Cinco entidades de Ciutat Vella proyectan un súper solidario
Los bancos de alimentos impulsan una campaña para atender las necesidades de 235.000 personas este verano
Unas 60 familias acuden tres días a la semana a la Fundació Roure, en Ciutat Vella, para recoger una bolsa con alimentos básicos. Esta es una de las 700 entidades que colaboran con el Banc dels Aliments de Catalunya en la distribución de productos de primera necesidad a las personas más vulnerables. Antes del verano, Roure prevé poner en marcha, junto con otras cuatro organizaciones del barrio de la Ribera, una suerte de despensa o supermercado solidario en la calle Carders, una iniciativa encaminada a optimizar los recursos y a involucrar a sus beneficiarios en diferentes proyectos sociales.
“Queremos que los ciudadanos que vienen a buscar comida a Roure se sientan cómodos, a muchos les da vergüenza depender de esta ayuda y pasan un mal trago. Con este súper llegaremos a 1.650 personas, que podrán escoger lo que necesitan, y les propondremos que se vinculen a este servicio o a otros como voluntarios. Muchos nos preguntan qué pueden hacer para colaborar. Ayudando se sienten útiles y es más fácil su reinserción”, cuenta Soco Delàs, responsable del Rebost de la Fundació Roure. El supermercado solidario, en el que también participarán la Fundació Associació de Veïns de Ciutat Vella, la Coordinadora de Veïns del Casc Antic, la parroquia Caputxins de l’Ajuda y la oenegé Bayt al-Thaqafa, es un programa que ataca varios frentes: garantizar la nutrición a personas con pocos ingresos, crear redes amplias de colaboración entre todos los beneficiarios y buscar- les salidas laborales. Este supermercado supondrá agrupar en un único espacio las infraestructuras que ahora se encuentran en las dependencias de las cinco entidades (almacenes, neveras...) y unificar los transportes, con el consiguiente ahorro.
La Fundació Roure también tiene en marcha un comedor, un centro de día para personas mayores que viven solas, una tienda con ropa y muebles de segunda mano y una lavandería que cumple una doble función: por un lado, lava a precios económicos la ropa de personas con escasos ingresos y, por otro, aplica las tarifas de mercado a las empresas, una de sus vías para crear puestos de trabajo.
Soco Delàs subrayó ayer que, junto con el Banc dels Aliments, sus otros proveedores de artículos de primera necesidad son las oenegés Nutrició Sense Fronteres y Embracing the World y algún centro comercial de Barcelona.
Los cuatro bancos de alimentos de Catalunya presentaron ayer la campaña “La fam no fa vacances” para recoger artículos de primera necesidad (aceite, leche, legumbres y conservas, principalmente) que garanticen poder atender las necesidades de un total de 235.000 personas, frente a las más de 250.000 de hace un año, durante los meses de verano. Belén Giménez, del Banc dels Aliments de Barcelona, manifestó ayer que, a su juicio, esta reducción de beneficiarios no se debe a que tal número de ciudadanos haya salido de la pobreza, sino a que “muchos han marchado del país”. El Banc dels Aliments de Barcelona ha visto multiplicar por ocho las donaciones realizadas por empresas, escuelas y ciudadanos, en los últimos cinco años.
La campaña de recogida se celebrará durante los meses de mayo y junio con la intención de tener llenas las estanterías de las 700 entidades durante el verano. En 2015, se consiguieron durante estos dos meses unos 400.000 kilos del total de 24 millones de kilos de todo el año.
Las oenegés prevén que los beneficiarios del supermercado colaboren como voluntarios