Colau recorta las obras más caras
El temor a quedarse sin dinero para otras inversiones lleva a revisión Glòries y la ronda de Dalt
A Barcelona en Comú no le salen las cuentas. Las obras comprometidas por anteriores gobiernos municipales, sumadas a las que son prioritarias para el actual, dan como resultado unos números difíciles de asimilar para un presupuesto prorrogado y que prevé destinar los recursos a otros objetivos.
La cobertura de la ronda de Dalt –un compromiso firmado por CiU y PSC en el anterior mandato– o el proyecto de la plaza de las Glòries, con un millonario túnel que han heredado desde el 2007 los sucesivos equipos de gobierno, tienen su futuro en entredicho, al menos en los términos acordados con las entidades vecinales. Cubrir la ronda tal y como prevé el plan firmado por convergentes y socialistas puede costar unos 400 millones de euros y la infraestructura soterrada de Glòries, otros 170 millones de euros, sin tener en cuenta el elevado coste del gran parque en superficie.
La indefinición en la que se encuentran estos proyectos y los posibles recortes que sufran en los próximos meses preocupan mucho a los barrios afectados. Tanto es así que ayer la alcaldesa Ada Co- lau se reunió con los vecinos de la ronda de Dalt para intentar calmar los ánimos y explicarles que, al menos, durante este mandato se destinarán sólo 15 millones de euros –pactados precisamente con los socialistas– para cubrir únicamente un pequeño tramo de esta infraestructura viaria. El efecto obtenido fue diametralmente opuesto al que buscaba. La alcaldesa fue abucheada y los representantes de los barrios de la Teixonera y Vall d’Hebron abandonaron visiblemente indignados la reunión, a la que los periodistas no tuvieron acceso. Lo hicieron tras conocer que en lugar de la cobertura total de la ronda pactada en el mandato anterior, Ada Colau está dispuesta a dar un tijeretazo y a limitar la transformación de esta zona a la colocación de unas pasarelas, de asfalto sonorreductor y de pantallas para amortizar el ruido del tráfico de vehículos por la vía de circunvalación.
De momento no habrá más dine-
La alcaldesa comunica a los vecinos, indignados, que no habrá cobertura total de la vía rápida
ro que esos 15 millones porque destinar más capital a este proyecto supondría condicionar el resto de inversiones que se deben hacer en la ciudad, entre las que se encuentran el plan de barrios, al que se destinarán 150 millones de euros, la conexión del tranvía (con un coste mínimo de 175 millones), o los programas para el entorno del Besòs, que aún no tiene presu- puesto. No obstante, en un estudio que modifica el proyecto original encargado por el gobierno de BComú y que anoche se distribuyó in extremis, la factura de la cobertura parcial de la ronda de Dalt se elevaría a unos 200 millones de euros. En cualquier caso este segundo proyecto es, hoy por hoy, poco más que un brindis al sol: en los próximos tres años no hay intención de invertir más de esos 15 millones ya comprometidos.
Aparte de las razones presupuestarias (las más importantes), Colau adujo otros motivos de carácter técnico para replantear el proyecto inicial. Entre otras, aseguró que las obras obligarían cortar la ronda durante un largo periodo de tiempo y comportarían también afectaciones en la L3 del metro. Sin embargo, fuentes conocedores del proyecto pactado por Trias y Colboni a finales del anterior mandato señalaron que esas afectaciones viarias serían perfectamente asumibles, ya que sólo habría que reducir la circulación de la ronda a un carril por sentido durante un mes (en verano, cuando baja el tráfico).
Tras soportar el enfado de los vecinos, Colau dio explicaciones a la prensa. Insistió en que el anterior proyecto era “faraónico e inviable” y que entendía su enojo porque históricamente han sido engañados y, por ello, desconfían del actual gobierno. También aseguró que el Ayuntamiento irá realizando coberturas dónde y cómo se pueda, aunque a corto plazo sin moverse de esos 15 millones.
Una hora antes de la cita con los vecinos, la alcaldesa se reunía con
la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, para conocer los detalles de los estudios técnicos que se han elaborado en estos meses. Al difícil encuentro con las asociaciones vecinales acudió Ada Colau no sólo con la responsable de Urbanismo, sino también con la de Movilidad, Mercedes Vidal, una prueba de la importancia de esta reunión que no discurrió por los cauces que Colau hubiera anhelado. La anterior sesión con los vecinos, hace apenas un mes, en la que la concejal Janet Sanz ya insinuó los planes del gobierno, provocó también la reacción airada de las entidades ante las palabras de las responsables de Urbanismo y de Movilidad, quienes cuestiona- ron la cobertura de la infraestructura. viaria Estas declaraciones llevaron a CiU a forzar a Ada Colau en el último pleno municipal a comprometerse a iniciar en este mismo mandato las obras en la ronda.
Lo más curioso de este cambio de actitud de BComú, que desde que llegó al Ayuntamiento ha man- tenido un postura confusa sobre la viabilidad de este proyecto, es que la cobertura de la ronda es uno de los condicionantes que los socialistas pusieron sobre la mesa para apoyar la modificación presupuestaria. Los comunes se comprometieron entonces, a regañadientes, a destinar 15 millones para este fin. De ahí que resulte paradójico que, después de tener el sí del PSC bajo el brazo, el equipo de gobierno se desentienda de la obra y cuestione su ejecución ante las entidades vecinales. El líder socialista, Jaume Collboni, presidente del distrito de Horta-Guinardó, acudió a la reunión de ayer para seguir de cerca las explicaciones de técnicos y representantes políticos.
La alcaldesa, que no convence a los vecinos de la ronda de Dalt, tacha de “faraónico” el plan de CiU y PSC