Tratamientos biológicos para salvar los árboles de Barcelona
Intervención urgente para fortalecer los plátanos del Eixample y otras especies que en verano padecen los efectos de plagas letales
Los árboles de Barcelona padecen históricamente un importante déficit hídrico y, desde hace muchas décadas, una seria agresión por culpa de la contaminación atmosférica. Además, periódicamente, y en los últimos tiempos con mayor frecuencia, un ejército de pequeños asesinos silenciosos traen de cabeza a los servicios municipales de jardinería y ha conseguido diezmar la población de algunas especies. Plagas como la de la procesionaria del pino, el picudo rojo, el tigre del plátano o el pulgón de liriodendro, por citar cuatro de las más extendidas, no son en absoluto exclusivas de Barcelona y, de hecho, están causando estragos en bosques, jardines y calles de toda Catalunya. Ahora, el Ayuntamiento de la capital ha decidido cambiar la estrategia para combatir a estos enemigos del verde urbano reduciendo drásticamente el uso de productos químicos en los tratamientos fitosanitarios de la jardinería de la ciudad. Estos productos sólo se utilizarán en casos extremos, cuando las plagas y las enfermedades epidémicas supongan un riesgo para la salud de las personas o para la preservación de árboles catalogados por su especial interés y valor patrimonial.
El nuevo protocolo de actuación con tratamientos biológicos de salud para los árboles ha comenzado a aplicarse este pasado fin de semana en algunas calles con hileras de plátanos –aún la especie más común en la red viaria barcelonesa– del Eixample y Sant Martí, los distritos que sufrieron en mayor medida la poderosa plaga del verano pasado.
Entre julio y septiembre hay dos plagas suelen que afectan a los plátanos de sombra de la ciudad: el tigre y el insecto de las semillas. Es por ello que, durante las tres próximas semanas, se realizarán unos tratamientos de fortalecimiento de los árboles a fin de que dispongan de más defensas en caso de ataque de estos insectos letales. La actuación preventiva consiste en la aplicación de un abono foliar (agua mezclada con un 8% de jabón fosfórico). Se trata de conseguir, como se indica en los carteles informativos que el Ayuntamiento ha colocado en las escaleras de las calles afectadas por esta intervención , “plátanos fuertes como robles”.
Según explican los responsables de los parques y jardines públicos de Barcelona, este tratamiento biológico de los plátanos y los que se llevarán a cabo con otras especies arbóreas, como la introducción depredadores naturales que atacan a los insectos causantes de estas enfermedades, tienen la ventaja para la población y para los propios árboles de su impacto sobre la salud y el medio ambiente es menor.
Un conjunto de plagas se activan en verano cuando el termómetro alcanza sus valores más altos. Se ceban en los ejemplares más debilitados, aquellos en los que se aplicarán los tratamientos biológicos de prevención y las llamadas “medidas culturales”. Las actuaciones que se llevarán a cabo incluyen la aportación extra de agua y abono (aunque en algunos casos el exceso puede resultar igualmente perjudicial), la retirada de las partes del árbol ya afectadas, favorecer la insolación y la ventilación mediante la poda, el control de la fertilidad a largo plazo y la limpieza de las malas
Las intervenciones químicas al uso se mantendrán cuando la plaga pueda poner en riesgo la salud humana Pinos, palmeras, con la presencia constante del picudo rojo, y liriodendros, entre las especies más afectadas
hierbas y los patógenos que se concentran en las tierra.
En principio, los tratamientos químicos se mantendrán solo para las plagas y enfermedades que representen un riesgo comprobado para la salud de las personas. s el caso de la procesionaria del pino –que este año se ha ensañado con grandes boscosas de muchas comarcas catalanas– y del picudo rojo, enemigo número uno de las palmeras, una especie sobre la que se vienen aplicando desde hace años tratamientos de endoterapia.