A ver, ¿qué pone en tu DNI?
El presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, ha fijado el 2 de marzo como el día en que, si no hay ningún imprevisto, se iniciará el pleno de investidura de Pedro Sánchez. Al candidato socialista le parece bien, porque no va más allá del mes que, tal como dijo, necesitaba para negociar los apoyos que le hacen falta. Otra cosa es que, tal como están ahora las cosas, los haya conseguido.
Me parece un día ideal. El 2 de marzo es una fecha importante. Basta repasar las efemérides. El 2 de marzo de 1815, una vez liberado de su confinamiento en la isla de Elba, Napoleón Bonaparte volvió al poder y se inició el imperio de los Cien Días. El 2 de marzo de 1821, en Alcoi, personas sin trabajo, armadas, asaltaron las fábricas textiles para destruir las máquinas. Seguidores de la ideología ludita, estaban convencidos de que los males de la clase obrera venían de la industrialización, del aumento de maquinaria, que comportaba que se contrataran individuos con poca preparación y dispuestos a aceptar sueldos irrisorios. Calculaban que, a base de des-
El 2 de marzo es un día ideal para el pleno de investidura de Pedro Sánchez
truir las máquinas, volvería la artesanía y todos vivirían felices y contentos.
Pero, sobre todo, el 2 de marzo es un día ideal para este pleno de investidura porque fue el 2 de marzo de 1944 cuando Franco creó, por medio de un decreto, el Documento Nacional de Identidad, que sustituyó a las cédulas personales que había hasta entonces: un papel blanco donde se hacían constar unos mínimos datos. Las expedían las diputaciones provinciales. (Todavía tengo una en casa, impresa en un color granate y amarillenta por el paso de más de ocho décadas. Era de mi tía, María Sofía Gómez Rodríguez). Esta efeméride nos lleva a una de las noticias de la semana: anteayer, Xavier Domènech, líder de En Comú Podem, pidió que en los DNI y los pasaportes se explicite la nacionalidad concreta de cada ciudadano del Estado. El pliego de papeles que Pablo Iglesias ha presentado al PSOE para negociar explicita que se tienen que promover elementos simbólicos que faciliten el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado en documentos oficiales. Este “reconocimiento” no se ceñiría sólo a los DNI y los pasaportes, sino que se tendría que hacer extensivo a las matrículas de los coches y a las selecciones deportivas. Todo cuadra. Que el pleno de investidura de Pedro Sánchez arranque el día del cumpleaños del DNI es una conjunción astral de magnitud maquiavélica. Porque por una parte deja claro quién manda de verdad y, por otra, parece una colleja irónica a la propuesta de DNI “plurinacional” de Podemos, que el PSOE se ha apresurado a calificar de inaceptable.
Claro que también fue un 2 de marzo (el de 1974) cuando las autoridades franquistas ejecutaron con garrote vil a Salvador Puig Antich y Heinz Chez. Pero eso es harina de otro costal. O quizá no.