El Gobierno rebaja su previsión de crecimiento hasta el 2,7%
Guindos justifica la reducción de tres décimas en el 2016 por la desaceleración mundial
El Gobierno español en funciones recortó ayer las previsiones de crecimiento de la economía: del 3% al 2,7% en el 2016 y del 2,9% al 2,4% el año próximo. La rebaja del crecimiento del PIB la anunció ayer desde Washington el ministro de Economía de España, Luis de Guindos, quien achacó el enfriamiento de la perspectivas a la “desaceleración global”.
La rebaja de las expectivas de crecimiento del PIB en España por parte del Gobierno se produce la misma semana que el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujera una décima su previsión sobre el país al 2,6%. Así pues la nueva previsión de España sigue una décima por encima de la del FMI.
Guindos remarcó que, “a pesar de la desaceleración económica, España ha hecho los deberes, muchas reformas y ha ganado muchísima competitividad”. El ministro añadió que “de las grandes economías de los países avanzados, España es la que más crece”, y agregó que “en estos dos ejercicios puede crear cerca de 900.000 puestos de trabajo”.
El FMI redujo las previsiones mundiales para este año dos décimas, hasta el 3,2 %, en respuesta a la ralentización de China y el menor crecimiento de lo esperado en economías avanzadas como EE.UU. o Japón.
La revisión a la baja de la previsión española ocurre en un momento de pesimismo relativo respecto a la capacidad de las economías avanzadas de generar el crecimiento necesario para crear empleo y reducir deuda. Aunque el ambiente al final de la asamblea del Fondo y del Banco Mundial que terminó ayer es menos tenso que al inicio.
Tras seis años de expansión monetaria que ha inyectado casi diez billones de euros en el sistema financiero, el FMI insta a los gobiernos de las economías avanzadas a utilizar políticas fiscales para evitar el estancamiento económico y la deflación. “La política monetaria de por sí no puede obtener un crecimiento equilibrado y sostenible”, advirtió el FMI en un comunicado tras la reunión de su comité directivo ayer en Washington al final de la asamblea. “Debe ser complementado por otras políticas de apoyo”.
Ya en vías de agotamiento la expansión monetaria, las dos otras patas de la estrategia del FMI son políticas fiscales y reformas estructurales. Pero en un momento de creciente rechazo en Europa y EE.UU. a las políticas de liberalización y globalización, no queda claro que habría mucho apoyo electoral para realizar las medidas de reforma laboral, apertura internacional, privatización y mayor desregulación consideradas necesarias.
Queda, pues, la política fiscal y, concretamente, la inversión pública en infraestructura. “Las estrategias fiscales deberían apoyar la económica para reforzar el crecimiento, la creación de empleo y la confianza”, resumió el comunicado del FMI.
El FMI insta a países con “es- pacio fiscal” a aprovechar los bajo tipos de interés para financiar proyectos de inversión. Se refiere sin nombrarlos a los países de la UE con menos deuda pública, como Alemania, que ya no tiene déficit público y que registra un enorme superávit por cuenta corriente. Aunque esto puede parecer virtuoso, los economistas del fondo, así como el Tesoro de EE.UU., acusan a Alemania de basar su crecimiento en el exterior y piden ópticas fiscales más expansivas...
El espacio fiscal, en cualquier caso, se ensancha y se estrecha según la política monetaria adoptada. En el caso español, un déficit público del 5% del PIB que ha facilitado un robusto crecimiento económico, ejemplar según el FMI, no ha elevado la prima de riesgo. Esta tranquilidad –inexistente hace tres años– se debe con
El Fondo Monetario Internacional defiende expansión fiscal para prevenir la deflación
toda seguridad a la generosidad monetaria del BCE.
Las advertencias iniciales sobre el estancamiento económico y posibles repeticiones de la turbulencia financiera han dado paso a mayor optimismo en los últimos días. Agustín Carstens, el gobernador del Banco de México y presidente del comité ejecutivo del FMI, explicó ese rápido cambio de humor por el deber del FMI de ser “prudente y resaltar los riesgos negativos”.
Pero la explicación más probable es que los informes presentados al inicio de la semana habían sido elaborados justo después de los batacazos bursátiles, del desplome del precio del petróleo y la subida de primas de riesgo. Ahora los mercados se han tranquilizado. Y esta tranquilidad relativa de mercados cíclicos y volátiles, a su vez , modifica el ambiente en la asamblea del FMI pese a su preocupación por una excesiva dependencia de la expansión monetaria. Christine Lagarde, la directora gerente del fondo, resumió ayer el estado psicológico del momento: “Somos menos ansiosos tras una terapia colectiva”.