El base boricua
El base puertorriqueño reaparece tras siete semanas y jugará por primera vez el torneo
El puertorriqueño Carlos Arroyo, apartado casi dos meses del equipo por una inoportuna lesión muscular, reaparece en un momento decisivo para el Barcelona, que debuta mañana en la Copa del Rey ante el Dominion Bilbao.
La salida de Marcelinho Huertas a Los Angeles Lakers abrió una vacante en la posición de base para el Barcelona Lassa y el puesto, para el que había varios candidatos, fue para el puertorriqueño Carlos Arroyo, un jugador con amplia trayectoria en la NBA, donde ha militado en ocho equipos, y de una indiscutible clase. Pero una lesión ha apartado al boricua de la actualidad durante casi dos meses y su reaparición, que se produjo el pasado domingo ante el Sevilla, es básica para los blaugrana, que mañana debutan en la Copa del Rey ante el Dominion Bilbao, en el primer partido de los cuartos de final de una competición que este año se disputa en el Coliseum de A Coruña.
La lesión muscular, que le ha alejado de las pistas más tiempo del previsto, llegó en mal momento, en parte porque su integración en el grupo no estaba acabada y también porque el equipo blaugrana se quedó sin un jugador importante en un tramo tan complejo de la temporada como enero, con muchos partidos importantes y desplazamientos muy largos. “A mi edad (36) trato de analizar las cosas con tranquilidad. Si fuera más joven hubiese estado más frustrado por la situación, pero las actuaciones del equipo me han mantenido sereno”, afirma Arroyo ante la que será su primera Copa. En el 2002, después de que los Raptors deci- dieran no contar con él, estuvo dos meses en Vitoria, pero antes de que llegara la competición copera Denver reclamó sus servicios y abandonó el Tau. “Ese año no la jugué, pero sé que es una competición muy interesante y estamos preparados para afrontarla, para vivir cuatro días muy intensos y luchar por el título”.
El base boricua es consciente de que “no puede haber un día malo, tenemos que jugar casi perfecto ante otros equipos que tienen mucha experiencia y el mismo objetivo que nosotros. Pero estoy convencido de que el equipo está a punto para jugar a un nivel muy alto y que las cosas sucedan como esperamos”.
Tantas semanas (7) viendo a sus compañeros en una silla desde la banda le han servido “para aprender mucho sobre el funcionamiento del equipo, ver las cosas que podemos hacer mejor, el movimiento del balón, la necesidad de hablar más en defensa y ayudarnos. Está en nuestras manos usar los sistemas, comunicarnos más en la pista y aspirar al título en esta Copa. Tengo buenas sensaciones”.
La reaparición de Arroyo coincide con la inesperada baja de Lawal, un hombre básico bajo los tableros. “Su baja nos duele mucho porque muy pocos pueden hacer las mismas cosas que él. Nos aporta intensidad y pasión, y ahora estamos obligados a cubrir ese hueco sin que se note su ausencia. No será sencillo hacerlo”.
Pero la temporada no concluye en A Coruña. Hay vida más allá de la Copa. “Sí, es cierto. Quedan otras metas y si seguimos adelante sin lesiones creo que podremos alcanzarlas. Pero de momento hay que pensar solamente en este torneo, concentrarnos en hacerlo bien y saber que tenemos buenas sensaciones. La verdad es que no se puede hablar de favoritos porque hay varios candidatos. El Barça es uno de ellos”.
“Estamos preparados para afrontar la competición, vivir cuatro días intensos y luchar por el título”
“La baja de Lawal nos duele mucho porque muy pocos pueden hacer lo mismo que él”