Fidel Castro a Obama: Cuba no necesita regalos del “imperio”
Fidel Castro rompió ayer su silencio sobre la histórica visita a Cuba de Barack Obama con una larga y crispada carta en la que recuerda la historia de agresiones estadounidenses a la isla y dice que Cuba no necesita regalos del “imperio”.
El artículo, bajo el título “El hermano Obama”, fue publicado por los medios oficiales. “Somos capaces de producir alimentos y riquezas materiales que necesitamos gracias a los esfuerzos y a la inteligencia de nuestro pueblo. No ne- cesitamos que el imperio nos regale nada”, respondió el líder de la revolución cubana, de 89 años y que cedió el poder en el 2006 a su hermano Raúl, artífice del acercamiento a Washington.
En su primera reacción al primer viaje de un presidente de EE.UU. en 88 años, Fidel, que no se encontró con Obama, arremete contra el discurso –“las palabras más almibaradas”– que este pronunció en el Gran Teatro de La Habana, retransmitido en directo por la radio y televisión estatales.
El presidente de EE.UU. defen- dió la reconciliación entre cubanos y estadounidenses, recordó los lazos culturales e históricos que comparten los dos países e hizo un alegato a favor de los valores de la democracia y el pluralismo político, a pesar de subrayar que no quería imponer nada a los cubanos. Sus palabras molestaron a algunos sectores del régimen –la audiencia en el Gran Teatro no le aplaudió– y ayer se vio claramente que también a Fidel.
“Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del presidente de Estados Unidos”, escribe sarcástico Fidel. “Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?”, se pregunta de forma retórica.
La Casa Blanca reaccionó ayer diciendo que la virulencia de la réplica demuestra que la visita tuvo su “efecto previsto” de “aumentar la presión” para que el Gobierno cubano mejore el respeto a los derechos humanos. “El hecho de que se sintiera obligado a responder de forma tan contundente es una indicación del significativo impacto de la visita”, afirmó el portavoz Josh Earnest.