Repensar la casa Barral
El Consistorio abrirá el museo cinco tardes a la semana
El Ayuntamiento de Calafell ha decidido finalmente mantener abierta la casa Barral, hogar del que fue eminente escritor, editor y político, mientras se plantea enfocar su futuro como museo relacionado con la vida y obra de Carlos Barral.
Hace un mes, el Ayuntamiento de Calafell acordó cerrar la casa Barral este verano y abrirla sólo con reserva previa. Se argumentó la decisión por la inminente apertura del Centre d’Interpretació del Mar en la antigua cofradía de pescadores y la falta de personal municipal para atender las dos instalaciones simultáneamente. Finalmente, el Consistorio ha replanteado el cierre y ha anunciado que la casa del escritor, editor y político, que frecuentaron primeras espadas de la literatura, como García Márquez, Vargas Llosa, Marsé, Octavio Paz o Gil de Biedma, abrirá cinco tardes a la semana durante julio y agosto y mantendrá el horario de invierno (las mañanas de sábados y domingos) durante el resto del año, como ahora.
Con este nuevo planteamiento, la casa museo podrá visitarse durante los dos meses de verano las tardes de miércoles a domingo y el espacio contará con una exposición provisional en torno a la figura de Carlos Barral. Esta muestra sustituirá la actual sobre el pasado pescador de Calafell que desde hace cinco años ocupa la planta baja de la Casa Museo Carlos Barral. “Algo que tampoco iba mucho en sintonía con lo que debería ser este espacio; en el futuro queremos convertirlo en un referente literario internacional, un producto cultural de primera línea centrado en Barral, en su obra personal y en los escritores que como editor ayudó a consagrarse”, mantiene el alcalde de la población, Ramon Ferré.
Todavía no hay calendario para este replanteamiento a fondo de la casa museo. “No tenemos prisa, queremos hacerlo bien y no repetir errores”, mantiene Ferré, quien asegura que ya se ha hablado con expertos en patrimonio histórico y con estudiosos de la figura de Carlos Barral y que está previsto hablar también con la familia del escritor.
La familia Barral compró la casa, una antigua vivienda de pescadores ubicada frente al mar, en el paseo marítimo de Calafell, durante los años veinte. Allí pasaban las vacaciones rodeados de sus amigos; los escritores del momento. Tras la muerte del editor, ya en 1999 la familia vendió la casa al Ayuntamiento con el compromiso de convertirla en un museo. Según el contrato, si dejaba de serlo, los herederos podrían recuperar la propiedad. La decisión del Ayuntamiento de cerrar la casa museo este verano por falta de personal y abrirla sólo a los visitantes que así lo pidieran en el Centre d’Interpretació del Mar desconcertó a la familia.
Finalmente, reorganizando horarios y adaptando la plantilla disponible, el Consistorio abrirá parcialmente y mantendrá la exposición provisional hasta que se haga la revisión a fondo de la museización. El alcalde califica la situación actual como una “oportunidad para revertir la caída sostenida de visitantes de la casa Barral desde hace años”. Según informó ayer el Ayuntamiento, este espacio ha pasado de 2.903 visitantes durante 2011 a los 1.946 del año pasado. Una tendencia contraria a la registrada en otros equipamientos culturales del municipio, como la Ciutadella Ibèrica, que durante el mismo periodo ha pasado de 17.715 visitantes a los 20.340 del año pasado o el castillo de la Santa Creu, que en 2011 registró 11.263 entradas y el año pasado superó las 15.400.
Mientras se estudia un replanteamiento a fondo del espacio, se instalará una exposición provisional