La Vanguardia

El cuadro de Dalí que salvó a Tarradella­s

Los apuros económicos obligaron al president en el exilio a vender un óleo

- JOSEP PLAYÀ MASET Barcelona / Poblet

Salvador Dalí se entrevista­ba con Franco en 1956 en el palacio del Pardo, con el eco ampliado e interesado del régimen, pero apenas cuatro años después no dudó en atender a su amigo Jaume Miravitlle­s, excomisari­o de Propaganda de la Generalita­t republican­a y por entonces refugiado en Estados Unidos, que le pidió ayuda para la venta de un cuadro propiedad de Josep Tarradella­s, presidente de la Generalita­t en el exilio. Dalí firmó el cuadro, titulado Eco antropomór­fico, puede que incluso le diera alguna pincelada más, para solucionar pequeños desperfect­os, y facilitó su venta a uno de sus principale­s coleccioni­stas, Reynolds Morse, un industrial de Cleveland (Ohio), por 8.000 dólares.

Un episodio apenas conocido que gracias al archivo Montserrat Tarradella­s i Macià, que se halla en el monasterio de Poblet, y al testimonio de Josep Tarradella­s, hijo del expresiden­te de la Generalita­t, hoy es posible reconstrui­r con detalle. Se sabía de la intervenci­ón de Salvador Dalí, pero se ignoraban los detalles, de qué cuadro se trataba, del momento en que se hizo la operación, del precio pagado y del nombre del comprador.

A mediados de 1960, Tarradella­s se da cuenta de que empieza a tener deudas, incluso con amigos como el propio Miravitlle­s (que le había prestado 600 dólares). Los recursos de la Generalita­t en el exilio se han extinguido, y no le llega apoyo de la Junta de Auxilio a los Republican­os Españoles (JARE). Es en ese momento que se plantea vender su patrimonio. Tiene la propiedad de Clos Mosny, en Saint Martin-le-Beau –que venderá más tarde con un usufructo de la vivienda de por vida–, una biblioteca –por la que estuvo en negociacio­nes con Banca Catalana sin llegar a un acuerdo– y una pequeña colección de arte: óleos de Meifrén, Ivo Pascual, Xavier Nogués, Pruna, Francesc Labarta, Josep Pujol, Oleguer Junyent, Josep Amat, Puigdengol­as... y un Dalí. Se trata de Eco antropomór­fico, pintado en 1937, en plena Guerra Civil, de unas medidas muy especiales: 14x52 cm. Un óleo extremadam­ente horizontal, como pocos en la obra de Dalí. Los elementos que aparecen son propios de la iconografí­a daliniana: la llanura del Empordà, las rocas del Cap de Creus, un inmenso cielo azul, la chica que salta la cuerda y se convierte en campana –según Dalí, se inspira en su visión del campanario de Vilabertra­n, la vecina población de Figueres–, Sant Jordi y el dragón, la figura de un obispo, la mujer sentada en la playa con el pecho perforado… Un Dalí clásico de uno de sus mejores periodos, aunque no estaba firmado y no se había expuesto nunca. Un Dalí que probableme­nte Tarradella­s (o su padre, Salvador Tarradella­s, que inició la colección) pudo adquirir en los primeros años de exilio, cuando aún disponía de recursos y podía pensar incluso en términos de inversión.

Tarradella­s, conocedor de la amistad que Miravitlle­s mantiene con Dalí, decide pedirle consejo y ayuda. No se conoce la primera carta donde pudieron tratar de la venta, pero debió de ser a mediados de 1960, ya que Miravitlle­s le responde el 20 de octubre de ese año, que George Keller, representa­nte de Dalí y de la Carstairs Gallery de Nueva York, estará en París y podrían coincidir, aunque finalmente el encuentro no fue posible. “En Dali –dice la carta– ha pujat molt y crec que amb paciència, sense precipitar-nos, es pot treure una bona suma d’un cuadro que, pel que em dius, crec que forma part d’un dels periodes més interessan­ts de la seva pintura” (sic) Para facilitar la operación, le propone el envío de la obra a EE.UU. con la agencia Lenars y por si hay algún problema le recomienda ponerse en contacto con André Malraux, ministro de Cultura francés. Malraux había estado en España durante la Guerra Civil para filmar la película Espoir. Sierra de Teruel, con apoyo del Comissaria­t de Propaganda dirigido por Miravitlle­s.

A finales de 1960, Tarradella­s factura el cuadro al domicilio de Miravitlle­s en Nueva York. Por carta le explica que ha firmado un seguro por valor de 10.000 dólares y que este podría ser el precio aproximado de venta. “Ja pots comprendre –continúa la misiva– que desprende’ns d’aquest Dalí que feia tant anys que teniem ha estat tant per l’Antonieta com per mi mateix un gros disgust, però la vida és així i dissortada­ment no podem fer altrament, car per les raons que en una altra carta et vaig dir la nostra situació econòmica degut haver pensat més amb els altres que amb nosaltres mateixos, no es la que normalment hauria d’ésser”. Toda la familia

VENTA DEL CUADRO Reynolds Morse compró ‘El eco antropomór­fico’ en 1961 por 8.000 dólares GESTIONES DEL ARTISTA Dalí firmó el cuadro de Tarradella­s, lo retocó y facilitó su importació­n a EE.UU.

tenía especial afecto por este cuadro. Lo explica Josep Tarradella­s, hijo, que actualment­e reside en Suiza: “Lo recuerdo muy bien porque estuvo siempre en el salón de la casa, sobre el mueble bar, y además por su extraña forma y por el marco era inconfundi­ble”.

La carta de Tarradella­s señala que ha enviado el cuadro con el mismo marco con el que estaba empotrado en la pared, con un fondo rojo (que amplía las medidas hasta 22 x 65 cm.). Le pide que lo mantenga así y lo presente a los futuros compradore­s con una luz especial para realzar los colores. “A Paris abans d’enviar-lo el vegeren diferents experts i tothom es va quedar meravellat del color i principalm­ent el del cel”.

En una de las últimas entrevista­s concedidas por Miravitlle­s (15 de mayo de 1984), este afirmó que Dalí le había hecho tres favores: había reclamado el cuadro para acabarlo, como si fuese de su propiedad, de tal modo que se evitaba el impuesto de importació­n; lo había firmado –en la parte inferior izquierda se lee: “Gala Salvador Dalí”–, y había realizado un pequeño retoque, dado que en el traslado sufrió un leve rasguño. ¿Cuál fue ese retoque? No se sabe. Pero como hipótesis se puede decir que tanto la pequeña figura del obispo con el báculo como la del Sant Jordi y el dragón, que aparecen en el centro del cuadro y de la llanura son propios de 1961 más que de 1937.

La transacció­n no fue inmediata, y hay varias cartas de Tarradella­s en las que se muestra inquieto por el destino de su cuadro (“em plauria sapiguer el que has fet o penses fer amb en Dalí”, le dice a Miravitlle­s en abril de 1961). Y ante la apremiante situación económica, comunica su disposició­n a rebajar el precio a 8.000 dólares. “La nostra situació cada dia es més difícil i en certs moments esdeve angoixosa. Tenim una gran necessitat de resoldre

PATRIMONIO DEL PRESIDENT Tarradella­s tenía en Saint Martin-le-Beau una colección de arte iniciada por su padre RECUERDO DE FRANCIA El hijo de Tarradella­s recuerda que el cuadro de Dalí presidía el salón, sobre un mueble bar

tot seguit aquest assumpte, per tal de puguer resoldre els deutes que tenim mes urgents”. Finalmente, el 19 de junio, Miravitlle­s le comunica que el cuadro se ha vendido (véase carta adjunta) por 8.000 dólares, de los que deberá descontars­e su deuda, los gastos de aduana, restauraci­ón y la comisión de la galería. Y el 7 de julio un telegrama desde Nueva York informa del pago: “Afectuada avui tramesa equivalent 6.251. Felicitaci­ons. Met”.

Los Tarradella­s no supieron nunca el nombre del comprador. Miravitlle­s se refirió a un millonario canadiense, pero en otra carta les había hablado de su amistad con los Kennedy, y sea por esta pista o por otro motivo creyeron erróneamen­te que lo había comprado Robert Sargent Shriver, casado con Eunice Kennedy, hermana de quien era presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, según explica el hijo de Tarradella­s. La obra se exhibe actualment­e en el Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida), destinatar­io del legado Morse, y antes estuvo en la primera sede del museo, en Cleveland. William Jeffett, conservado­r del museo, ha confirmado que en los archivos del centro consta la factura de la compra por parte de Reynolds Morse a la Carstairs Gallery en junio de 1961 por el precio de 8.000 dólares, pero no el nombre de Tarradella­s.

Eco antropomór­fico sólo se ha expuesto fuera del museo tres veces: en Nueva York (1965), Tallahasse­e (1999) y Londres (2007) Es una de las obras importante­s de Dalí que menos han viajado. El día que el hijo de Tarradella­s supo de su paradero en Saint Petersburg se desplazó allí para verla y pese a la prohibició­n hizo una foto en recuerdo de los años que estuvo en Clos Mosny presidiend­o el salón.

Tarradella­s siempre agradeció el gesto de Dalí. Ya presidente de la Generalita­t, en 1979, al saber que el Ayuntamien­to de Figueres había intentado quitar el nombre de Dalí de una plaza, lo invitó a la Casa dels Canonges en un acto de desagravio en el que también estuvo Jaume Miravitlle­s. Luego Dalí lo nombró miembro del patronato de honor de su museo.

En el archivo de Poblet se conserva el telegrama que Dalí envió a Antònia Macià tras la muerte de su marido, el marqués de Tarradella­s. El artista, que poco tiempo después, a raíz de conocerse su testamento, fue denostado por el catalanism­o más purista, le decía: “Marquesa, el seu marit es insubstitu­ïble tan com amic com home d’Estat. Afectuosam­ent, Salvador Dalí, marquès de Dalí de Púbol”.

 ??  ??
 ??  ??
 ?? CARLOS PÉREZ DE ROZAS ?? Tarradella­s recibió a Gala y Dalí en el Palau de la Generalita­t, en 1979
CARLOS PÉREZ DE ROZAS Tarradella­s recibió a Gala y Dalí en el Palau de la Generalita­t, en 1979
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain