Sánchez se muestra optimista pese a que Podemos mantiene su envite
“No estoy trabajando por una investidura fallida”, asegura el líder del PSOE
“No estoy trabajando por una investidura fallida”, aseguró Pedro Sánchez a La Vanguardia, anoche al término de otra jornada negociadora tras la que, pese a las apariencias y al envite de Podemos, aseguró sentirse “mucho más cerca que hace diez días” de lograr su objetivo de ser investido como nuevo presidente del Gobierno. “Ya sabíamos que no iba a ser fácil, que unos días parecería más próximo y otros más lejano. Pero me siento razonablemente optimista”, insistió.
Y es que, según admitió, sigue sin tener en mente la fecha del 26 de junio, en que se repetirían las elecciones generales si nadie logra la investidura. Tampoco la del 3 de mayo, en que se disolverían las Cortes. “Estamos trabajando para llegar con el mayor apoyo posible al 2 de marzo”, insistió, en referencia al día en que se celebrará el debate de investidura. O, al menos, “con los votos suficientes”. El sueño, por tanto, aún no se ha roto. “Al contrario”.
Desde que el Rey le encargó intentar formar Gobierno, el pasado 2 de febrero, el líder del PSOE y aspirante a la Moncloa supo que el camino sería, si no muy largo, sí desde luego tortuoso. Y que habría momentos en que le parecería tener su objetivo más próximo y otros, en cambio, mucho más lejos. Ahora ya hay un deadline, una fecha límite, el 2 de marzo en que se presentará a su investidura, y toda la presión se ha redoblado en torno a Sánchez.
En primer lugar, por parte de Podemos, que insiste en liderar la con- formación de un Gobierno de izquierdas, en el que Sánchez sería poco más que un convidado de piedra, y en la imposición de una sucesión de planteamientos inasumibles para el PSOE, como el referéndum en Catalunya.
El documento que Pablo Iglesias puso encima de la mesa el pasado lunes sería, según piensan muchos en el PSOE, la culminación de una estrategia que sólo busca la ruptura y la repetición de unas elecciones. Pero Sánchez prefirió ver lo positivo de esta situación: “Cuando uno presenta un documento, entiendo que lo que quiere es negociar”. Aunque no le gustaran nada las formas que gastó Iglesias: “Para mí pueden más las ganas de cambiar las cosas que las formas, me quedo con el fondo. Y seguro que podemos encontrar espacios comunes”, aseguró.
Sánchez, no obstante, rechazó la exigencia de Iglesias de sentarse los dos en una nueva cita. “Las fotos, al final”, replicó el líder del PSOE. Así que anunció que ordenó a su equipo negociador que evalúe el documento de Podemos, para incorporar al programa de gobierno del PSOE todo lo que sea asumible. Desde luego, no el referéndum de autodeterminación ni un incremento “brutal” del gasto público. Pero sí muchas otras propuestas de la formación
morada que, según advirtieron en la dirección del PSOE, “no desenganchen” del acuerdo a Ciudadanos.
Después, el PSOE le remitirá el documento con las nuevas incorporaciones a Podemos y entonces, si quiere, Iglesias se podrá sentar con Sánchez, “para firmar el acuerdo”.
Pero mientras Podemos sigue en sus trece, Ciudadanos se impacienta y aprieta a Sánchez, quien no obstante, ayer agradeció efusivamente a Albert Rivera su “disposición” para negociar e incluso constituir un Gobierno “de manera urgente”.
Sánchez está aguantando todas las presiones, incluso en el propio PSOE, que tratan de que tire la toalla. Y mantiene la hoja de ruta que, plagada de incertidumbres, pretende conseguir su investidura el sábado 5 de marzo, en segunda votación y por mayoría simple. Aunque sea por la mínima. El PSOE, junto a to-
JUAN CARLOS MERINO El PSOE va a asumir propuestas de Podemos que “no desenganchen” del acuerdo a Ciudadanos
das las formaciones con las que está negociando –C’s, PNV, Compromís, IU y Coalición Canaria–, suman 143 escaños. Es lo que ya llaman en el PSOE el “bloque del cambio”. Y lo que denominan el “bloque del no” –PP, ERC, CDC y Bildu–, suma 142 escaños. La abstención de Podemos, con esta ecuación, daría la investidura a Sánchez. Aunque por los pelos. Si la formación de Iglesias se integrara en el primer grupo, eso sí, el respaldo para la investidura del líder del PSOE alcanzaría los 208 escaños. Una mayoría absoluta que incluso podría dar la presidencia a Sánchez en la primera votación, el 3 de marzo, aunque casi todos dan por hecho que esta opción es muy difícil. Y la “guerra de nervios”, según se aproxima la hora de la verdad, se recrudece.