Freno a una carretera que partía Collserola
Sant Cugat, Molins de Rei y Cerdanyola evitan la construcción de un vial de cuatro carriles previsto en el plan metropolitano
Después de un lustro de lucha unidos, los ayuntamientos de Sant Cugat del Vallès, Cerdanyola del Vallès y Molins de Rei han conseguido frenar la construcción del Vial de Cornisa, una carretera de cuatro carriles aprobada en 1976 por el Plan General Metropolitano (PGM), cuyo trazado destrozaba una parte del parque de Collserola. El pasado 9 de marzo, la Comisión Territorial de Urbanismo del Ámbito Metropolitano de Barcelona de la Generalitat aprobó, definitivamente, suprimir del PGM la reserva de 138 hectáreas a lo largo de 15 kilómetros de longitud destinadas a una autovía que uniría Molins de Rei, con Cerdanyola, pasando por Sant Cugat del Vallès.
Los alcaldes Mercè Conesa (Sant Cugat), Carles Escolà (Cerdanyola) y Joan Ramon Casals (Molins) se unieron ayer para celebrar públicamente la supresión definitiva de esta infraestructura y anunciaron que continuarán haciendo frente común para preservar el parque natural de Collserola de posibles amenazas urbanísticas. Conesa –que es vicepresidenta del Consorcio de Collserola– subrayó que “la construcción de esta vía hubiese significado hacer una cicatriz en medio del parque natural, el pulmón del área metropolitana”. “Afortunadamente –destacó–, hoy en día los valores ambientales son diferentes y construir esta infraestructura no tendría sentido. La comunicación viaria está resuelta por la B-30. Además, no ayudaría a cumplir los compromisos de reducción de emisiones de CO ” del área metropolitana.
Por su parte, el alcalde de Molins de Rei alabó “el trabajo bien hecho conjuntamente por los tres municipios” y destacó que desde los ayun- tamientos han recogido “el clamor popular” para frenar una infraestructura obsoleta. Carles Escolà reafirmó “el compromiso con la defensa ambiental de Collserola” y anunció que hay que debatir sobre “cómo tenemos que diseñar las infraestructuras del futuro porque tenemos el deber ético de preservar el parque”. Desde el Consorcio de Collserola están satisfechos por la supresión del proyecto viario que “fragmentaba el norte del parque y que hubiese afectado espacios de gran valor paisajístico y ecológico, como la reserva natural parcial de La Rierada-Can Balasc”. En los próximos meses, los terrenos pasarán a formar parte de los espacios libres del parque.
Los tres alcaldes aprovecharon ayer para exigir a la Generalitat una mejor conexión con transporte público entre el Vallès y el Baix Llobregat “y que se rompa la radialidad con Barcelona”. “Sant Cugat y Molins están unidos por el bus urbano y Cerdanyola y Sant Cugat con la R-8, que no tiene horarios competitivos”, lamentaron. “Por eso –dijo Escolà–, los alcaldes de la comarca tenemos encima de la mesa un proyecto para crear un tranvía del Vallès”. El alcalde de Cerdanyola fue muy crítico con el proyecto del túnel ferroviario de Horta, “otra gran amenaza ambiental a Collserola”.
Los terrenos reservados ocupaban 138 hectáreas y pasarán a ser espacios libres del parque