“Fue muy agradable besar a Ellen Page en la película”
Julianne Moore, actriz, estrena ‘Freeheld’
Ya se ha ganado el Oscar, el Emmy y varios Globos de Oro y ciertamente su carrera sigue marchando maravillosamente bien. Tras dejar atrás el año en que recibió, después de cuatro nominaciones, la estatuilla dorada y concluyó su participación en una de las franquicias más taquilleras de la historia, Los juegos del hambre, a los 55 años Julianne Moore sigue trabajando con un ritmo ideal. Rueda con Todd Haynes una nueva película, Wonderstruck, y se prepara para sumarse a una nueva franquicia, la de
Kingsman. Esta semana se le puede ver en los cines españoles protagonizando Freeheld, el filme independiente con el que intentó sumarse el año pasado a la carrera por los premios y en el que encarna a una mujer policía que, enferma de cáncer, decide ir hasta las últimas consecuencias para que las autoridades le permitan dejarle su pensión a la mujer que ama, encarnada por Ellen Page. Casada desde hace 20 años con el director Bart Freundlich, Moore dedica la mayor parte de su tiempo a Caleb y Liv, los dos hijos de la pareja.
¿Qué fue lo que aprendió sobre ser policía trabajando en ‘Freeheld’?
Que es un trabajo muy duro. Laurel era una mujer que creía realmente que la gente necesitaba que la protegiesen y que la ley podía hacerlo. Cuando investigaba un crimen, hacía todo lo que estaba a su alcance para poder descubrir al culpable. Yo espero haber mostrado esa faceta en la pantalla porque era algo que le importaba mucho. En la película ella siempre lleva puesta su placa colgando del cuello porque para ella era un gran honor ser policía, por lo que se hizo fundir un medallón de oro con su número de placa y lo exhibía todo el tiempo.
Se ha vuelto una experta en interpretar a mujeres gravemente enfermas...
Es cierto. El Alzheimer era algo que desconocía por completo. Nunca había conocido a alguien que lo sufriera, por lo que tuve que pasarme 4 meses estudiándolo. Lamentablemente para todos, sé mas sobre el cáncer de lo que me gustaría, pero además para Freeheld contamos con una serie de fuentes de información, desde la misma Stacy a los hermanos de Laurel, pero también estaba el documental que filmó Cynthia Wade, quien también colaboró con nosotros. Lo impactante es que esa película fue filmada durante el último año de vida de Laurel y allí se le ve lidiando con su enfermedad y cómo lleva adelante su vida cotidiana. La energía que conserva a medida que el cáncer sigue avanzando es asombrosa. Por lo tanto en este caso me concentré más en quién era esta persona que lidiaba con la enfermedad.
De alguna manera se puso en su piel.
Para mí lo más importante siempre es la persona y como actriz uno trata de saber todo lo que puede sobre cómo es esa experiencia, pero sería arrogante de mi parte decir que sé lo que es estar en la piel de alguien que está pasando por algo así.
¿Cómo fue la experiencia de besar a Ellen Page?
Fue muy agradable. Mi escena favorita en toda la película fue la del baile. Recuerdo que cuando nos encontramos con Ellen por primera vez una de las primeras cosas que hicimos fue ensayar los pasos. Yo me sentía muy avergonzada porque no me salía bien y también nerviosa porque acabábamos de conocernos y ya nos estábamos cogiendo de la mano. Pero para cuando la rodamos, nos sentíamos muy cómodas entre nosotras, nos habíamos convertido en muy buenas amigas y teníamos una química muy real. Es más, tuvimos que cambiar lo que yo tenía previsto decir en esa escena. Cuando digo que necesito tomar un poco de aire fresco es algo que no estaba en el guion, lo dije mientras rodábamos porque las cosas iban subiendo de temperatura demasiado rápido.
¿Cómo hace para mantener su intenso ritmo de trabajo? Siento que he tenido una enorme dosis de suerte y también que mi carrera comenzó cuando en Estados Unidos empezó a desarrollarse el cine independiente a comienzos de la década de los noventa. No tenía una carrera cuando era muy joven, una época en la que hacía mayoritariamente televisión y teatro, pero de pronto con la aparición del cine independiente hubo un montón de gente que se interesó en mí y que me ofreció películas que entraban dentro de mi rango. Y cuando las cosas me empezaron a ir bien, comencé a buscar voces originales y siempre logré encontrarlas. Dí con grandes guionistas y maravillosos directores y cada vez que sentía que no iba a poder encontrar nada que me interesara, algo surgía.
¿Qué cosas la hacen feliz en su vida cotidiana? Mis hijos, pero ya no son pequeños. Son más altos que yo y me hacen muy feliz. Mi familia es la parte más importante de mi vida. Pero también disfruto haciendo yoga. Es algo que me pone de buen humor y me hace sentir bien. Me encanta decorar mi casa y pasear por el jardín, aunque no soy muy buena con las plantas, pero me encanta sentarme a mirarlas. Me gusta estar con mis amigos y también salir a caminar.
¿Cuál es la clave para mantener los pies en la tierra? No es difícil. Me alcanza y me sobra con mi familia. He cumplido ya 20 años de relación con mi marido y es algo que todavía no termino de creer.
¿Por qué lo dice? Mire, el otro día conocí a una persona y me puse a contarle cosas sobre mis hijos. Le dije que mi hijo tiene 18 años y mi hija 14, y él, que no sabía mucho sobre mí, me preguntó si mi esposo era el padre de mi hijo. Yo le dije que sí y esta persona me dijo que eso era asombroso. Me llamó la atención que él asumiera que mi hijo mayor debería ser de un matrimonio anterior, porque es lo que lamentablemente suele ocurrir en esta industria. Lo cierto es que me siento muy afortunada de tener a los tres en mi vida y ellos son los que me ayudan a mantener los pies en la tierra.
¿Suele mirarse en sus viejas películas? No. Mi experiencia mirándome en la pantalla no se compara con la que tengo cuando ruedo la película. Solíamos hablar sobre esto con Ralph Fiennes y los dos coincidíamos en que mirar el resultado final suele ser una gran desilusión porque todo se ve muy diferente a como uno lo imagina mientras rueda esas escenas.
¿Cómo lo imagina usted? Cuando me veo en el cine, me doy cuenta que sigo siendo yo la que está allí, pero en cambio mientras ruedo tengo la fantasía de que se me ve completamente diferente.