Adiós, olmos de la Rambla
Una campaña ciudadana quiere evitar en Vic que se corten unos árboles que tienen sesenta años de antigüedad
Gracias por tantos años de sombra y por hacernos compañía”, “Gracias por el oxígeno y el fresco que dais en verano”, “¿Quién nos abrigará del cemento frío?”... Son algunas de las frases colgadas en los troncos de los árboles que visten la Rambla del Hospital, mensajes que muchos vicenses días atrás leyeron sorprendidos. Si el Ayuntamiento no reconsidera el proyecto de remodelación de la rambla aprobado el 9 de diciembre con carácter de urgencia, a principios de abril se talarán 23 olmos de 60 años de antigüedad. El proyecto, que fue modificado con relación al planteamiento inicial, prosperó con el voto de todos los partidos menos la CUP, que se abstuvo (pedía la conservación de los olmos y la colocación de árboles nuevos en doble hilera).
Los partidarios de salvar a los olmos han organizado una campaña en las redes sociales pidiendo que “el plan se adapte a la conservación de los árboles y no al contrario”. Pero también hay partidarios de quitarlos, como algunos comerciantes que supeditan la revitalización de la zona a su retirada y a la colocación de macetas con arbustos.
Con la remodelación, que prevé ensanchar las aceras, dejar un solo carril y habilitar una vía para las bicicletas, también se trasplantarán once olmos jóvenes, se mantendrán once tilos y se plantarán 25 arces, unos árboles que para Fabiana Palmero, concejal de Urbanismo, “darán sombra en verano y en invierno dejarán pasar la luz”. Según ella, “ocho olmos estaban afectados de grafiosis, y es probable que los quince restantes hubieran enfermado. Además, sus raíces podrían estropear las cañerías. El olmo no es un árbol adecuado para el lugar. Antes de tomar la decisión hemos escuchado opiniones diversas, algunas extremas y antagónicas. A la hora de proyectar una ciudad sos- tenible y sacar los coches del centro, los cambios siempre son difíciles. La rambla no es un parque, sino un paseo con las aceras anchas donde la gente se pueda relacionar. El parque ideal está junto al río, un gran espacio con césped y vegetación exuberante”.
La economista Marta Ollich, vecina de la rambla, ha presentado dos alegaciones particulares avaladas por otros vecinos. Reconoce que algunos murieron afectados de grafiosis, “pero eso no significa que los que han sobrevivido se tengan que cortar. Se ha dado el caso de ve- cinos que tenían un árbol enfermo delante de su casa, lo han tratado y han conseguido curarlo. En una reunión, el ingeniero municipal dijo que dentro de un tiempo los olmos podrían enfermar; no dijo que estuvieran enfermos”.
Joan Ballana, de ERC, explica: “Hasta hace poco defendíamos los olmos, pero cambiamos de opinión tras consultar a un técnico externo que nos aseguró que tenían grafiosis”. Arnau Martí, de Vic per Tots, sugiere que “el proyecto conserve el máximo de arbolado existente, pero sin sacralizarlo”.
El proyecto del Ayuntamiento prevé ensanchar las aceras, dejar un solo carril y plantar arces