Tres clubs, un dueño
Los Pozzo, propietarios del Granada, lo son también del Watford y el Udinese
Para entender la presencia del Granada en primera división es necesario fijarse en su propietario, Gino Pozzo, dueño a la vez del Udinese italiano y el Whatford inglés, equipos por los que mueve a varios jugadores de su propiedad con los que después obtiene pingües beneficios gracias a su venta.
Cuando en verano del 2009 los socios del Granada tuvieron que decidir si aceptaban que el club se convirtiese en sociedad anónima para que el empresario italiano Gino Pozzo asumiese su deuda, el club culminaba su vigésima temporada en Segunda B, a lo que se sumaba un amargo tránsito de cuatro campañas en Tercera y apenas dos incursiones, breves, en Segunda. Demasiado lejos quedaban las gloriosas campañas en Primera y la histórica final de Copa que el club perdió ante el Barça en 1959. La gran mayoría de socios que debían tomar la decisión nunca habían visto a su equipo en la élite y muchos de ellos tenían como mayor gesta deportiva haber visto a Maradona vistiendo la camiseta del Granada en un amistoso que se disputó en el viejo Los Cármenes en 1987, ya que uno de los hermanos del astro argentino era jugador local.
La asamblea aprobó la conversión convencida de la solidez de los Pozzo, que ya eran propietarios del Udinese italiano, al que habían aupado a la Serie A, y de la capacidad de su socio local, Quique Pina, quien ya había protagonizado su propia aventura futbolística de éxito al frente del Ciudad de Murcia, al que ascendió a Segunda para después vender sus derechos federativos al otro club de la ciudad, el Granada 74. Y Pozzo y Pina cumplieron. No sólo enjugando una deuda que había puesto en peligro la viabilidad del club, sino llevando al Granada a Segunda en su primera campaña y a la Liga BBVA un año después.
La receta, investigada por la justicia italiana por presunto fraude fiscal, no es otra que el trasiego de jugadores que controlan Pozzo y Pina. En Italia se asegura que más de un centenar de jugadores orbita en torno al empresario y su padre, Giampaolo, y que el Udinese, el club matriz, ha llegado a ingresar más de 300 millones de euros por los jugadores que ha ido traspasando a clubs de toda Europa después de ponerlos en el mercado. Uno de ellos fue el chileno Alexis Sánchez, ahora en las filas del Arsenal. El Barça pagó a los Pozzo 37 millones de euros por él en la campaña 2011-2012.
Gracias a estos movimientos, a un Granada aún en Segunda llegaron cedidos por el conjunto italiano hombres como Siqueira, Carlos Calvo, Geijo u Orellana. Una di- námica que se ha venido repitiendo durante estas cinco temporadas que los nazaríes encadenan en Primera, un gran escaparate para el negocio. Este año, el club ha acogido también a jugadores cedidos del Watford, el club que también compró Pozzo para ascenderlo la temporada pasada a la Premier. Hombres clave como Doucouré o Peñaranda pertenecen al club inglés.
Gino también trató de trasladar su fórmula mágica al Espanyol, del que llegó a poseer un 5% del capital. Al no poder asumir el control deportivo de la entidad con Dani Sánchez Llibre aún de presidente dio un paso atrás. Sus vínculos con el club blanquiazul no le impidieron tras su salida comprar a bajo precio la deuda vencida que el Espanyol tenía con el Zaragoza por el traspaso de Sergio García al Betis para llevarlo a los juzgados como acreedor. El Cádiz fue otro de los objetivos de Pozzo y Pina, quien controla la sociedad propietaria de la mitad de las acciones del club. El CSD impidió que dos familiares de Pina se hiciesen con el control mayoritario del club amarillo para proteger la limpieza de la competición.
Ante el Granada-Barça del sábado se da la paradoja de que Pozzo tiene lazos sentimentales con el club blaugrana. Gino se casó con una catalana, ha residido en Barcelona dos décadas y su hijo es un gran culé que ahora sigue a su equipo desde Londres.
GINO, UN ITALIANO EN BARCELONA Vendió a Alexis al Barça, compró el 5% del capital del Espanyol y su hijo es aficionado culé