Una vez más, nadie asume culpas
La Generalitat achaca el incendio a la dejadez de Adif y el gestor ferroviario reprocha a los Mossos falta de vigilancia
Como sucede invariablemente cada vez que Rodalies se sume en el caos, el incidente de ayer desató una vez más una guerra política en la que todas las formaciones políticas quisieron intervenir y en la que la administración catalana y la española se cruzaron acusaciones tratando de responsabilizar al adversario de lo sucedido.
Los problemas ferroviarios cargaron de argumentos al conseller de Territori, Josep Rull, en su reclamación al Ministerio de Fomento de la transferencia íntegra del sistema de Rodalies. “No ha habido suficiente diligencia en el mantenimiento de las instalaciones por parte de Adif”, aseguró el conseller, que consideró “muy grave” el incidente. Un calificativo también utilizado por la vicepresidenta Neus Munté, que definió los hechos como “una acumulación constante de despropósitos de Adif y Fomento”.
“No queremos seguir culpabilizándolos, queremos controlar todo el sistema para poder asumir nosotros las responsabilidades”, indicó Josep Rull, que reiteró ayer la petición del traspaso de competencias tal y como hizo directamente el viernes a la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor. Rull estuvo reunido ayer durante gran parte de la mañana en el gabinete de crisis de su departament y Renfe. El presidente de la compañía, Pablo Vázquez, pidió disculpas a los viajeros en una comparecencia de prensa a media mañana y trabajó codo con codo con el gobierno catalán. En cambio, Adif no dio explicaciones hasta las seis de la tarde. Su presidente, Gonzalo Ferre, defendió que ya habían avisado a los Mossos que había gente malviviendo en el interior de la estación abandonada. “Son las fuerzas del orden las que tienen que evitar que la gente entre allí”, valoró Ferre. Minutos después, Rull decía que son “excusas que no se pueden aceptar” y le recordó a Adif que “si la estación hubiera estado bien mantenida y cerrada no habría pasado nada”.
La respuesta de Rull llegó tras la reunión del organismo mixto de coordinación entre la Generalitat y Renfe que estaba convocada ayer para confrontar las discrepancias entre ambas administraciones acerca de las inversiones en infraestructuras. Mientras miles de personas trataban de volver a casa en tren, representantes de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y Renfe se reunían para certificar lo que ya se dijeron el viernes Rull y Pastor. El Gobierno español defiende una inversión de más de 400 mi- llones de euros, pero el Ejecutivo catalán asegura que sólo han sido un 2% de los 306 millones acordados en 2013. Diferencias abismales entre las cifras de unos y otros que no se acercaron ayer. Al contrario, el incendio acrecentó las distancias entre los dos gobiernos e hizo ganar nuevos aliados a Rull.
El Ayuntamiento de Barcelona quiso dar a través de la teniente de alcaldía de Movilidad, Janet Sanz, una imagen de unidad con la Generalitat para exigir responsabilidades a una Adif ausente de la reunión. “Y si la respuesta no es la correspondiente, que transfieran las competencias”, zanjó Sanz. Rull también consiguió poner de su lado a Renfe al denunciar que Adif cada vez establece más limitaciones de velocidad en las vías de Rodalies que inicialmente son temporales pero acaban siendo indefinidas. Esas limitaciones dificultan el cumplimiento de los horarios a Renfe. “Se ha acabado que Adif decida donde actúa, la Generalitat tendrá que dar el permiso”, advirtió Rull escudándose en el contrato entre el titular del servicio y el gestor de la infraestructura para tratar de evitar que Adif pueda continuar tomando decisiones de manera unilateral.
El PSC anunció que llevará el tema al Congreso y defendió la necesidad de acuerdo para que, según Jaume Collboni, no sean los usua- rios los que “paguen las consecuencias de diálogo y colaboración entre Estado y Generalitat”. C’s también llevará el asunto al Parlament. “Hay una responsabilidad compartida, es la Generalitat quien debe dar información y buscar vías alternativas para los usuarios”, dijo Inés Arrimadas.