Clinton, dos rivales a la vez
La candidata demócrata se encuentra atrapada en medio de los ataques simultáneos de Sanders y Trump
El equipo de campaña de Hillary Clinton se pregunta ahora cómo se pueden tener dos rivales a la vez y no acabar locos. La aspirante demócrata pretende ser la primera mujer presidenta de Estados Unidos pero a ser posible sin morir en el intento, y sus estrategas, mayoritariamente hombres, están al borde de un ataque de nervios, porque, de repente, se han visto asediados por todos los flancos. Bernie Sanders y Donald Trump son dos hombres distintos y distantes que ahora mismo comparten el mismo objetivo: vencer a Hillary Clinton.
Ocurre que Donald Trump se ha convertido en el virtual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos antes de lo previsto y Hillary Clinton está tardando más de lo previsto en proclamarse candidata demócrata, porque su contrincante Bernie Sanders no sólo no da su brazo a torcer, sino que se ha vuelto cada día más beligerante con la ex primera dama. Así que Clinton se encuentra atrapada en medio de un fuego cruzado que le está ocasionando un desgaste político enorme. “Cada dólar que gasta y cada vez que tiene que defenderse de un ataque o responder a una acusación de Sanders, es tiempo y dinero que no dedica a combatir a Trump”, lamentaba en Politico Joe Trippi, un estratega demócrata.
Una de las primeras frases que dijo Donald Trump cuando se confirmó como “presunto nominado” fue “ahora vamos a por Hillary” y en menos de una semana ya ha resucitado el escándalo Lewinsky, acusando a su rival de “haber facilitado las infidelidades de su marido” y ha hurgado en la gestión de la exsecretaria de Estado. Mientras, Sanders insiste en que “vamos a luchar hasta el último día y hasta conseguir el último voto” y lo hace presentando a Clinton como una candidata títere del sistema y del poder financiero, un discurso que difícilmente le va a procurar la victoria al senador de
Vermont, pero que debilita considerablemente a Clinton de cara a la elección presidencial. El dilema estratégico es complicado. ¿Se responde a lo de Lewinsky o a lo de Wall Street? De momento la ex primera dama evitó entrar al trapo de la polémica de la becaria que tuvo una aventura con su marido .
La cuestión es que siendo Clinton la favorita para la presidencia, los sondeos no la ubican en su mejor momento ni le pronostican nada bueno. De entrada le atribuyen varias derrotas seguidas frente a Sanders en Virginia Occidental, Oregon y otros estados menores. Son victorias pírricas de Sanders que no amenazan en absoluto la nominación de Clinton. La candidata dispone de una ventaja en número de delegados prácticamente inalcanzable, pero el impacto psicológico de una derrota tras otra sí adquiere mayor importancia cada día. Donald Trump no desaprovecha subrayar la debilidad política que supone perder frente a un senador de 74
años que se declara socialista. Pero a partir de ahora el problema para Clinton se hace mucho mayor porque mientras Trump realiza un paseo triunfal por los estados que to- davía celebran primarias alimentando su imagen como ganador, Clinton se las ve y se las desea para aparecer ante el electorado como la garantía de que Trump no será el 45º presidente de Estados Unidos. Los sondeos de ámbito nacional señalan que Trump sigue acortando distancias respecto a Clinton, pero ella aún le saca más de seis puntos. Más preocupantes le resultan tres sondeos en tres estados clave publicados ayer por la Quinnipiac University, según los cuales Clinton perdería con Trump por cuatro puntos en Ohio y su ventaja es de sólo un punto en Florida y Pensilvania. Y a todo ello hay que añadir que en todos los sondeos sin excepción Bernie Sanders aparece como un vencedor mucho más claro sobre Trump con una ventaja promedio de 13 puntos sobre el magnate de Nueva York.
Para colmo, la única noticia relacionada con Hillary Clinton que podría considerarse positiva de cara a su campaña, también resulta envenenada. Es la candidata que mayor recaudación ha conseguido en Wall Street. Y no sólo de financieros demócratas o centristas. También reconocidos hombres de negocios que apoyaron a Jeb Bush o Marco Rubio han decidido apostar ahora por la candidata demócrata, que les inspira mayor confianza que Trump. Según The Wall Street Journal, Clinton ha recibido hasta ahora el 53% de las donaciones del mundo financiero, mientras que Trump apenas llega al 1% y Sanders las rechaza. Rápidamente Trump ha elogiado a Sanders por ser el primero en denunciar que “Hillary Clinton está totalmente controlada por la gente del dinero y de Wall Street”. Pero como al magnate nadie le exige coherencia, después de decir eso y de presumir durante las primarias que él autofinanciaba su campaña, ha contratado a un exempleado de Goldman Sachs como recaudador de fondos. Dice que para ganar a Clinton necesitará 1.500 millones de dólares.
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Sondeos en estados clave como Ohio, Florida y Pensilvania ponen en duda la victoria demócrata Los donantes de Wall Street se vuelcan con la exsecretaria y sus dos contrincantes se lo reprochan al unísono