La Vanguardia

Sánchez mantiene el pulso y empuja a Rajoy a la investidur­a sin el PSOE

Dirigentes socialista­s avisan que su abstención es “imposible” si nadie mueve ficha

- JUAN CARLOS MERINO Madrid

Hay en el PSOE quien considera que, por mucho que Pedro Sánchez adopte la “estrategia del avestruz” y desaparezc­a de escena para intentar eludir la presión, cuando al fin despierte, como en el cuento de Monterroso, el dinosaurio probableme­nte seguirá estando ahí. Esperándol­e.

El líder del PSOE, de momento, sólo prevé reafirmar este jueves en la audiencia con el Rey su rechazo a la investidur­a de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. No es no, es decir, ni sí ni abstención. Pero Pedro Sánchez confía al tiempo en que cuando el líder del PP acuda al palacio de la Zarzuela, apenas unas horas después de ese mismo día, le muestre al monarca su disposició­n a dar un paso al frente para, esta vez sí, presentars­e a la investidur­a. Y que mueva el cielo y la tierra, como él intentó hacer sin éxito en la anterior legislatur­a, para tratar de sumar una mayoría que le permita lograr su investidur­a, primero, y gobernar después.

Una mayoría en la que, en todo caso, Pedro Sánchez ya ha subrayado que no estarán los socialista­s. Una mayoría para la que el líder del PSOE señala, para empezar, a Ciudadanos, el partido con el que él mismo selló un acuerdo de gobierno en la legislatur­a pasada. Algunos cuadros socialista­s se preguntan cómo es posible que ellos sí pudieron acordar con Ciudadanos hasta 200 medidas, pese a sus diferencia­s ideológica­s, y ahora el PP se ve incapaz de hacerlo. Los 137 diputados del PP más los 32 del partido de Albert Rivera suman 169 escaños, a siete sólo de la mayoría absoluta. Suficiente­s, en todo caso, para que Rajoy intentara gobernar en minoría. No en vano, según recuerdan en Ferraz, José Luis Rodríguez Zapatero contó precisamen­te con 169 escaños en el año 2008. Y aún con los 164 diputados logrados en el 2004 también pudo gobernar por vez primera.

Si así fuera, Sánchez podría eludir la toma de la decisión más trascenden­tal a la que se podría ver abocado el PSOE. Pero la cuestión es que Albert Rivera sólo se ha movido hasta la abstención a Rajoy, y asegura no estar dispuesto a más, mientras formacione­s como CDC o el PNV ya han advertido que en ningún caso facilitará­n la investidur­a del líder del PP, por mucho que hayan podido prestar algunos de sus votos en los acuerdos para la formación de la Mesa del Congreso. Así pues, la pelota podría volver a situarse, en exclusiva, sobre el tejado del PSOE. Y la alternativ­a seguiría siendo igual de envenenada para Sánchez: o permitir con una abstención la investidur­a de Rajoy o asumir su cuota de responsabi­lidad, si no en exclusiva, de una tercera convocator­ia electoral a finales de año.

“Cuadrar los intereses de Pedro con los del PSOE y los del país empieza a ser imposible”, advierten algunos dirigentes socialista­s críticos. Sánchez, de nuevo, intenta por tanto la cuadratura del círculo. Efectivame­nte, casi todos en el PSOE piensan que unas terceras elecciones podrían hundirles aún más, después de haber perdido otros cinco diputados

Rajoy es quien menos razones tendría para temer unas terceras elecciones, piensan algunos dirigentes “Cuadrar los intereses de Pedro con los del PSOE y el país empieza a ser imposible”, dicen dirigentes críticos

entre las elecciones del 20 de diciembre y las del pasado 26 de junio. Y, para muchos, facilitar la investidur­a de Rajoy también sería fatal: “Si nos abstenemos estaremos muertos, porque no seremos gobierno ni oposición”.

La incertidum­bre se mantiene en el PSOE, por tanto, a la espera de la nueva ronda de consultas del Rey de esta semana. Hay quien piensa, en todo caso, que el único que no tendría que temer una nueva repetición electoral sería Rajoy, y quizá tampoco Pablo Iglesias, cuya única estrategia seguiría siendo intentar adelantar al PSOE. Pero para los socialista­s y para el partido de Rivera piensan que otras elecciones podrían suponer un desastre. Así pues, muchos confían en que sea Rivera, para empezar, el que pase de la abstención al sí a Rajoy. Y que el líder del PP “mueva ficha” en algún sentido. Sería la única manera, piensan, de que el PSOE pudiera replantear­se su posición. “Si no, la abstención es imposible”. Entre tanto, la única decisión en un PSOE además muy dividido entre los fieles y los críticos de Pedro Sánchez, es no decidir. Al menos, por ahora, como ya ocurrió en el último comité federal del PSOE. La única alternativ­a es aferrarse al no a Rajoy, “ahora, después y siempre”. Y cruzar los dedos.

 ?? EMILIO NARANJO / EFE ?? Pedro Sánchez posando para la foto oficial del Congreso, el pasado lunes, al formalizar su acta de diputado
EMILIO NARANJO / EFE Pedro Sánchez posando para la foto oficial del Congreso, el pasado lunes, al formalizar su acta de diputado

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