Salón de los estadios perdidos
El Barça presenta los ocho proyectos del Camp Nou y los seis del Palau Blaugrana en el Col·legi d’Arquitectes
Ayer era el momento.
El momento en el que el Barça abría la caja de los secretos.
Cualquier curioso pudo verlo. Ante ustedes, todos los proyectos finalistas del concurso por el Espai Barça. Entre ellos, los ocho aspirantes a construir el Camp Nou. Y los seis que pretendían sacar adelante el nuevo Palau Blaugrana. Desde ayer, todos esos trabajos se hallan expuestos en el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC).
Para los más curiosos, este es un buen argumento para acercarse a la Plaça Nova y dedicarse a chafardear un rato. Como regalo para los sentidos, no está nada mal.
La Vanguardia pudo hacerlo ayer. Lo hizo en compañía de algunos miembros del jurado del Espai Barça, de otros representantes de la directiva y del presidente de la entidad, Josep Maria Bartomeu. También había estudiantes de arquitectura. Y el profesor Lluís Comerón, el decano del COAC.
El cronista se paseó por el espacio como Pedro por su casa.
Tal y como entraba en el edificio, se topó de frente con las maquetas ganadoras, tanto la del Camp Nou (Nikken Sekkei + Pascual-Ausió Arquitectes; debería estar listo en el 2021) como la del Palau Blaugrana (lo construirá el equipo de arquitectos HOK+TAC, con fecha límite de entrega en el 2020). Ambas se encuentran en el centro del espacio, presidiendo la sala.
Hay que subir unas escaleras para acceder a la estancia en la que se exponen las maquetas del resto de proyectos finalistas, considerablemente más pequeñas que las de los ganadores. Y hay que subir un poco más, hasta la sala Picasso, para poder escudriñar en las características, más pormenorizadas, de todos los trabajos.
En el espacio intermedio, el de las pequeñas maquetas, es donde trasciende el morbo.
Al fin y al cabo, cualquiera puede acabar preguntándose:
–¿Tantas diferencias se abren entre los proyectos ganadores y los que se quedaron a las puertas de lograrlo?
Abrimos las orejas, a ver qué dicen los curiosos. O los expertos.
En una esquina, un grupo de estudiantes analiza la maqueta asimétrica del equipo formado por Batlle y Roig +HKS+COK, cubierta con una curiosa piel metalizada: –A mí me gusta. –A mí no. La asimetría me confunde. Y la piel metálica me agobia.
Otros, detenidos frente al proyecto de b720+Aecom, le dan vueltas al tono de la cubierta, ese color apagado:
–De noche resalta mucho más. Pero de día no tiene tanta fuerza.
Aunque la joya de la corona, el proyecto más comentado, es el volcán de BAAS, IDOM y Bjarke Ingels (BIG):
–Estos de BIG son los que están de moda ahora, ¿no? –dice un joven.
–No está mal esta idea del volcán. Pero no parece una idea sostenible. Creo que es demasiado vertical. Si lloviera, todos los espectadores se iban a mojar... –le responde el otro.
Entre opiniones de pasillo, habla Bartomeu. Lo hace para aplaudir a todos los con- cursantes: “Muchos de los mejores talleres han traído diseño, tecnología y calidad a la ciudad. Hemos tardado diez meses en alcanzar la mejor solución. Cualquiera de los proyectos merecía ganar. Con todos ellos, hubiéramos tenido el mejor estadio del mundo en el 2021...”.
Ahondemos en otro aspecto, este de carácter más morboso.
Según algunos expertos (prefieren guardar la anonimia), un despacho de arquitectos puede llegar a invertir un millón de euros en la elaboración de un proyecto.
Un millón, simplemente, para poder concursar. Se dice rápido.
–Bueno, este es el gran debate –dice uno de estos expertos–. Para un despacho internacional que quiere poner un pie en Europa, un millón de euros no es tanto dinero. Aquí es cuando hay que poner los puntos sobre los íes, cuando cualquiera de los aspirantes debe plantearse si ese millón de euros es un gasto o una inversión. Yo creo que cualquier aspirante que se precie lo verá de la segunda manera.
En un corrillo, hablan cuatro arquitectos. Uno de ellos dice:
–Algunos concursantes han llegado a decir que han sufrido mucho durante la elaboración del proyecto, pero que también se han divertido. Según contaban, hacía mucho tiempo que no se convocaba un concurso tan interesante como este en la ciudad. Vamos, que estaban muy agradecidos.
Pues eso. Si va a la exposición, hágalo con tiempo. Lo necesitará.
“Todos los proyectos merecían ganar; nos hubieran dado el mejor estadio del mundo en el 2021”