Alquitrán en llamas
El petróleo cae más de un 3% pese a empezar el día con fuertes alzas
El inmovilismo de Arabia Saudí, el país con mayores reservas petrolíferas del mundo, que no está dispuesto a bajar la producción, impulsa a la baja el precio del crudo a pesar de las alzas iniciales de la jornada provocadas por el incendio de la región canadiense de Alberta, rica en arenas bituminosas.
El inmovilismo de Arabia Saudí, el país con mayor volumen de reservas petrolíferas del mundo, impulsó ayer a la baja el precio del crudo a pesar de las alzas iniciales de la jornada provocadas por el espectacular incendio de Alberta (Canadá). Ni el reino saudí va a moverse un ápice en su línea de mantener la producción en los niveles actuales –dificultando un pacto para adecuarla, junto con el resto de los grandes productores, a la demanda– ni el mercado espera recortes significativos en la producción en el país norteamericano. Las principales empresas de la región de Alberta, donde en la última semana han visto bajar un 40% su producción, podrían recuperar los niveles anteriores al incendio en una semana.
Así las cosas, el mercado empezó a tener más en cuenta lo que deja entrever el cambio del ministro de Petróleo de Arabia Saudí anunciado el pasado fin de semana: la voluntad del régimen de mantenerse firme en sus postulados y expulsar del mercado a los productores del gas de lutita estadounidense. El Brent, que llegó a subir un 2,5% en la primera hora del día, se dio la vuelta a media sesión y se dejaba un 3,5% cerca del cierre. En una jornada de gran volatilidad, a esa hora perdía 3 dólares por barril frente a los precios máximos.
El retroceso del crudo se trasladó al resto de las materias primas y a las bolsas, que abandonaron la alegría con la que abrieron y concluyeron el día con ganancias más moderadas o con pérdidas. Frankfurt pasó de subir un 2% a concluir con un avance del 1,1%, mientras París reducía sus ganancias al 0,5% frente al 1,4% y Londres trocaba su incremento del 0,8% por pérdidas mínimas, del 0,2%.
Las peor paradas fueron las bolsas de Madrid y Milán, donde la bolsa cayó un 0,5% y un 0,9%, respectivamente, con la banca en el centro de todas las miradas. Las entidades financieras italianas están en el punto de mira por sus necesidades de capital. La alta morosidad y la escasa cobertura de algunas carteras de crédito ha puesto de relieve su escasa capitalización, lo que va en detrimento de la cotización de los bancos. Ayer, Banco Popolare (-8,7%), Monte dei Paschi (-7,6%) y Banca di Milano (-7%) tuvieron pérdidas muy notables y arrastraron al resto del sector a los números rojos. También a la bolsa española, donde el peso de la banca en el Ibex es muy elevado.
El Popular, el Santander y CaixaBank lideraron las caídas entre las entidades financieras, con sus descensos del 2,9%, 2,6% y 2,2%, respectivamente. El Ibex sigue asentado en la volatilidad. Ayer cerró por debajo de los 8.700 puntos y se mantiene, pese a los incansables defensores de los llamados valores fundamentales –“el Ibex está baratísimo, aseguran”–, muy lejos de cualquier rentabilidad aceptable. Tras más de cuatro meses de operaciones, el selectivo cae más de un 9%.
Este comportamiento de la bolsa contrasta con las cifras macroeconómicas que, en el caso de España, muestran un crecimiento del PIB próximo al 2,7% para este año. Los analistas recuerdan que en el Ibex pesa hoy más lo que sucede en otros mercados, como Latinoamérica o el Reino Unido, donde está muy presente la incertidumbre del referéndum sobre la pertenencia a la UE. Los mercados quieren certezas y hoy no las tienen.
Tampoco en España, que lleva cuatro meses con un Gobierno en funciones y que afronta unas nuevas elecciones al Parlamento en junio. Y esto afecta a la economía y al ánimo de los consumidores y los inversores. Aunque el Banco Central Europeo (BCE) tiene intervenido de facto el mercado de la deuda gracias a sus compras de bonos, la prima de riesgo refleja en parte esta situación. Ayer, este indicador de confianza se situó en los 146 puntos básicos, a pesar de que el interés del bono del Tesoro a diez años se redujo al 1,58%,mientras que el rendimiento del bono alemán a diez años cerró en el 0,12%. Por su parte, la prima de riesgo de Italia terminó la sesión de ayer en los 134 puntos básicos.
El Tesoro vuelve hoy a enfrentarse al mercado con una nueva subasta de deuda a corto plazo en la que espera colocar entre 3.500 y 4.500 millones de euros en letras a seis y doce meses. Los bajos tipos de interés, las reformas y los datos macro y, sobre todo, la determinación del BCE están posibilitando que el Estado pueda financiar su abultado déficit con cierta comodidad en los mercados.
El mercado cree que las petroleras canadienses se recuperarán rápido del gran incendio de Alberta