La Vanguardia

Chanclas tras los ladrones

Unos asaltantes empotran su coche cuando huían de unos vecinos a los que habían robado en su casa

- MAYKA NAVARRO

De repente, las risas de la chiquillad­a que a esas horas del mediodía salía de las piscinas particular­es de muchas torres de la urbanizaci­ón se ahogaron ante los gritos de socorro de un hombre. “¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Socorro! ¡Socorro!” David Mordillo, aún con el bañador mojado, corría sin aliento detrás de los ladrones que ayer robaron en su casa de la urbanizaci­ón Can Marqués de Santa Eulàlia de Ronçana. Los tres asaltantes huyeron en un coche a gran velocidad que colisionó contra el vehículo de una vecina que volvía de comprar el pan. Los tres hombres prosiguier­on la fuga a pie. Por lo menos uno de ellos con una herida abierta, porque el rastro de su sangre era visible en algunas de las casas vacías en las que se colaron para esconderse, hasta adentrarse y perderse en un cercano bosque.

Anoche, los Mossos d’Esquadra, con la colaboraci­ón de las policías de Santa Eulàlia de Ronçana y l’Atmella del Vallès, seguía buscando a los tres asaltantes. Es probable que sean los responsabl­es de algunos otros robos que se produjeron el fin de semana en casas de las urbanizaci­ones de la zona. La descripció­n que dio de los ladrones alguno de los vecinos que pudo correr tras ellos coincidía con la que ya tenían los mossos de otros asaltos anteriores en casas no muy lejanas.

El robo con fuerza en el interior de domicilio es uno de los delitos que más preocupa a la dirección de los Mossos y en el que se están canalizand­o más medios, además de trabajar para que los fiscales pidan prisión cuando estos delincuent­es son detenidos. La sensación de alarma e insegurida­d que provocan es terrible.

David Mordillo y Mireya Jurado pertenecen a un grupo de WhatsApp en el que una treintena de vecinos de la urbanizaci­ón se alertan de cualquier “cosa extraña” que vean a su alrededor. Desde una matrícula de un coche sospechoso, a cualquier persona no conocida merodeando por la zona. “Estamos muy sensibiliz­ados con los robos”, explica el hombre.

Los ladrones eligieron ayer su casa. Y, por lo que contó, les estaban vigilando. “Ese mismo coche lo vi hace unos días. Y ya me extrañó su presencia pero, por una cosa u otra, al final no dije nada”. Al mediodía, con su mujer y su hija, se fueron a refrescars­e a casa de sus suegros. Activaron la alarma, como siempre desde que hace tres años les entraron a robar.

No llevaban ni diez minutos cuando sonó la alarma a través de su móvil. David salió de la piscina y sólo perdió un minuto en calzarse las chanclas. Mientras su mujer alertaba a la policía local de Santa Eulàlia y a los Mossos, él circuló veloz hasta su casa.

Al llegar encontró a su vecina Esperanza gritando: “Mal nacidos. Cobardes...”. Con el rostro oculto, dos ladrones abandonaro­n la casa saltando por la puerta principal y corrieron hasta el coche en el que les esperaba un tercer cómplice al volante, con el motor encendido. David decidió ir tras ellos. No lo pensó.

Se inició entonces una persecució­n en una zona urbanizada llena de paradas con señales de stop. El primero lo saltaron sin problema. E el segundo, el vehículo de los ladrones impactó contra el de una mujer que regresaba a su casa. El coche de la víctima dio una vuelta al completo. La mujer se encontraba ayer bien, muy asustada y aturdida, y fue trasladada en ambulancia a un centro médico para su revisión.

El vehículo de los asaltantes se detuvo por el golpe. Saltaron los airbags y el ocupante que iba sentado detrás debió llevarse la peor parte porque su asiento se desplazó completame­nte hasta delante. Ninguno llevaba puesto el cinturón. Los tres hombres, al menos uno herido y sangrando, huyeron a pie por la urbanizaci­ón. David logró frenar a tiempo. Abandonó su vehículo y continuó tras ellos a pie mientras gritaba alertando a los vecinos, que se iban sumando a la persecució­n.

Un policía local vecino de la urbanizaci­ón se unió a la búsqueda. En bañador, como la mayoría, fueron saltando vallas de algunas casas, siguiendo el rastro de los ladrones, a partir de las manifestac­iones de los testigos. La respuesta policial fue inmediata. Los primeros en llegar fue la patrulla de guardia de la policía de Santa Eulàlia, que en ese momento estaba recogiendo una denuncia por otro robo. También se acercaron varias patrullas de la policía de l’Atmella y un par de coches con mossos de paisano de Granollers, que prosiguier­on con la búsqueda, ya por el bosque.

En el interior del vehículo los asaltantes olvidaron el botín que se llevaron de la casa de David y Mireya y algún utensilio personal que seguro que dará a los investigad­ores más de una pista sobre la identidad de los autores.

Los tres delincuent­es lograron esconderse en casas vacías de una urbanizaci­ón de Santa Eulàlia y huir al bosque

 ?? MAYKA NAVARRO ?? David Mordillo, en bañador, junto al coche de los asaltantes de su casa, ayer al mediodía
MAYKA NAVARRO David Mordillo, en bañador, junto al coche de los asaltantes de su casa, ayer al mediodía

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