Turquía intenta persuadir a sus socios para una operación militar terrestre
Turquía lo tiene claro: “Sin una operación militar terrestre no hay forma de detener la guerra en Siria”. Así lo manifestó ayer un representante oficial en una reunión con periodistas extranjeros en Estambul. Pero “debe haber un amplio consenso”, dijo el funcionario de Exteriores a condición del anonimato, puesto que no es suficiente con la sola voluntad de Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Quatar y Turquía. “Deseamos una operación terrestre con nuestros aliados internacionales”, añadió.
El representante de Ankara hablaba un día después de que el mi- nistro de Defensa, Ismet Yilmaz, asegurara que Ankara no contempla el envío de tropas al país vecino. Y esto a pesar de que el ministro de Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, admitiera el fin de semana que Ankara y Riad estaban sopesando lanzar una operación conjunta en Siria. La principal dificultad de una iniciativa de este tipo, según reconoció el representante oficial ayer, es la dificultad de lograr una resolución de las Naciones Unidas en este sentido debido al veto ruso.
A una pregunta de La Vanguardia acerca de qué grupo armado sería el objetivo de una eventual incursión militar no unilateral —si las fuerzas del régimen de Da- masco, los yihadistas del Estado Islámico o las milicias siriokurdas—, el oficial adujo que se debe eliminar toda amenaza de organizaciones terroristas, “incluida naturalmente la de (la milicia siriokurda) Unidades de Protección Popular (YPG)” para terminar la sangría en el país vecino y dar pa- so así a “una transición política sin (el presidente sirio) Bashar el Asad”.
Las YPG cooperan, según Ankara, con la organización armada Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el PKK, considerado terrorista por Bruselas y Washington. En el caso de que los aliados turcos no acepten —como ocurre con EE.UU.— esta constatación, “al menos tendrían que aceptar que no respeta la indivisibilidad territorial estipulada por la resolución de las Naciones Unidas 2254” del año pasado, hizo hincapié el funcionario.
Ayer, en el cuarto día consecutivo, la artillería turca atacó posiciones de las YPG en el norte de Siria. Ankara, como reiteró el funcionario, lo hace respondiendo a los proyectiles de morteros lanzados desde el otro lado de la frontera, a pesar de que no pudo evidenciarlo y las YPG lo niegan de forma vehemente.
Ankara se enfrenta a la dificultad de vencer el veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU