Madrid defiende ante Europa el plan del Ebro
El Ministerio de Agricultura asegura a la delegación de europarlamentarios que el Plan Hidrológico garantiza la supervivencia del Delta
Un día después de escuchar y comprobar sobre el delta del Ebro los argumentos de las principales voces contrarias al Plan Hidrológico, la delegación de diputados del Parlamento Europeo conoció ayer en Madrid el posicionamiento radicalmente opuesto, el que capitanea el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El Gobierno español sostuvo que la nueva planificación no sólo cumple con la directiva europea del agua, sino que “mejora la protección” del humedal ebrense “con una definición de caudales ecológicos razonable, sostenible y ajustada a la legalidad”.
Sabedores de la presión social y política que se está ejerciendo desde Catalunya, quienes han diseñado el polémico plan contraatacaron con un alud de datos e información. Entre los argumentos, que se alcanzó un “amplio consenso” antes de aprobar el pasado enero la revisión del plan. El ministerio destacó la incorporación de “multitud de alegaciones” para “mejorar su contenido inicial” y aseguró ante la delegación de Bruselas que el caudal ecológico no solo no se ha reducido, sino que se ha incrementado.
A pesar de que en el caso de Catalunya el Plan Hidrológico ha provocado un fuerte rechazo social, con 50.000 personas manifestándose el domingo en Amposta (Montsià) para pedir la intervención de la Comisión Europea, el Ministerio de Agricultura habló ante los europarlamentarios de “apoyo mayoritario de las administraciones, organizaciones y entidades vinculadas al agua en cada cuenca hidrográfica”.
Según el Ejecutivo español, se ha conseguido el “equilibrio entre la consecución de los objetivos ambientales y la atención a las demandas” de los regantes, que han visto con satisfacción como el plan incluye 465.000 nuevas hectáreas de regadío en toda la cuenca (2016-21). Madrid recordó a Bruselas que el plan ha incorporado “gran parte” de las recomendaciones formuladas por la Comisión Europea.
Entre los datos facilitados a los diputados europeos, que el ministerio hizo públicos justo al acabar la reunión, que los consumos previstos en la cuenca del Ebro “no superan de media el 49% del recurso natural, conservando un 51% para satisfacer las necesidades del tramo bajo y entorno deltaico”. El Gobierno argumenta que así se “cumplirán con las funciones ambientales, favoreciendo el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad general de la cuenca”. El ministerio fue incluso un poco más allá, al sostener que lo que ha previsto el plan para el tramo final del río Ebro “va en la línea de lo que ha venido proponiendo la Comisión sobre la Sostenibilidad de las Terres de l’Ebre en las últimas reuniones”.
El Gobierno español se esforzó ante la mirada de Europa en destacar tanto la “complejidad” del plan de la cuenca del Ebro, que “afecta a nueve comunidades autónomas”, como el discutido cumplimiento de la legislación comunitaria sobre la gestión del agua y la protección medio ambiental del delta del Ebro. Entre los argumentos esgrimidos, que la aportación en la cuenca del Ebro es de “un caudal natural total de 14.623 hm3/año, de los cuales las aportaciones más significativas se producen en Aragón (37%), Catalunya (24%) y Navarra (20,2%)”. Un mensaje final a para la Generalitat, que ha expresado su intención de iniciar una batalla judicial, al recordar que el primer Plan Hidrológico ya recibió en una sentencia reciente el “aval técnico” del Tribunal Supremo.
El Gobierno sostiene que se ha incrementado el caudal ecológico y que el plan se ha aprobado con “amplio consenso”