“Os echaré de menos”
Visca el Barça, os echaré de menos, de verdad”. No por conocida la noticia deja de impactar. Y es que Daniel Saric quedará para siempre como uno de los guardametas históricos del Palau Blaugrana. No al nivel de David Barrufet, claro está, porque el ahora mánager de la sección de balonmano del Barcelona fue un referente en la portería del equipo de Valero Rivera que, entre otros muchos títulos, fue capaz de encadenar hasta cinco Copas de Europa consecutivas, algo impensable en la actualidad. Eran otros tiempos en los que, eso sí, la máxima aspiración de cualquier jugador era fichar por el Barça. Pero las circunstancias no son eternas y en los primeros años de este siglo Alberto Entrerríos abrió un camino que han seguido muchos otros. El asturiano sólo estuvo una temporada en el equipo catalán y después se fue a Ciudad Real, club que en los años de vino y rosas de la sociedad española, cuando el dinero corría a espuertas y nada se sabía del pelotazo inmobiliario o las sociedades offshore, formó un fenomenal equipo que lideraba en los despachos el constructor Díaz de Mera.
Saric, después de siete temporadas vistiendo la camiseta del Barça, deja un equipo en el que, según sus palabras, “he sido feliz. Estos siete años en el Barça han sido los mejores que podía tener. He ganado muchas cosas dentro y fuera del balonmano, son años que no podré olvidar y que siempre tendré conmigo y con mi familia. Doy las gracias al Barcelona por aguantarme tantos años. No puedo decir nada más que visca el Barça y hasta pronto”. El guardameta, de 38 años –muy cerca ya de los 39, que cumplirá en junio–, seguirá su carrera en Qatar, donde también defiende la camiseta de la selección que prepara Rivera. El meta bosnio fue uno de los primeros fichajes de Xavi Pascual, que deseaba su renovación. Pero ni el técnico ni Barrufet han podido convencer al jugador, que se ha asegurado tres años más en activo en el AlQuyiada. “La decisión –reconoce Saric– no ha sido fácil, ha sido muy difícil, y por eso he tardado tanto tiempo, alargándola para ver si tomaba una decisión inteligente y he apostado por cambiar de aires”. Al final, y posiblemente es lógico que así sea, el dinero ha tenido un valor básico porque la oferta de renovación blaugrana no era tan larga, aunque incluía, eso sí, la posibilidad de seguir vinculado al club
Tras siete temporadas en el Barça de balonmano, Saric acabará su carrera en Qatar AGRADECIMIENTO SINCERO “Tengo que dar las gracias a todos, porque como aquí no me he sentido nunca tan a gusto”
como preparador de porteros. Pero los brazos de Qatar en el deporte mundial son, hoy por hoy, muy alargados.
“Vine –explica– con una calidad como jugador y el Barça te hace mejor jugador y persona. Si te acompañan los títulos –entre otros, cinco Ligas y dos Ligas de Campeones– que hemos ganado, ¿qué quiero más? Chapeau al Barça, que para mí significa mucho”. Para el Barça, Saric ha sido el Svensson del siglo XXI, es decir, un portero ágil e intuitivo, un excelente profesional que ha dado un rendimiento impecable. “Hemos hecho lo posible para renovarlo, lo hemos respetado y esperado hasta el final, aunque sabíamos que tenía una oferta mejor”, reconoce Barrufet, consciente de que “su baja no se puede cubrir, vendrá otro jugador –Borko Ristovski, del Rhein-Neckar Löwen–, pero Saric lleva muchos años en el club y dejará su huella en el vestuario”.
Saric ha compartido la defensa de la portería barcelonista con Barrufet –en su último año como profesional– Sterbik, Robin, Ohlander y Pérez de Vargas. “Tengo que dar las gracias a todos ellos, y también a los técnicos, porque como aquí no me he sentido nunca tan a gusto”.
Incapaz de competir con los clubs europeos más poderosos, el Barça ha prescindido –o está a punto de hacerlo–, además de Saric, de Rutenka, Sarmiento, Sigurdsson, Gurbindo y Ruesga. En el 2015 se fue Karabatic. A cambio llegarán el mencionado Ristovski, los laterales Andersson y N’Guessan, y los extremos Rivera Folch –que regresa al club tras once años– y Saubich.