Afuera no hay nada
Más de mil personas acuden en Barcelona a la primera gran ‘quedada’ de jugadores de Pokémon de España
Uno espera encontrarse con pequeños comandos de adolescentes correteando encorvados por el parque de la Ciutadella de Barcelona, apuntando al vacío con sus smartphones, gritando palabras de una jerga sectaria e incomprensible en un clima militar... Pero esta vez la realidad es mucho más trivial. Los asistentes a la primera gran quedada de jugadores de Pokémon Go de España se muestran extremadamente conservadores. Bajan por el paseo Lluís Companys como lo haría cualquier otra persona por cualquier otra calle de cualquier otra ciudad: mirando su teléfono móvil. Ahí afuera no hay nada. Todo lo que merece la pena en esta vida está aquí dentro. En los alrededores de Arc de Triomf se cuentan ahora cuatro poképaradas, una circunstancia muy inusual. Además, los organizadores de la quedada lanzaron muchos cebos cerca del zoo. De modo que el número de pokémons sueltos en estos momentos es extraordinario. De modo que la mayoría de los asistentes trata de cazar todos los bichos virtuales que puede, pero elude enfrentarse con otros jugadores.
Aquí hay muchas personas muy dispares. Cualquiera, incluso el que parece más tonto, puede destrozarte, arruinar todos los logros acumulados estos días de intensa dedicación. A los clásicos aficionados a los entretenimientos virtuales de piel de color lechoso se suma ahora un amplio espectro que le da a todo esto un aire de convencional normalidad. Impera la prudencia. De hecho, a pesar de que regalan cenas, camisetas conmemorativas y baterías portátiles para dispositivos móviles la mayoría declinó pagar los dos euros de la inscripción. La mayoría no está participando en las competiciones orquestadas para la ocasión.
Aun así los organizadores, una decena de chavales, están muy satisfechos. Aleix Cabanach, barcelonés de 18 años que empezará a estudiar márketing tras el verano, el fundador hace unos pocos días de la comunidad Pokémon Go de Barcelona, explica que, luego de lanzar la convocatoria por Facebook, una decena de empresas le llamaron a ver si podían patrocinar el sarao. “Esto es como un fondo de inversiones –explica Cabanach–. Todo está cubierto gracias a los patrocinadores. Los beneficios los invertiremos en otra quedada. Además, gracias a esto nos sale trabajo. Ya contactaron con nosotros varias startups muy interesadas en que montemos eventos promocionales. Porque la fiebre de los pokémons puede generar multitud de aplicaciones relacionadas, utilidades para mejorar tu juego... Y Barcelona es la ciudad de las apps. A mí me encanta la publicidad. La verdad es que estamos aprendiendo un montón. Todo está en internet, todo está en tu teléfono móvil”. Afuera no hay nada. El mundo real es tan desalentador... Todo está aquí dentro.
Los asistentes se muestran muy conservadores y se limitan a cazar todos los bichos que pueden