Francia creará centros de reinserción para yihadistas
Manuel Valls anuncia más medios en todas las regiones
Tras casi dos meses de protagonismo de la protesta social contra su acción de gobierno en el frente laboral, la Administración francesa intenta retomar la iniciativa. Primero fue el presidente, François Hollande, reivindicando una “Francia va mejor” en la que nadie cree y que como operación de comunicación ha fracasado. En Le Figaro se caracteriza esa declaración como “la peor broma de François Hollande”, mientras que en el último sondeo el 73% no percibe mejora alguna en los ámbitos fundamentales del empleo o el crecimiento y otro 62% califica los nuevos gastos y subvenciones anunciados por el presidente de “maniobras inútiles y costosas a un año de las presidenciales”.
Ante ese manifiesto suspenso, el primer ministro, Manuel Valls, lo intentó de nuevo ayer desde un campo más sólido, el de la lucha antiterrorista.
“La lucha contra el yihadismo es sin duda el mayor desafío desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo Valls en un discurso en el que compareció flanqueado de sus ministros del Interior y de Justicia. “El fenómeno de radicalización ha penetrado ampliamente en la sociedad” y es particularmente peligroso a causa de su potencialidad de crecimiento, explicó.
En Siria había el año pasado 15.000 combatientes extranjeros, y ahora son unos 12.000 “porque la guerra que libramos allí tiene sus efectos”, explicó. De esos 12.000, más de la mitad vienen de países de Oriente Medio o del Magreb, otros 4.000 proceden del Cáucaso o del Asia Central exsoviética. “Los europeos son 5.000”, buena parte de ellos siguen allí, incluidos 627 franceses, que representan “el contingente más importante entre los combatientes europeos”, explicó el primer ministro.
El colectivo de franceses enrolado por la yihad “concierne o ha concernido a más de un millar de personas, de las que 171 han muerto y 244 han regresado a Francia”. A ellos se suma el millar de franceses que han expresado “veleidades” de turismo yihadista. No hay noticias de 216 de ellos. A todo ese grupo se suma el colectivo de 9.300 personas fichadas por radicalización violenta, de los que el 30% son mujeres y el 20%, menores. A todo este colectivo, la Dirección General de Seguridad Interior le imputa,“tres tentativas fracasadas de atentado” y “15 proyectos” desbaratados, seis de ellos de personas regresadas de Iraq o Siria.
Ante este panorama, Valls anunció una lista de 50 medidas dotadas con 40 millones de euros para crear en dos años y a partir del próximo verano “centros de reinserción” en todas las regiones de Francia a cargo de psicólogos, asistentes sociales, policías y educadores. “Los primeros acogidos podrán ser arrepentidos cuya sinceridad y voluntad de reinserción haya sido probada”, dijo. La misión de estos centros deberá ser evitar o prevenir la extensión en Francia “de una amenaza que, no lo dudemos, volverá a golpearnos”, dijo Valls. El Gobierno “sostendrá las acciones de investigación sobre el terrorismo y la radicalización” y, por supuesto, “proseguirá la acción internacional y militar contra los refugios terroristas”.
Tras dos meses de protagonismo de la protesta social, el Gobierno contraataca en el frente terrorista