Puigdemont defiende que la ciencia se convierta en motor de la economía
“En el futuro hacia el que nos encaminamos, los países tienen una elección sencilla pero determinante. O forman parte de los países que ayudan a cambiar el mundo, que es el caso de Catalunya, o forman parte de los que siguen de manera gregaria”, declaró ayer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el acto de entrega de los Premis Nacionals de Recerca. No llegó a decirlo, pero se sobreentendió, que la opción del gregarismo es la que ha elegido España en los últimos cuatro años.
Estar entre los países que ayudan a cambiar el mundo, argumentó Puigdemont, exige apostar “por la investigación y, por lo tanto, por el talento” para ser protagonistas de “la revolución industrial hacia la que nos dirigimos, la de la industria 4.0”. Abogó por actuar, “por un lado, con políticas públicas que ayuden a crear el entorno adecuado para la captación de talento y, por otro, estimulando el tejido económico para que continúe apostando de manera decidida” por la investigación.
El razonamiento de que los países competitivos en investigación son los mejor posicionados en la nueva economía del conocimiento no es nueva entre la comunidad científica. En la Generalitat, se había defendido hasta ahora a nivel de departamentos, especialmente en la Conselleria d’Economia i Coneixement que dirigía Andreu Mas-Colell. En el Gobierno central la había defendido la ministra Cristina Garmendia en la etapa de Zapatero. El discurso de Puigdemont eleva la apuesta por la inves- tigación como motor de la economía a nivel de presidencia.
En la misma línea, Antoni Esteve, presidente de la Fundació Catalana per a la Recerca i la innovació (FCRi), reclamó “un país competitivo, rico y próspero en la nueva economía del siglo XXI basada en el conocimiento”.
Los Premis Nacionals de Recerca, concedidos por la Generalitat y la FCRi, han recaído este año en el médico Manel Esteller, investigador Icrea especialista en epigenética en el Institut d’Investigació de Bellvitge, que ha recibido el premio principal; en el físico Frank Koppens, investigador Icrea en el Institut de Ciències Fotòniques, en la categoría de Talento Joven; en la Fundació Catalunya-La Pedrera en la categoría de mecenazgo; en la Fundació Alícia en la categoría de partenariado públicoprivado, y en el programa Quèquicom de TV3 en la categoría de comunicación científica.