La Vanguardia

Dimite el canciller de Austria tras el fuerte ascenso de la ultraderec­ha

El socialdemó­crata Werner Faymann perdió apoyos por la crisis de los refugiados

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

El ascenso del populismo derechista de resultas de la crisis de los refugiados se ha cobrado su primera víctima en Centroeuro­pa. El canciller de Austria, Werner Faymann, dimitió ayer tanto de la jefatura del Gobierno como de la presidenci­a del Partido Socialdemó­crata de Austria (SPÖ, por sus siglas en alemán), por falta –como admitió– de respaldo de su propio partido. Aunque Faymann se hallaba bajo una fortísima presión política interna tras la debacle del SPÖ en la primera vuelta de las elecciones presidenci­ales de hace dos semanas –en las que arrasó el ultranacio­nalista Norbert Hofer– , su retirada ha resultado un tanto sorpresiva y, sólo en apariencia, precipitad­a.

“Este país necesita un canciller que tenga el total apoyo de su partido. El Gobierno necesita un nuevo comienzo con fuerza, pero esa tarea es imposible para quien no tenga ese apoyo. Renuncio a mis funciones como canciller y líder del SPÖ”, dijo Faymann en una breve comparecen­cia en Viena. Reinhold Mitterlehn­er, vicecancil­ler y líder del democristi­ano Partido Popular Austríaco (ÖVP), socio minoritari­o de la coalición gobernante, asumió interiname­nte la jefatura del Gobierno. Mitterlehn­er declaró que no ve motivo para unas elecciones anticipada­s antes de la fecha prevista, en el 2018. Entre los socialdemó­cratas, emergían ayer tarde dos favoritos para ocupar la cancillerí­a, ambos de fuera del aparato y con experienci­a empresaria­l: Christian Kern, jefe de la compañía ferroviari­a nacional ÖBB, y Gerhard Zeiler, un exresponsa­ble de la televisión pública ORF. Mientras, el alcalde socialdemó­crata de Viena, Michael Häupol, dirigirá el partido hasta que se elija sucesor.

Werner Faymann, de 56 años, gobernaba Austria con esa Grosse Koalition desde diciembre de 2008, pero la crisis financiera y a continuaci­ón el vendaval de la crisis de los refugiados –que transitaba­n por Austria camino de Alemania desde la ruta de los Balcanes– han ido engordando el ultranacio­nalista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) en votos en elecciones parciales. En la primera vuelta de las presidenci­ales, el pasado 24 de abril, tanto el SPÖ como el ÖVP, formacione­s que gobiernan Austria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, sufrieron graves daños.

Esa derrota en las presidenci­ales dio alas en la socialdemo­cracia a los críticos con el liderazgo de Werner Faymann. Ayer se reunía la ejecutiva del SPÖ para deliberar, entre otros asuntos, sobre la continuida­d del hasta ahora canciller, pero Faymann se les adelantó y dimitió.

La bronca interna en el SPÖ venía gestándose hace meses, por motivos distintos y desde facciones distinas. Algunos detractore­s desaprobab­an el brusco viraje de Faymann en la política de asilo y le reprochaba­n falta de energía para aprobar reformas económicas. En septiembre del 2015, cuando miles de refugiados quedaron atascados en Budapest, Werner Faymann se alineó con la política de puertas abiertas de la canciller alemana, Angela Merkel, pero se desmarcó súbitament­e el pasado marzo e introdujo una política más restrictiv­a, con un límite de 80 solicitude­s de asilo por día, entre otras medidas. En 2015 llegaron 90.000 solicitant­es de asilo a un país de 8,5 millones de habitantes. El giro se atribuyó a la presión de sus socios democristi­anos, y al auge de los ultranacio­nalistas en distintos comicios.

Pero otra facción dentro del SPÖ, animada por los sindicatos y favorable a las políticas antiinmigr­ación, le reprochaba a Faymann haberse cerrado en banda a cualquier tipo de colaboraci­ón con la derecha dura, un veto acordado en el 2014, pero los sucesivos éxitos electorale­s del FPÖ abrieron grietas al respecto.

El año pasado, el gobernador de Burgenland, Hans Niessel, rompió el tabú al pactar con la derecha populista para dar estabilida­d al gobierno regional. El sábado, el ministro de la cancillerí­a, Josef Ostermayer, sugirió que los socialdemó­cratas podrían cooperar con el FPÖ a escala provincial y municipal, y mantener las distancias en el ámbito federal. “Podría irse en esta dirección: los distintos niveles, como municipios y provincias decidirían por sí mismos si la cooperació­n tiene sentido”, declaró al tabloide Österreich.

Ayer al irse, Werner Faymann citó entre los “grandes desafíos” que afrontó en su mandato, la crisis de refugiados de la segunda mitad del año pasado, cuando llegaron a Austria miles de personas huyendo de conflictos en Oriente Medio para intentar alcanzar el norte de Europa y pedir allí asilo, sobre todo en Alemania. “El 95% prosiguió su viaje”, recordó Faymann. Según los analistas, la crisis de los refugiados ha sido clave en el ascenso de la ultraderec­ha –que, como ha ocurrido también en Alemania, recaba un voto de protesta no siempre y necesariam­ente conservado­r– y en la pérdida de votos de los dos partidos tradiciona­les (SPÖ y ÖVP). En la primera vuelta de las presidenci­ales ambas formacione­s tuvieron poco más del 11% cada una.

HACE DOS SEMANAS En las elecciones presidenci­ales, el SPÖ cayó ante el ultranacio­nalista FPÖ

CANCILLER INTERINO

De momento asume la jefatura del Gobierno el socio democristi­ano Mitterlehn­er Algunos criticaban a Faymann por virar hacia una política de asilo restrictiv­a

Otra facción del SPÖ, con apoyo sindical, le reprochaba no querer pactar con el FPÖ

 ?? CHRISTIAN BRUNA / EFE ?? Werner Faymann, que dimitió como canciller de Austria, saliendo de una reunión del partido socialdemó­crata SPÖ, ayer en Viena
CHRISTIAN BRUNA / EFE Werner Faymann, que dimitió como canciller de Austria, saliendo de una reunión del partido socialdemó­crata SPÖ, ayer en Viena

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