Platini, fuera del escenario
El TAS ratifica la sanción al presidente de la UEFA y abre el proceso de sucesión
Poco a poco, la figura de Michel Platini (60) se va derritiendo.
Quien fue icono del fútbol europeo durante los años ochenta y aspirante a las más altas distinciones directivas en el fútbol contemporáneo es hoy un personaje acorralado por la justicia deportiva y denostado por la opinión pública, que le ve con muy malos ojos.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) rebajó ayer de seis a cuatro años su suspensión, pero el hombre sigue fuera de juego. No podrá presidir la final de la Champions en Milán (28 de mayo) como presidente de la UEFA ni tampoco podrá estar al mando de la Eurocopa de Francia, en junio.
Platini ya ha anunciado que abandona la dirección del fútbol europeo y que recurrirá ante la justicia ordinaria, aunque los tiempos corren en su contra. Está suspendido, y parece imposible que se produzca una resolución definitiva a lo largo de las próximas semanas.
Hace tiempo que esto ocurre, que los tiempos corren en su contra. Algo parecido había vivido a principios de año, cuando figuraba como candidato a presidir la FIFA, el fútbol mundial.
En vísperas de las elecciones de febrero, se apagaba la figura de Sepp Blatter, eterno presidente (desde 1998) de la FIFA, lastrado por diversas acusaciones de corrupción y finalmente descabalgado. En las quinielas aparecía entonces Platini, que desde el 2007 presidía el fútbol europeo, encarnado en la UEFA. Había sido un delfín fiel de Blatter. Era el más próximo, el mejor conectado con las altas esferas. Sin ninguna duda, el mejor acreditado.
Un delfín fiel. Quizá demasiado fiel. Con él, con Blatter, se cayó. La justicia entiende que Blatter le entregó 1,8 millones de euros en el 2011 (por un trabajo de asesoría realizado en el 2002), y que ninguno de los dos fue capaz de justificar ese pago.
El TAS dictó corrupción, conflicto de intereses y administración desleal, y ahí se acabó la carrera de ambos directivos.
En octubre, Blatter (80) fue suspendido por ocho años de toda actividad directiva y, por lo tanto, definitivamente retirado de la actividad profesional,
Y en esas mismas fechas cayó Platini, veinte años más joven y con posibles. Había sabido promocionar la candidatura de Francia a la Eurocopa que arranca el próximo mes –la amplió de 16 a 24 selecciones– y parecía muy bien situado para suceder a Blatter en el fútbol mundial. A ojos de todos, Michel Platini brillaba en los despachos tanto como había brillado en los estadios.
Aunque la trampa estaba en los sobres. Ahí se ha manchado.
Manchado por esos sobres, Platini no pudo concurrir a las elecciones a la FIFA de febrero (las ganó Gianni Infantino) y tuvo que abandonar el cargo como presidente del fútbol europeo. Desde entonces, quien ocupa el máximo cargo dentro de la UEFA es Ángel María Villar (66), presidente de la Española desde 1988. Otro mandatario eterno. Aunque la UEFA dijo que no designará a ningún sucesor interino, podría ser Villar quien presidiera la final de la Champions de Milán entre el Madrid y el Atlético e incluso quien apareciera al frente de la Eurocopa de Francia. A medio plazo, el portugués Fernando Gomes y el holandés Michel Van Praag parecen los mejor situados en la lucha por la sucesión de Platini.
VILLAR, EN LA RECÁMARA El dirigente de la Española podría ocupar el máximo cargo del fútbol continental de forma provisional