios y, previsiblemente, en un largo periodo de bajos tipos de interés. Es decir, de márgenes estrechos para el sector financiero. A todo lo anterior, más o menos descontado por los mercados, se añaden incertidumbre de algunos países. Es el caso de Italia, donde se espera un proceso de consolidación del sector que no acaba de activarse mientras el Gobierno intenta crear un banco malo para sanear los balances de sus entidades. Ayer, Unicredito y Banca Popolare lideraron las caídas, superiores a un 6%.
En el caso de los bancos españoles, el mercado recela del efecto en la economía del periodo de interinidad política que se avecina y –justo en la semana de presentación de resultados– teme que deban afrontar nuevas provisiones. El inicio de año en bolsa ha sido pésimo. Sólo ayer, los siete bancos del Ibex perdieron unos 5.700 millones de valor bursátil. Caixabank y el Sabadell bajaron un 6,5% y 5,3%, respectivamente, mientras que Popular, Bankia y el Santander se dejaron todos algo más del 4%. Los mejores, BBVA y Bankinter, cayeron más de un 3%.
“No hay nada específico en el día, todo lo ocurrido obedece aparentemente al miedo a que se frene el crecimiento”, comentó Cristian Torres, responsable de inversiones de Solventis. En Renta 4, destacaron también que el castigo a la banca “se trata de un fenómeno global debido a la falta de confianza en el futuro”. En Europa, destacaron las pérdidas de los alemanes Deutsche Bank (5,5%) y Commerzbank (3.6%) y de los británicos Lloyds (5,6%), Barclays (4,7%). Los principales bancos franceses cerraron alrededor de un 3% por debajo del úl- timo precio del pasado viernes. En Estados Unidos, Citigroup y Bank of America se movían en parámetros similares a menos de una hora del cierre de la sesión.
Tras el fuerte rebote del jueves y viernes de la semana pasada, las bolsas esperan nuevas señales para definir el rumbo que seguirán en las próximas semanas. Al margen de los resultados de las empresas cotizadas, serán clave tanto la evolución del precio del crudo como las señales que lleguen de la reunión del comité de mercado abierto de la Reserva Federal que empieza mañana. En el caso del petróleo, parece evidente que no hay consenso en torno a los grandes países productores. Ayer, Abdalla El-Badri, secretario general de la OPEP, admitió que era vital afrontar el asunto de la sobreproducción actual, pero recordó que esto “debe verse como algo que la OPEP y el resto de productores tienen que tratar conjuntamente”.
La guerra comercial entre el cártel y los países que están fuera de él por afianzar su cuota de mercado es la que ha llevado a los niveles actuales de precios –en torno a 30 dólares– a pesar de que la demanda está en máximos históricos. Khalid Al-Falih, presidente de Aramco –la petrolera de Arabia Saudí–, dijo que “toda la oferta que llegó al mercado entre el 2008 y el 2015 [en los años de la Gran Recesión] provino de los países de fuera de la OPEP y esta dinámica sólo cambió el año pasado, cuando la OPEP añadió alrededor de un millón de barriles de crudo diarios al mercado”. Aramco contribuyó a las caídas del precio del crudo de ayer al anunciar, en contra de lo que han hecho o anunciado petroleras y algunos países productores, que mantiene sus planes de inversión. Es decir, que no tiene planes de producir menos. Por el lado de la demanda, China vio caer sus pedidos de diésel por cuarto mes consecutivo.