Rajoy rectifica y acudirá al Congreso a explicar el pacto de los refugiados
Arenas dice que el PP quiere pactar con el PSOE aunque no teme unas elecciones
Mariano Rajoy rectifica. Hasta ayer mantenía que la explicación del Consejo de Europa que alcanzó el acuerdo con Turquía sobre los refugiados la daría el secretario de Estado para la Unión Europea, que había conseguido la aquiescencia del Congreso. El Gobierno ha rectificado su posición y ayer por la tarde solicitó a última hora una comparecencia, a petición propia, en el pleno de la Cámara, para dar cuenta de cómo los términos del acuerdo se ajustan al mandato del Parlamento.
En la solicitud, el Gobierno subraya el carácter “extraordinario de la comparecencia”, por la urgencia de la materia, “y por encontrarse en funciones”. Con la redacción de este escrito, registrado en el Congreso, el Gobierno quiere cargarse de razón para la negativa que el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, llevará hoy a la reunión de la junta de portavoces, a someterse al control normal de preguntas en el pleno de los miércoles a todos los miembros del Gobierno.
La junta de portavoces estudiará hoy peticiones de prácticamente todos los grupos parlamentarios no sólo para que Mariano Rajoy comparezca a informar sobre el Consejo Europeo que alcanzó el acuerdo con los refugiados, sino de control al Gobierno la próxima semana, en un pleno ya convocado y al que el Ejecutivo se opone a acudir por considerar que está en funciones, lo que le impide tener iniciativa política, luego dificilmente se le puede controlar políticamente.
El Gobierno justificará que Rajoy haya optado finalmente por acudir al Parlamento en que será una comparecencia extraordinaria, con el carácter de excepcionalidad que el informe de los letrados del Congreso otorgan a la posibilidad de que exista control. Un carácter que no incluye las preguntas e interpelaciones a las que se quiere someter al Gobierno, que se refieren a cuestiones políticas de la anterior legislatura y que, en consecuencia no podrían ser objeto de control en la presente. Así, además, contrarresta Rajoy la imagen de ausencia del Gobierno en la sesión de control que el resto de los grupos pretenden hacer el miércoles, ya que habrá comparecido para explicar una cuestión “excepcional y determinada”.
Esta iniciativa de Rajoy se suma a la que adoptará en los próximos días de ponerse por fin en contacto con el líder del PSOE, y el de Ciudadanos, para intentar cerrar sendas reuniones con ambos, con la intención de explorar las posibilidades de un Gobierno presidido por él.
Un contacto que había anuncia- do Rajoy tras la fallida investidura de Sánchez, y que ha ido aplazando ante la negativa del líder socialista a llegar a negociar cualquier acuerdo y que ahora retomará, aunque en el PP son partidarios de no hacer efectiva esa iniciativa hasta que pase la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias el miércoles.
Rajoy confía en que el fracaso de esa cita, pueda favorecer su oferta de diálogo, antes de ir a unas elecciones, aunque ayer mismo el vicesecretario de política territorial, Javier Arenas, subrayó que el PP no tiene miedo a esas elecciones, aunque está dispuesto a “trabajar hasta la extenuación” para evitarlas.
En el PP saben que la misión de intentar un acuerdo con el PSOE es muy difícil, y en ello se basó ayer Arenas para hacer un discurso muy duro no sólo contra el líder socialista, sino también contra el líder de Ciudadanos: Albert Rivera, a quien le recordó que “ha firmado un cheque en blanco a Sánchez”, con lo que ha unido su suerte a él “y a lo peor, el gran engañado de esta historia es precisamente Rivera”.
Para mantener viva esa cita, incluso antes de que se concrete, el dirigente popular pidió a Sánchez “y a su aliado, que se acaben los vetos y se respeten los votos” de los siete millones y medio de españoles que el 20-D votaron al PP.
Mientras se produce esa reunión, y por si ella no tiene lugar, finalmente, Mariano Rajoy quiere que el partido siga llenando de actos la agenda, con una implicación total suya, lo que le ha hecho renunciar a ir a la Cumbre de Seguridad que tendrá lugar el jueves y el viernes en Washington.
Una dedicación al partido en la que el objetivo es que la marca PP pueda superar las dos principales causas de rechazo que tiene en estos momentos entre la población, y en especial entre sus votantes: la corrupción y los recortes sociales. De ahí que el presidente del PP haya dado órdenes a sus cuadros de activar todas las medidas que en estas materias se puedan poner en marcha, para dejar claro que los asuntos de corrupción que está sufriendo no cuentan con el apoyo de la dirección, como aseguran haber demostrado en el caso de Rita Barberá.
También seguirán las convenciones como la celebrada ya sobre el pacto por el empleo, con las que pretende explicar el contenido de sus ofertas de negociación al PSOE, en los cinco grandes acuerdos propuestos por Rajoy para la negociación. Rajoy tiene especial interés en celebrar la convención sobre la lucha contra la corrupción y la que se dedicará al mantenimiento de los pilares del Estado de bienestar le sirva para que cale entre los ciudadanos que el PP tenía una oferta para gobernar.
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