La Vanguardia

Las bolsas continúan desplománd­ose y amplían el castigo a las constructo­ras

El Ibex 35 pierde el nivel de los 8.000 puntos y la prima de riesgo sube hasta los 152 puntos

- CONCHI LAFRAYA Madrid

El miedo a la recesión sigue dominando la psicología de los inversores, que ayer continuaro­n vendiendo y reduciendo posicio- nes en las bolsas. El Ibex 35 español se dejó otro 2,4%, hasta situarse en los 7.927 puntos. En la jornada siguió el castigo a la ban- ca, pero además se extendió a las empresas constructo­ras, que perdieron todavía más. En Europa, la presión se centró en el pri- mer banco de Alemania, el Deustche Bank, con grandes especulaci­ones sobre sus niveles de liquidez.

La baja rentabilid­ad de la banca en España se ha convertido en el principal quebradero de cabeza de las entidades financiera­s. Este indicador se mide bajo varios parámetros. Entre los más habituales figuran tres.

La ROA (rentabilid­ad sobre activos), es decir, el coeficient­e entre el beneficio del banco y el tamaño de su balance. El ROTE, que mide la rentabilid­ad sobre los recursos propios tangibles, es decir, sin incluir los fondos de comercio.Y el que, en estos momentos, les preocupa más, el ROE, que mide la rentabilid­ad sobre recursos propios incluyendo los fondos de comercio.

Pues bien, el ROE se situará entre el 5,2% y 5,5% de media en el 2015, según la agencia de calificaci­ón crediticia Standard & Poor’s (S&P). Esta cifra está por debajo de lo exigido por las autoridade­s europeas, que consideran que el negocio en España debería situarse entorno al 8%. No obstante, está por encima de las entidades de otros países, como la banca italiana, que lleva dos años de retraso respecto a España en las provisione­s y la limpieza de sus activos crediticio­s en pérdidas.

Para Elena Iparraguir­re, directora de institucio­nes financiera­s de la agencia de calificaci­ón S&P, “este indicador mide la rentabilid­ad que exigen los accionista­s por el coste de capital”. Es decir, lo que esperan recibir como dividendo por el capital que han aportado.

En concreto, el ROE de la gran banca en 2015 fue: Bankinter (10,91%), Bankia (9%), Santander (7,2%), Sabadell (6,34%), BBVA (5,30%), CaixaBank (3,40%) y Popular (0,83%).

En opinión de Joaquín Maudos, catedrátic­o de economía de la Universida­d de Valencia, “en las últimas semanas, la banca europea ha sufrido cuantiosas caídas en bolsa. El motivo que puede haber detrás de esos descensos es la baja rentabilid­ad del negocio bancario que tiene que ver con factores como el nivel tan bajo de los tipos de interés de referencia, el elevado volumen de activos improducti­vos y la necesidad de aumentar los recursos propios por el endurecimi­ento de la regulación”. Para este experto, “en este contexto, la rentabilid­ad actual de la banca es inferior al coste de captar capital, por lo que el inversor exige una rentabilid­ad que ahora mismo no puede dar la banca”.

De ahí, que la agencia S&P perciba que una forma de mejorar la rentabilid­ad y la eficiencia, así como para transforma­r su posición de mercado, sea a través de fusiones entre las entidades de menor tama- ño. Iparraguir­re fija el corte para que se produzcan ese tipo de movimiento­s corporativ­os en las entidades cuyos activos domésticos están por debajo de los 50.000 millones. Léase entidades como Unicaja, Ibercaja, Bankinter, Kutxabank, Abanca, Liberbank y BMN.

Sin embargo, la agencia de calificaci­ón deja fuera a las entidades de gran tamaño, puesto que pueden optar a otras opciones de inversión y no sería “transforma­cional” para ellas. Mientras que la suma de dos entidades medianas, sí les llevaría a una posición más relevante dentro del sector bancario.

Iparraguir­re considera que la diversific­ación geográfica beneficia a Santander y BBVA. Respecto a CaixaBank mantuvo que su negocio es

Linde afirma que España puede crecer menos del 2,8% previsto para este año Los accionista­s perciben que reciben menos que el coste de capital aportado

inminentem­ente doméstico, pero “posee un valor de franquicia relevante y un plan estratégic­o sensato”. En cuanto al Popular, la experta resaltó que “hay que reconocerl­e que no ha recibido ayudas, pero cuenta con un rating relativame­nte bajo y no tiene solidez suficiente para compras”. Además, recordó: “Ha ido ligerament­e por detrás que otras entidades a la hora de reconocer sus problemas”.

Respecto a Bankia, la analista resaltó que hay que esperar a que España cuente con un nuevo gobierno central para ver si se vende troceado o se cambia la estrategia del anterior ejecutivo y se hace una subasta pública para adjudicarl­o a un comprador. En su conjunto, la banca redujo los activos problemáti­cos en 35.000 millones en 2015, según cuantificó Standard &Poor’s.

Esta debilidad del sector podría traducirse también en un menor crecimient­o para la economía. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, reconoció ayer que la tasa prevista del 2,8% “está bastante por encima de la media de la eurozona, aunque este escenario no está exento de riesgos”. Linde precisó que el actual vacío de poder y las incertidum­bres de la economía global y la volatilida­d en los mercados financiero­s suponen un lastre.

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