Sarkozy, investigado por financiación ilegal de su campaña electoral del 2012
Tras 11 horas de declaración, los jueces complican la carrera del expresidente
Nicolás Sarkozy será investigado por la financiación ilegal de su campaña electoral en el 2012. Una declaración como imputado fue la conclusión del juez ante el que el ex presidente prestó declaración durante once horas.
Aunque no presupone culpabilidad, solo “indicios graves”, la investigación pone claramente su apellido a otro de los escándalos de financiación de su carrera. Esta es la segunda imputación que acumula quien aspira a reconquistar el Elíseo, operación que ahora parece casi imposible.
Para esa escalada, Sarkozy debería antes lograr ser elegido candidato presidencial de su partido, en las primarias de noviembre, a las que acude con los sondeos en contra y claramente superado por el alcalde de Burdeos, Alain Juppé. Esta imputación recuerda el enorme lastre judicial que el tenaz expresidente carga sobre sus espaldas en su voluntarioso propósito de reconquistar el Elíseo en el 2017, dentro de 15 meses.
La ley prevé dos alternativas para “los candidatos que superen el techo de gastos electorales” por ella establecido: o bien una multa de 3.750 euros, o bien un año de cárcel. Y el problema es que en la campaña electoral del candidato Nicolas Sarkozy ese techo –establecido en 22,5 millones– se superó con por lo menos otros 18 millones de euros.
En el entorno del candidato al- gunos lanzaron la alarma durante la campaña, aconsejando “una prohibición completa de meterse en más gastos que ya han superado el techo legal”, avisaba en marzo del 2012 un documento de sus secretarios. Una sociedad llamada Bygmalion se ocupaba de organizar los eventos electorales, pero el asunto se solucionaba a base de facturas falsas. Respuesta de Sarkozy, en el libro ( La France pour la vie) que acaba de publicar: “No sabía nada de esa sociedad hasta que estalló el escándalo”. En anteriores declaraciones ante el juez, el expresidente le pasó la patata caliente al entonces presidente del partido, Jean-François Copé, que ha sido exonerado y ya solo figura en el caso como “testigo”.
Las primarias del centro y la derecha se celebrarán entre el 20 y el 27 de noviembre. Ser imputa- do es algo que puede concluir, en el peor de los casos, en un proceso con declaración de inelegibilidad, lo que pondría punto final a su carrera. Algunos estiman que Sarkozy ya ha colmado el vaso.
“En cualquier democracia madura ya estaría descalificado para la carrera del Elíseo”, señala el portal Mediapart, en una reflexión típicamente ibérica. Pero Sarkozy persevera.
Aún con nueve meses por delante, los aspirantes a las primarias ya calientan motores y publicando libros. Los candidatos declarados son siete, entre ellos los ex primeros ministros Alain Juppé, alcalde de Burdeos, y François Fillon. El claro favorito de los siete es Juppé, que aventaja holgadamente a Sarkozy en todos los sondeos y que acaba de recibir el apoyo de un peso pesado: el también ex primer ministro JeanPierre Raffarin.
El expresidente forma parte de los cuatro presidenciables de la derecha que aún no han anunciado su candidatura. Al grupo pertenecen también los exministros Bruno Le Maire y Nathalie Kosciusko-Morizet.
Los candidatos deben superar la barrera del padrinazgo: para participar necesitan el apoyo de por lo menos veinte diputados y de por lo menos 2.500 afiliados y 250 cargos electos repartidos entre un mínimo de treinta departamentos del país.
Alain Juppé supera holgadamente a Sarkozy como favorito en las primarias de la derecha francesa